El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 2 de septiembre de 2018

Un verano
entre cerezas

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena


Si algo ha caracterizado este verano es la cantidad de cerezas que he consumido. Blancas, negras, rojas, picotas...
Compré pequeñas cantidades al principio, cuando su precio era prohibitivo pero el placer de degustarlas era mayor. Compré cantidades cada vez más grandes a medida que avanzaba el verano y su precio se estabilizaba, que, a pesar de su mayor volumen, me duraban cada vez menos tiempo en la despensa.
Me han llegado cerezas de gente y de lugares inesperados y he compartido cerezas en encuentros gratos y también inesperados.
Dicen los productores de cerezas que no ha sido un buen año, que la cosecha ha sido escasa y la calidad no muy buena. Sin embargo (otra sorpresa de la vida) he comido y he disfrutado cerezas más que otros veranos. Me han regalado cestos, cajitas y cajas de cerezas. Y hasta me han permitido coger las que quisiera directamente del árbol.
Las tomé para animarme y para consolarme; sola y en compañía; mientras leía, observaba o escribía; en momentos de gran ilusión y en ratos de profunda pena; antes y después de las comidas. En resumidas cuentas, a todas horas.
La vida, que siempre es un toma y daca, ha puesto a mi disposición –y sin más límite que mi propio hartazgo- uno de mis mayores placeres. Supongo que habrá sido así para compensar y hacer más llevadera la desilusión que también me regaló. Así lo quiero interpretar.
Conclusión: siempre hay un bálsamo para cada herida, un mimo para cada pena y un montón de detalles preciosos que amortizan los golpes recibidos.

Tenemos 7 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Hay un montón de detalles preciosos. Gracias Escribana!!!

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  2. Me gusta hasta su color salvaje y fresco. Que la vida de cada uno se llene de cerezas..

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  3. Que importante es saber descubrir y valorar esos pequeños detalles. Observar y ver las cosas con otros ojos.
    JF

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  4. No hay que olvidar que nuestra felicidad depende solo de nosotros.... y esos "pequeños momentos", disfrutándolos plenamente, son únicos. Un saludo postvacacional..... me encanta volver a leerte.
    XD

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  5. Esperaba este domingo para volver a disfrutar de tus observaciones.

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  6. ..."Conclusión: siempre hay un bálsamo para cada herida, un mimo para cada pena y un montón de detalles preciosos que amortizan los golpes recibidos".
    Me ha encantado la conclusión a la que llegaste. Una enseñanza para tener en cuenta en mi vida. Pepi

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  7. Darse cuenta de los pequeños detalles para mí es un amortiguador muy importante para los golpes de la vida.
    OXO
    Me alegro mucho de que se retome el blog.

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