Generalmente vamos por la vida demasiado rápido, con un montón de ocupaciones y cosas que hacer. Decimos que no tenemos tiempo, que tenemos prisa… Hoy en día nos cuesta pararnos y detenernos a reflexionar.
Y si no nos paramos nosotros, a veces es la vida la que se encarga de hacerlo a través de algún problema o situación que nos frena en seco.
Cuando sucede esto, estamos ante la oportunidad de conocernos a nosotros mismos.
Reflexionemos sobre cuáles son nuestros objetivos, si lo que hacemos nos acerca o aleja de los mismos y si realizamos aquello que queremos y es lo mejor para nosotros. Hacerlo es fundamental porque, si estas en León y quieres ir a Asturias, si caminas hacía Madrid es mejor que te hubieses quedado quieto. A veces hacemos cosas que no nos gustan, que nos alejan de nuestros propósitos o nos quitan tiempo para hacer aquello que deseamos realmente.
Si queremos superar la timidez y conseguir aquello que es importante para nosotros, reflexionar sobre nuestra situación actual, darnos cuenta del punto en el que nos encontramos y comprender los comportamientos que realizamos es el primer paso.
Dediquemos tiempo a estar con nosotros mismos. Podemos realizar un poco de meditación a diario, dar un paseo, leer… Veamos en la soledad una oportunidad de reunión con nosotros mismos.
También quiero resaltar que para conseguir nuestros propósitos la reflexión es un paso previo a pasar a la acción. Reflexionemos y démonos el tiempo que necesitemos pero si queremos lograr nuestras metas tenemos que llevar las cosas a cabo.
¿Qué aprendizaje te aporta esta lectura? ¿Qué acción concreta vas a realizar para ponerlo en práctica?
Es bueno tener un tiempo para nosotros
ResponderEliminarCreo que es muy cierto lo que dices...necesitamos pararnos, reflexionar...encontrarnos con lo más profundo de nosotros mismos.
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