
pero el que recibe nunca debe olvidar
viernes, 31 de agosto de 2018
Mañana...

martes, 31 de julio de 2018
No eres tu, soy yo...

Nota de la redacción. Amigos de este blog, durante el mes de agosto no vamos a poner entradas. Dejamos esta entrada de 31 de julio para saborearla durante todo un mes. Llevamos diez años puntuales a la cita diaria. Queremos descansar un mes. Hasta septiembre que volveremos a la cita diaria con las mejores ilusiones y ganas. Feliz verano.
lunes, 30 de julio de 2018
Aferrarse
No te limites
No te aferres
Abre la mente
Abrete a la vida
Libre, sin ataduras, sin miedos...
Deja ir, deja salir, abre los brazos...
domingo, 29 de julio de 2018
La madeja

sábado, 28 de julio de 2018
Memoria
viernes, 27 de julio de 2018
Gesto de generosidad

Rubén, un niño de nueve años de La Pobla de Vallbona, en Valencia, pidió que para su comunión, en vez de regalos, le dieran donativos para un centro de acogida en India, un proyecto que había elegido entre los que tiene Manos Unidas. Rubén recibió 7.075 euros de familiares y amigos y los entregó a la ONG, que destinará los fondos a instalar placas solares en la casa, donde viven 60 antiguas niñas de la calle de cuatro a 18 años, en la ciudad de Guawhati.
La decisión fue del niño, pero la idea la tuvo su madre, Amparo García, dueña de una clínica veterinaria en su pueblo, situado a 25 kilómetros al noroeste de Valencia. "Soy anticonsumista. No me gusta el regalar por regalar, almacenar cosas que al final acaban en el vertedero. Un día se nos va a comer la basura", afirma García por teléfono desde su trabajo.
Tampoco le gusta que los chavales reciban tantos juguetes y regalos que, prosigue, dejan de valorarlos. "Si se rompe, da igual, porque después tendrán otro". Y también quería desvincular a su hijo de la idea de que tomar la comunión consiste, sobre todo, en recibir regalos, lo que desde su perspectiva de católica practicante eclipsa el sentido de la ceremonia como "encuentro con Jesús".
El verano pasado, con su letra de niño que iba a empezar 4º de Primaria, Rubén escribió una carta que su madre distribuyó por WhatsApp a los invitados: "Gracias a Dios, tengo todo lo necesario, así que he pensado que si queríais hacerme algún regalo por este día, podéis darle mucho más fruto haciendo una donación anónima para un proyecto de Manos Unidos en el que estoy colaborando".
El mensaje a los invitados iba acompañado de un tríptico escaneado sobre la iniciativa de Manos Unida en la ciudad india de Guawhati, una ciudad de un millón de habitantes situada en el Estado de Assam, cerca de las fronteras con Bután y Bangladés. El centro acoge a niñas que dormían en la calle y, en muchos casos, han sufrido abusos y han sido explotadas, según explica la organización humanitaria. Lo regentan hermanas Salesianas.
Invitados
García, que está divorciada, asegura que todos los invitados, salvo tres "de mentalidad antigua", aceptaron cambiar los regalos por donativos. Después, ella y su hijo llevaron el dinero a la delegación que la ONG de la Iglesia Católica tiene en el centro de Valencia.
Uno de los regalos que sí recibió Rubén fue el tradicional reloj, que la madrina insistió en hacerle, otro fue una mochila. A nadie se le hubiera ocurrido regalarle una videoconsola a Rubén ya que, aclara su madre, en casa no entran "maquinitas".
Ahora las cosas le van bien, pero García cuenta que procede de una familia "que no era de pedir en la calle, pero sí humilde". De niña comía poca carne y muchas patatas y huevos de las gallinas que criaban en casa. Bastante antes de cumplir los 16 ayudaba recolectar naranjas y la cosecha de cebollas. De aquella época le viene su aversión a malgastar.
Un tanto reticente a hablar con la prensa, Rubén dice que está contento de haber donado el equivalente a un centenar de regalos, pero que de momento no tiene pensado salir del país para ir a visitar el centro de acogida del que se ha convertido en benefactor.
jueves, 26 de julio de 2018
PAX VOSTRUM
miércoles, 25 de julio de 2018
El arte de dialogar
martes, 24 de julio de 2018
Hasta el alma
Fue cuando dejé de buscar un hogar en los otrosy levanté los cimientos de un hogar dentro de mí,que encontré que no había raíces más íntimasque las que hay entre una mente y un cuerpoque han decidido estar completos.
lunes, 23 de julio de 2018
La comprensión de lo que somos es la mejor noticia
domingo, 22 de julio de 2018
No siempre
Jugando al despiste. Foto Jesús Aguado |
sábado, 21 de julio de 2018
viernes, 20 de julio de 2018
Conocerse
para crecer

jueves, 19 de julio de 2018
Tú eres
miércoles, 18 de julio de 2018
Yo/testigo
martes, 17 de julio de 2018
Lo decisivo es el “desde dónde”
lunes, 16 de julio de 2018
A la luna

