La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Cambian los hábitos de vida. No vivimos hoy como hace diez años siquiera. Ni los jóvenes como nosotros. Ni los niños como aquellos que fuimos en un tiempo más o menos lejano.
Cambia nuestro entorno. Las pequeñas tiendas de nuestro barrio van desapareciendo, absorbidas por grandes superficies o por negocios más modernos y tecnológicos. Donde antes había guarderías ahora hay centros de día para la tercera edad. Los gimnasios y centros de estética proliferan, las oficinas adoptan nombres extranjeros y el comercio se internacionaliza y se expande en red.
Cambia nuestra forma de ver las cosas, nuestra perspectiva. Aquello que escogimos un día ha perdido interés y hoy escogemos lo que antes no hubiéramos ni imaginado. La comodidad on line puede más que el uso de los sentidos: tocar, oler, gustar, escuchar, ver.
Cambian nuestras circunstancias. Llegan los hijos, mueren los padres, crecen las familias, marchan los hijos… Personas que formaron parte de nuestra vida se han ido por diversos motivos y otras llegan –a veces inesperadamente- para quedarse. Y hay que hacer sitio. Y hay que acoplarse. Y hay que adaptarse.
Cambiamos de casa, de trabajo, de automóvil, de familia, de ciudad, de aficiones, de amigos, de estado civil. Cambiamos nosotros. Cambian los demás. Aunque decidamos, unos y otros, sentarnos y esperar (esto también produce cambios, puede que incluso mayores)
Estamos rodeados de cambios, queramos o no. A veces sutiles. A veces drásticos. Algunos, voluntarios. Otros, la gran mayoría, sobrevenidos.
Si todo cambia, entonces, ¿qué es lo que permanece?
Qué es lo que permanece? Buena pregunta.
ResponderEliminarTal sea mejor no responder a la pregunta y dejarla libre y que su respuesta vaya cayendo como caen las manzanas de mis huertos
ResponderEliminarNo pernanece nada, porque el presente es infinítamente pequeño, casi inexistente.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarPermanece lo aprendido, disfrutado, llorado, aceptado, compartido, experimentado, creado, dejado sin hacer y lo que realmente somos.
ResponderEliminarOXO
Todo cambio supone un esfuerzo, pero a la vez es una forma de aprender, de crecer, de avanzar en esta vida.
ResponderEliminarSiempre tendríamos que estar receptivos a los posibles cambios.
JF
Leyendo tu publicación, me viene a la memoria la canción de Mercedes Sosa:
ResponderEliminar(...)Me cambia el rumbo el caminante
Aúnque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño ...
XD
Ay los cambios! Qué poco gustan cuándo no son voluntarios!
ResponderEliminarme gusto
ResponderEliminarNo cambia la esencia. F.A.L.
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