M.ª del Camino
Dice la Real Academia de la Lengua Española que “Comunicar” es descubrir, manifestar o hacer saber algo a alguien, conversar, hablar con alguien de palabra o por escrito, transmitir señales, marcar un número de teléfono,…, etc. Estas definiciones y muchas más hace la Real Academia, y, con validez, pero… incompleta, por no tener en cuenta al interlocutor, que es parte fundamental en la comunicación.
Cuando un bebé llega al mundo no sabe hablar, pero se comunica con su madre, desde el momento en que le ponen sobre su pecho desnudo en ese contacto “piel con piel”, escucha su corazón, y reconoce la voz, que durante nueve meses le ha hablado y que ahora al sentir y reconocer, el llanto del bebé cesa porque le da seguridad, y a la madre se le escapa una lagrimita de felicidad, y, en total silencio están haciendo la más bella declaración de amor “sin palabras”.
A partir de ese momento el bebé recuerda que tocar, mirar, oler, gatear, llorar, patalear, es su lenguaje de signos y siempre nos dice algo que, además entendemos por la gran conexión que hay con su piel, su mirada, su sonrisa, es… un todo, este es el código más maravilloso de comunicación, porque en él no fallan ni emociones, ni sentimientos. El bebé se deja sentir naturalmente.
¿Os imagináis cómo sería la vida si nos comunicáramos así de naturales?
Que sensación de bienestar: maravilloso, entrañable, saludable, feliz... me ha producido tú exposición M. Camino.
ResponderEliminarComenzar así el día aunque sea con una simple lectura a Pepi le ha resultado muy gratificante.
Lenguaje del amor, nada más...
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