Crecimiento y desarrollo personal
Marcos Núñez Pangua
He realizado el Camino de Santiago en cuatro ocasiones. Me considero un apasionado del Camino. En 2013 lo realicé dos veces de forma consecutiva (En “Haz lo que temas hacer”, libro del que soy coautor comparto esta doble experiencia) y en los veranos de 2017 y 2018 lo realicé de nuevo.
He hecho en todos los casos el Camino francés pasando por León en todas las ocasiones. No he sentido que la experiencia sea repetida; ya que tu momento no es el mismo, los acontecimientos son distintos y la gente con la que coincides es diferente.
¿Qué tienen en común estas experiencias?
· Dispones de tiempo para ti mismo que te permite conocerte mejor, reflexionar, darte cuenta de cosas y enriquecerte como persona.
· Te permiten relacionarte con personas de diferentes culturas en un entorno distinto al que lo haces habitualmente afrontando el miedo, timidez y vergüenza que en ocasiones tenemos en las relaciones con los demás con personas a las que no conocemos.
Yo recomiendo hacerlo solo, aunque también es una buena experiencia para realizarlo con la pareja, hijos o seres queridos.
El camino es un regalo, es un tiempo que te dedicas a ti mismo y desde el respeto hazlo a tu manera, como te apetezca. Date el permiso de disfrutar.
Una vez que llegas a Santiago el camino no termina ahí, continúa en tu cotidiano y se requiere de un tiempo para asimilar e interiorizar los aprendizajes adquiridos durante este viaje.
¿Qué aprendizaje sacas de esta lectura que puedas aplicar en tu día a día?
En mi vida diaria sigo mi camino. Cada día el camino es diferente, y en el mismo día puede que experimente cambios. Según san mis pensamientos así son mis sentimientos y como consecuencia mis acciones. Pepi
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