Había una vez una niña que creció creyendo en los cuentos de hadas y en el espacio mágico del mundo de princesas y príncipes. Princesas débiles y cariñosas, necesitadas de príncipes apuestos y valientes que les resolvieran la vida.
Crecía a su lado un niño que no leyó jamás un cuento de hadas ni creía en fantasías principescas. Trabajaba, experimentaba, probaba, aprendía desde la realidad sin entretenerse en ensoñaciones irreales.
Un día, la niña –cansada de vivir en las nubes y no encontrar lo que buscaba– bajó su mirada a la cotidiana y tranquila realidad que la rodeaba. Y el niño –cansado él del arduo y árido trabajo diario– levantó la suya para ver un poco más arriba, para descansar. Y he aquí que sus miradas se encontraron.
Desde entonces no han dejado de mirarse.
Ella descubrió que la realidad no estaba tan mal, que se podía vivir en ella trabajando y construyendo esperanzas. Ya no quiere príncipes perfectos y lejanos, ajenos a lo cotidiano. Quiere vivir, sin más, aceptando lo que venga y diciendo sí a la vida.
Él se relajó y, de vez en cuando, descansa en la paz de no hacer nada y de pararse a contemplar. Ha descubierto que mirar un poco por encima de la realidad le ayuda a serenarse y a confiar. Quiere descubrir la magia de la vida sin necesidad de salir de ella.
Y aquellos que llegaron a conocerlos cuentan que, desde que enlazaron sus miradas, la vida es más bonita y más alegre para ellos y para los que les rodean.
No decias que no creías en los cuentos Escribana?
ResponderEliminarEfectivamente, pero qué te hace suponer que esto es un cuento?
EliminarLa escribana
¿Dónde está el equilibrio entre la realidad de la vida y la de nuestros sueños?
ResponderEliminarJF
Me gustan los encuentros y si son inesperados una maravilla
ResponderEliminarNo sé si es un cuento o no, pero es muy bonito. Gracias!
ResponderEliminarDe vez en cuando sería conveniente que reflexionásemos sobre nuestra vida ... ¿tenemos ilusiones por las que vivir? ante esa sensación de que la vida se escapa,hay grandes cosas esperándonos...
ResponderEliminarHagamos el compromiso de poner magia en nuestra vida cotidiana!!!!!!
XD
Yo no veo ningún cuento aquí, entiendo que son dos personas completamente distintas pero unidas en un punto, que es su equilibrio. Para que dos personas puedan vivir en armonía, no tienen porqué ser semejantes, pero si tienen que tener ése punto de enlace qué las proporciona confianza, seguridad, en una palabra; equilibrio para poder mantenerse en la cuerda floja de la vida los dos juntos.
ResponderEliminarDesde entonces no han dejado de mirarse... Tal vez sea esto lo más importante de esta historia.Pese a sus diferencias se miran.
ResponderEliminar¡Uff Escribana!. La exposición me parece de más profundidad de la que parece. Difícil llegar a ese punto. Pepi
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