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pero el que recibe nunca debe olvidar
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sábado, 25 de mayo de 2019

Entrevista a
Rafael Santandreu

Diario de León, mayo de 2019
«Solo los neuróticos reducen el mundo
a amigos o enemigos»


El televisivo psicólogo Rafael Santandreu ofrece hoy una charla en León a propósito de la publicación de su nuevo libro Nada es tan terrible, que recopila herramientas de la psicología cognitiva. Santandreu recibió numerosas críticas en twitter por decir el año pasado que enviaba «rayos de amor» a Hitler.
—Viene a León a presentar el libro ‘Nada es tan terrible’, pero a lo mejor se encuentra con una audiencia no muy receptiva. Usted ha dicho que hay que amar a Hitler y ha llamado ‘locuelo’ al asesino de Diana Quer. Si piensa así ¿cómo cree que se tomarán el título de su libro las víctimas de la Manada, de violencias sexuales o asesinatos?
—Todos somos capaces del mayor bien y del mayor mal. Los alemanes de la II Guerra Mundial eran personas iguales que tú y yo, pero se contagiaron de la locura del egoísmo extremo. Yo he visto muchos casos de delincuentes transformados por la fuerza del amor. Esa es la apuesta de la no violencia de Gandhi que yo secundo.
—¿Y cómo se curan los menores que sufren acoso y abusos sexuales?
—La psicología ayuda desde hace décadas a personas que han sufrido abusos y la vía de curación está en el amor y una mirada espiritual de la vida; no en la venganza y el rencor.
—Cree que no es «terrible» que las personas huyan de sus países, las maten, mueran ahogadas en el Mediterráneo y vivan el rechazo por racismo.
—Las personas más fuertes y felices optan por no calificar de «terrible» casi ninguna situación. Stephen Hawking, el científico en silla de ruedas, era uno de ellos: él decía que su parálisis extrema no era un gran problema. Su filosofía era concentrarse en las cosas maravillosas que sí podía hacer.
—¿No cree que los libros de autoayuda han perdido tirón?
—A mí no me gustan los libros de autoayuda; creo que el 95% son muy malos. Pero sí hay algunos que son joyas como por ejemplo: Dejar de fumar es fácil si sabes cómo, del británico Allen Carr. Millones de personas han dejado el tabaco sin «mono», incluso disfrutando del proceso.
—¿Por qué su libro es distinto a los otros de autoayuda? ¿cómo destapar a los farsantes?
—Yo aconsejo acudir a profesionales del tema y que practiquen terapias avaladas por estudios serios. La terapia cognitiva que yo practico dispone de más de 2.000 estudios publicados en revistas científicas. Es más eficaz que cualquier psicofármaco del mercado.
—Usted sostiene que hay que esforzarse mucho para caer en una depresión, pero la depresión es un trastorno mental fuerte que padecen 350 millones de personas en el mundo. ¿Cree que estas 350 millones de personas quieren estar deprimidas?, que no es lo mismo que estar triste.
—Por supuesto que no lo desean. Pero, sin darse cuenta, ponen en marcha un diálogo interior que les lleva a la depresión. Lo han hecho durante años y de ahí, su estado actual. Hay que mostrarles qué es lo que hacen mal y ayudarles a tener otra filosofía de vida.
—¿Entonces solo los fuertes son felices?
—Hay que ser fuerte o inteligente a nivel emocional. Lo cual pasa por tener pocas necesidades: saber que lo esencial es amar la vida y a los demás; no presionarse nunca, no sobreexigirse, saber perdonar...
—Pero lo hacemos mal. La sociedad está muy medicalizada.
—Hay mucha gente adicta a los ansiolíticos y esto en sí, es un problema de salud pública. En mi consulta ayudamos a muchísimas personas a desengancharse de ellos. Cuando los dejan, recuperan su capacidad de disfrutar de la vida, la seguridad personal y el auto respeto.
—¿Puede usted contar algún trauma que haya superado con las técnicas que defiende en su libro?
—A los veintiocho años, estaba muy descontento de mi vida y de mi entorno; me quejaba continuamente y no era feliz. La psicología cognitiva me volteó la mente y, desde entonces, estoy en la mejor etapa de mi vida.
—¿Cree que esta sociedad tan conectada es más débil mentalmente que la de nuestros abuelos?
—Tenemos la enfermedad de la «necesititis» que ellos apenas conocían. La necesititis es el precursor de la ansiedad y la depresión. Es la creencia de que necesitas mucho para estar bien: ser guapo, extrovertido, delgado, tener estudios, pareja, un piso en propiedad... y 10.000 cosas más. Y como falles en una sola de ellas: ¡eres un gusano!
—¿Qué pueden hacer las familias para que los hijos sean mentalmente fuertes y asertivos?
—Tienen que transmitirles, poco a poco, las bases filosóficas de las personas fuertes: que necesitan muy poco para estar bien; que la principal cualidad de las personas es la capacidad de amar; que podemos disfrutar de todo: también del trabajo y el esfuerzo.
—Acabamos de pasar unas elecciones y hemos visto debates broncos, toscos y llenos de insultos. ¿Por qué cree que pasa esto?
—La política siempre será un reflejo de la sociedad, aunque nosotros no lo veamos. ¿Acaso la gente no se pelea en familia, en el trabajo? La única manera de cambiar hacia el amor y la cooperación es que dejemos de criticar a los demás y nos ocupemos de nosotros mismos en primer lugar.
—¿Funcionan los mensajes del miedo?
—Puedes obtener cosas mediante el miedo, pero al precio de neurotizarte tú mismo y a los demás. Es mucho mejor no tenerle miedo a nada y sólo perseguir objetivos de la ilusión, el amor y la alegría.
—¿Nos sentimos más seguros si tenemos identificado a un enemigo?
—Sólo los neuróticos viven en un mundo de blanco y negro, de amigos/enemigos, de bien y mal radical. Las personas más sanas analizan los fenómenos con calma y ven que suele haber muchos factores en juego: estudian esa complejidad y proponen soluciones creativas y positivas.
—¿Por qué hay personas que tienen miedo a lo diferente?
—El miedo es invasivo, se contagia a las distintas esferas de la vida. El amor también. Si eliminas tus temores y cultivas el amor, verás lo diferente como excitante e interesante. Si cultivas el temor, lo verás como potencial amenaza.
—¿Por qué cree que los extremismos políticos ganan adeptos en el mundo y también en España?
—Las explicaciones populistas siempre serán atractivas porque son reduccionistas, fáciles de entender y prometen soluciones instantáneas. Sólo elevando el nivel educativo podemos combatirlas.
—¿Cree que todos podemos tener comportamientos tóxicos para otras personas?
—Al contrario. Nadie puede hacerte daño si tú no te dejas afectar por ello. Además, la mayoría son chorradas, niñerías sin importancia. Para ser fuerte y feliz tienes que estar por encima de eso.
—¿Cómo protegernos de las personas que quieren boicotear nuestros logros?
—Entendiendo que esas personas están neuróticas, enfermas. Déjalo estar; tú sigue a lo tuyo con ilusión y alegría.
—¿Cree que es saludable cambiar de opinión?
—Claro. Por ejemplo, la gente criticó equivocadamente a Jorge Vestringe, político del Partido Popular, que luego se convirtió en adalid de la izquierda. Vestringe sólo demostró que es una de las personas más inteligentes de este país.

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