Valentín Turrado
He vuelto a abrir los labios
y a saborear el beso amarillo de la primavera,
a escuchar el croar de las ranas
en una fiesta cercana que parece no tener fin,
a ver caminar al colirrojo tizón por la tierra recién levantada
buscando lombrices perezosas,
a sentir el olor envolvente
de la hierba recién cortada y del romero florecido,
a embobarme con las abejas haciendo el amor
de cama en cama, de flor en flor,
a sonreír a los surcos de mi humilde huerto
y a sentarme a contemplar en mi poyo de madera cómo amamanta la vida
con los pechos suaves de la lluvia y el calor,
a observar a la gata silenciosa que pasa a mi lado
esperando encontrar una espina de pescado en su comedor de verano,
y a las hormigas ordenadas, con su fruto a cuestas, camino de casa.
He vuelto a sentir algo dentro,
algo que estaba invernado,
ágil como un saltamontes interior,
una especie de alegría virgen y con rocío
y una brisa acariciando la cara
de serena felicidad
y los ojos se me llenaron de luz,
sin pensar en nada.
Que este poema se te haga vivencial. Pepi
ResponderEliminar