Pax Vostrum
Beatriz
Todos sentimos momentos de soledad y carencia en nuestras vidas. En numerosas ocasiones anhelamos la presencia de otros y podemos "sufrir" por ello, si nos dejamos llevar por la historia que aparece en nuestra mente y caemos en el victimismo.
Hace un tiempo encontré este texto, que,para mí, es un bálsamo. Sabemos que el bálsamo no cura las heridas al momento, pero ayuda a "llevarlas" mejor. Aquí te va.
LA VOZ DE LA ADICCIÓN Y LA VOZ DE LA LIBERTAD.
Esta es la voz de la adicción: "He olvidado quIén soy. Siento carencia y falta de plenitud en el momento. Necesito que "X" me devuelva la plenitud, mi propia esencia, que me recuerde quIén soy. X me traerá la presencia en el futuro. La presencia está fuera de mí ahora. Dependo de X. Necesito a X.
Y he aquí la voz de la libertad: "Sé que nada ni nadie puede llevarse la presencia que soy. Siento la necesidad, el deseo, la carencia de X. Lo reconozco, incluso lo permito –las sensaciones del cuerpo, las imágenes de la mente–, pero sé que X fundamentalmente no puede darme ni va a darme nada que no esté ya aquí. X no me traerá la presencia, la paz verdadera. La presencia tiene lugar Ahora. No está fuera de mí, ni se halla contenida en objetos, personas o sustancias. Es lo que soy, en el sentido más profundo. La necesidad, la contracción, la sensación de limitación no son enemigas, sino que me recuerdan lo que soy: un espacio naturalmente inmenso, ilimitado, inalterable y siempre presente, radicalmente abierto a todos sus contenidos cambiantes. Es mi infinitud inherente la que permite esta sensación de limitación. Es mi relajación natural la que permite esta sensación de contracción. No dependo de X para tener paz en el momento presente. No necesito a X. Ya estoy completo, incluso sin X. Ya estoy completo, ahora".
Jeff Foster
Si nos damos cuenta que todo está en nuestro interior, y que cada uno dependemos de nosotros mismos alcanzaremos la libertad. Pepi
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