La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Cada vez que decimos adiós a alguien o a algo que ha formado parte de nuestra vida es como si un trocito de nosotros se fuera en él. Añoramos lo que hubo y echamos de menos lo vivido. Inevitablemente.
Incluso cuando ese adiós es liberador o cuando estamos deseando que llegue porque la situación no nos gusta.
Recuerdo un curso en un centro que no me gustaba nada y en el que me pusieron un horario y unas tareas de no repetir jamás. Recuerdo las ganas que tenía de terminar y de olvidarme de todo aquello. Pero también recuerdo que el último día miraba con cierta nostalgia y hasta me daba un poco de pena (un poquito solo, que volver allí no quisiera).
Tal vez sea porque en todo y de todo podemos obtener cosas buenas, aprendizajes vitales, experiencias enriquecedoras. Buscando, siempre encontramos. Y, al final, intentamos quedarnos con lo bueno y lo positivo de lo vivido, a pesar de todo lo demás.
Sin embargo, cuando lo bueno y lo positivo ocupa todo el espacio, el adiós es mucho más desgarrador. Perdemos vida, recuerdos y experiencias. Perdemos la oportunidad de volver a estar juntos. Perdemos alegría. Y no quisiéramos que llegara nunca ese momento.
En estos casos sólo consuela pensar que ha sido una suerte coincidir en el camino; que, gracias a ese encuentro y a lo compartido, nuestra vida ha mejorado porque hemos sido felices; que lo vivido ya forma parte de nosotros y eso es imborrable.
Así que, a pesar del doloroso adiós, sonriamos por lo que tuvimos, que eso nadie nos lo va a arrebatar.
Me has emocionado Escribana!
ResponderEliminarCierto al 1000%. Gracias
ResponderEliminarLa vida es un continuo vaivén de encuentros y despedidas, y todos forman parte de la vida, habrá que vivirlos como toque...
ResponderEliminarNo me gustan las despedidas,y más cuando esa despedida es para siempre; pero esto forma parte de nuestra vida. Por eso disfrutemos del aquí y del ahora con las personas que están formando parte de nuestra vida.
ResponderEliminarJF
De nuevo me haces llorar Escribana.
ResponderEliminarYa dice Dani Martín en su canción "qué bonita es la vida" que te da todo y luego te lo quita.
ResponderEliminarMiro hacia el cielo y trato de verte entre tantas estrellas, busco entre las sombras tu imagen perdida.
ResponderEliminarDibujo tu rostro en las nubes que veo pasar, viajando sin rumbo fijo y, guiándome por la luna, le pregunto:
¿Dónde estás?
Y enseguida mi pecho se agita dándome la respuesta con una lágrima derramada que me hace comprender de nuevo: No estás aquí, permaneces en mi corazón.
-Autor desconocido-
XD
Una vez más vulneras mi sensibilidad con tus palabras.
ResponderEliminar" lo vivido forma parte de nosotros y eso es imborrable". Cierro los ojos....silencio........GRATITUD.
ResponderEliminarGracias Escribana. Una vez más me recuerdas que hay que quedarse con lo positivo de lo vivido, y sin que exista; pena, ni añoranza. Pepi
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