El rincón del optimista
Juan
El proyecto ‘Adopta un Abuelo’, en el que participan alumnos de varias universidades españolas en colaboración con la asociación bautizada con el mismo nombre, ‘Adopta un abuelo’, se ha alzado con el primer galardón en los V Premios al Voluntariado Universitario de la Fundación Mutua Madrileña, dotado con 10.000 euros. Se trata de un programa intergeneracional que proporciona compañía a ancianos ingresados en residencias de mayores, con el objetivo de ayudar a paliar su soledad. En total, la Fundación Mutua Madrileña ha repartido 35.000 euros entre 6 proyectos galardonados. Estos premios tienen como objetivo impulsar y reconocer el espíritu solidario de los jóvenes españoles y contribuir económicamente al desarrollo de los proyectos.
Esta noticia positiva me la encontré buceando por internet y me pareció digna de difundir y de comentar. Hace unos meses, mi hijo menor estuvo realizando un voluntariado ‘obligado’ en una residencia de ancianos como ‘castigo’ judicial a una gamberrada que protagonizó junto con su pandilla de amigos. Esos días que pasó charlando y entreteniendo a los abueletes y abuelitas le vino más que bien, además de que, creo, aprendió la lección. Jugó a las cartas, hizo malabares, les leyó el periódico… Llegaba a casa contando anécdotas muy curiosas y muy humanas de estos mayores que viven en el geriátrico de cerca de casa. Los viejecillos le tomaron cariño al ‘pimpollo’ y mi hijo más aún a ellos. El valor que tiene para nuestros abuelos una breve charla o la sola presencia de gente joven es incalculable. Es energía con la que cargan su desgastada batería.
Aquí merece la pena recordar el proyecto del propio Teléfono de la Esperanza en León con el Ayuntamiento de la capital leonesa por el que se realizan llamadas telefónicas para hablar y escuchar a personas mayores de 65 años de la ciudad de León que viven solos (se estima en más de 2.000) y que padecen aislamiento social dado que apenas se relacionan, no participan en actividades y, de manera paulatina, el deterioro acumulado hace que pierdan autonomía. Un hilo telefónico de ‘esperanza’ basado en la escucha que realiza un nutrido grupo de voluntarios de la ONG que están pendientes de sus necesidades, se ganan su confianza e intentan motivarles para luchar contra la soledad y el aislamiento.
Qué trabajo nos cuesta imaginar que algún día todos nosotros podemos pasar por una situación similar o, al menos, casi seguro que correremos el riesgo de vernos en este mismo escenario. Preferimos salir a correr o a pasear antes de sentarnos frente a nuestros mayores o ante viejecitos desconocidos a liberarles un poco del peso de su soledad. Ya lo dice el refrán: “Arrieros somos…
Asín sea.
Y cada vez tenemos más abuelos y con más años, se merecen compañía para aquellos que se sienten solos.
ResponderEliminarOXO
Estupenda entrada optimista!
ResponderEliminarM.Elena
Tu comentario me honra, Escribana. Los domingos son puro gozo para los lectores del Blog. Gracias.
ResponderEliminarJuan
Como dice el refrán: "No hay mal que por bien no venga". Tú hijo ha tenido unas vivencias, (para mi), extraordinarias que las recordara toda su vida.
ResponderEliminarA mi me encanta escuchar a los mayores, y cuando les tengo a mi lado; darles besos y abrazos.. ¡Cuanta enseñanzas me dan!. Pepi