domingo, 15 de julio de 2018
En determinados momentos
Efímero. Foto Jesús Aguado
Hay momentos en los que, por distintos motivos, nos puede la ansiedad. Y entonces no podemos leer, porque no nos enteramos de lo que leemos veinte veces; ni escribir, porque no damos coherencia a los argumentos; ni colocar, porque lo hacemos tan a lo tonto que no recordamos después dónde guardamos; ni podar las plantas, porque cortamos por dónde no corresponde; ni cocinar, porque es un peligro; ni otro montón de cosas.
En estas ocasiones, a veces recurro a mirar fotografías. Y esta técnica, que me saca de la ansiedad del presente, me da perspectiva y me serena.
Veo, por ejemplo, a personas sonriendo a una cámara, que estuvieron junto a mí y hoy ya no están. Veo paisajes que me traen vivencias experimentadas en ellos. Veo situaciones de celebración que no podrían repetirse a día de hoy. Veo casas que ya no existen y objetos que se perdieron en el limbo.
Me veo a mí misma, más joven, pero no sé si más feliz que ahora.
Veo, en definitiva, el paso de los años. Y llego a una conclusión: cuánto tiempo vivido, cuántos momentos buenos y no tan buenos acumulados a lo largo de una vida, cuántos detalles, cuántas miradas, cuántas sonrisas…
Tengo la sensación de que todo ha pasado muy deprisa, de que el ritmo de mi vida ha sido ágil, de que –a pesar de intentar estar siempre en el presente, aprovechándolo al máximo– ha habido muchas cosas que se me han escapado entre las rendijas del tiempo.
Y constato –como otros lo hicieron antes que yo– que esta vida es un soplo.
sábado, 14 de julio de 2018
viernes, 13 de julio de 2018
Confianza
jueves, 12 de julio de 2018
Las dos caras
de la hospitalidad
miércoles, 11 de julio de 2018
Vientre
martes, 10 de julio de 2018
La mente
lunes, 9 de julio de 2018
Desconcierto/
comprensión
Unido a los sentimientos anteriores, particularmente al de frustración, aparece en toda su crudeza el desconcierto. No es raro: si la mente asocia la seguridad al control, la pérdida de este la lee como desconcierto. Notas de pronto que te han modificado completamente el escenario, y que tal cambio puede afectar no solo a este momento, sino a todo tu futuro. No es raro que el desconcierto venga también asociado al miedo, a la tristeza o al abatimiento. Y, sin embargo, por extraño que parezca, al aceptar el desconcierto y venir al estado de presencia, se modifica sustancialmente la propia vivencia: cesa la cavilación, se permite que las cosas sean como son, uno se alinea con lo que en este momento está siendo… Todo ello es posible porque, al acallar la mente y todas sus construcciones, dejas de identificarte con el yo –autor de las lecturas anteriores– y te reconoces en la misma Presencia que todo lo contiene. En ese mismo instante, brilla la comprensión. Y, con ella, la certeza de que el sufrimiento nace siempre del yo y de la interpretación que él hace de los acontecimientos: es el yo quien se siente vulnerable, resistente, solo, frustrado, impotente, desconcertado…, y así nos seguiremos sintiendo mientras creamos lo que el yo (la mente) nos dice acerca de lo acontecido. Cuando, por el contrario, acogemos eso mismo desde la Presencia, permitimos que todo sea y nos sentimos a salvo.
domingo, 8 de julio de 2018
Sonaron campanas en Ávila

sábado, 7 de julio de 2018
viernes, 6 de julio de 2018
Así es
jueves, 5 de julio de 2018
Somos polvo de estrellas

miércoles, 4 de julio de 2018
CURSO PARA JÓVENES.
martes, 3 de julio de 2018
Poetisa Rupi Kau

No quiero tenertepara llenar mis partes vacíasquiero estar llena conmigoquiero estar tan completaque pueda encender toda una ciudady luegoquiero tenerteporque los dos juntospodríamosprenderle fuego
lunes, 2 de julio de 2018
Dos consejos

domingo, 1 de julio de 2018
Parece imposible
Parece imposible que en una pared de cemento y piedra pueda brotar un ramo de amapolas.
Estas florecillas tan frágiles y tan efímeras que, sin embargo, aportan tanto colorido al paisaje, han brotado en esta pared y adornan el camino más que cualquier jardín artificial y programado que pueda imaginarse.
Del mismo modo parece imposible que en situaciones difíciles podamos encontrar cierta estabilidad y no caer en el desánimo. Y la encontramos. Y hasta la explotamos.
También parece imposible remar contra corriente, mantener el objetivo de llegar a buen puerto a pesar de las inclemencias de una corriente que tira en sentido contrario. Y remamos. Y, la mayor parte de las veces, llegamos al puerto soñado.
Hay muchas cosas en la vida que parecen imposibles desde una lógica humana y científica.
Mi propia hija está aquí a pesar de que varios ginecólogos me aseguraron en su momento que no había latido y que había que hacer un legrado. Desde su perspectiva y desde el conocimiento que aportan la ciencia y la tecnología allí no había vida ninguna. ¡Vaya si la había! ¡Vaya si la hay!
La vida nos sorprende muy a menudo. Nos presenta cosas imposibles ante nuestros ojos y ante nuestra mente, para demostrar que no podemos controlarlo todo, para hacernos caer en la cuenta de que, hagamos lo que hagamos, ella tiene sus propios planes.
A pesar de ello, seguimos empeñados en racionalizar y en estructurar, en controlar y en delimitar. ¡Qué pena!
La vida nos invita a bailar y nosotros nos ponemos a medir la pista a ver si cumple con la normativa.