Ijeoma Umebinyuo: “Aceptarme como soy y saber que lo que hago es poderoso, es ya revolucionario”
Ijeoma Umebinyuo es una poeta nigeriana que escribe en inglés. Leímos Questions for Ada (Preguntas para Ada) el pasado verano en el taller “La poesía feminista que atraviesa el cuerpo” en la librería Mujeres y Compañía de Madrid. Estos poemas profundizan en su genealogía, en su dolor, en el amor hacia ella misma, en su cuerpo y en su historia. El activismo poético de Ijeoma consigue además destruir el silencio con el que muchas veces habitamos nuestra realidad racista y patriarcal. La contactamos por email y nos concedió esta entrevista.
¿Quién es Ada y por qué son estas preguntas para ella?
Ada es un nombre Igbo que se pone a las hijas. Normalmente se reserva a las hijas primogénitas.
El cuerpo de la mujer es un símbolo central en tu poemario. Es el recipiente del amor, del trauma pero también es el lugar desde el que trazas una genealogía de mujeres, escribes desde el cuerpo sobre tus ancestras.
Quería escribir sobre lo que sé y lo que quería ver. Quería enseñar cada experiencia dolorosa, cada experiencia que me han contado y, lo más importante, quería centrar mis poemas en esas mujeres que casi nunca aparecen representadas. En la historia que cuento son importantes mujeres como mis abuelas, mis madres.
El cuerpo es político, nuestros cuerpos son políticos, no importa desde qué perspectiva los miremos. Desde los derechos reproductivos hasta los debates sobre la brecha salarial. Desde la mutilación genital femenina hasta la educación de las niñas. Desde la titularidad de las propiedades hasta el hecho de que las mujeres sean descritas como propiedad de los hombres. Los legisladores debaten sobre nuestros cuerpos, pero también se debate sobre ellos en nuestras familias y en nuestras comunidades. Siempre que las mujeres posean y reclamen sus cuerpos van a ocurrir cosas importantes, porque por mucho tiempo se nos ha dicho que nuestro cuerpo pertenece a todo el mundo menos a nosotras. Si una mujer decide no ser madre, le hacen sentir vergüenza. En muchos lugares cuando la mujer decide apropiarse de su cuerpo y llevar a cabo una planificación familiar, su marido puede decir que no. Quería escribir sobre las tragedias y los triunfos de aquellas mujeres que se priorizan a sí mismas. Priorizarse no ha sido fácil para muchas.
No estaba interesada en la mirada masculina.
Tu poesía es una poesía sanadora: «Transformé nuestro amor en poemas/y todos los dolores cedieron/toda la ira desapareció» [«I curated our love into poems/and all the pains became less,/all the anger left»]. Por otro lado, en esta charla TEDX cuentas que tu poesía no solo cura sino que también es política y en algunos lugares hasta revolucionaria. ¿Nos puedes explicar esto?
«Cuidar de mí misma no es autocomplacencia, es autoconservación, y eso es un acto de lucha política»- Audre Lode [«Caring for myself is not self-indulgent, it is self-preservation and that is an act of political warfare»- Audre Lorde]
Cuando mejor estamos es cuando nos cuidamos a nosotras mismas. Creo que «mi poesía es una poesía sanadora» y eso no contradice que tenga el poder de ser revolucionaria. Puede curar y puede ser revolucionaria. Curar en sí mismo puede ser revolucionario, cuidar tu salud mental es político. Disociar el poder curativo de lo político puede hacernos mucho daño.
Déjame explicaros mejor por qué lo que digo en la charla TED sobre Desmantelar la Cultura del Silencio es revolucionario. Creo que me he atrevido a desafiar lo existente, me he atrevido a cuestionar el sistema de creencias que sostiene que el silencio es una virtud, he impulsado un discurso que examina de nuevo lo que sabemos y deconstruye paso a paso la cultura/tradición del silencio. Sé de dónde vengo, sé qué se espera de mujeres como yo y sé que no se esperaba de mí estar ahí de pie hablando sobre mujeres como he hecho en Questions for Ada. En sí mismo esto es ya revolucionario. Sé que lo que estoy haciendo, lo que estoy pensando y cómo estoy impulsando algunas ideas que cuestionan el patriarcado es revolucionario. No hay una sola manera de ser revolucionaria, siempre hay matices y maneras diversas de serlo. De todos modos, aceptarme como soy y saber que lo que hago es poderoso, es ya revolucionario.
La curación se describe como un proceso en tu poesía, un proceso vital: «Ambas hemos sobrevivido/ para de nuevo/ amarnos a nosotras mismas/una/y/otra vez» [«We both have endured/to come back into/loving ourselves/again/and/again»] ¿Es la curación una manera de vivir para todas las mujeres? ¿Tiene este proceso un final?
Sería ingenuo por mi parte hablar de todas las mujeres. Puedo hablar de mí misma y decir que la curación llega en olas, puedo decir que he sobrevivido para volver a amarme a mí misma una y otra vez. Digo esto porque he lidiado con momentos de tristeza que casi me destrozan. Lo digo sabiendo que tengo que ser más amable y más compasiva conmigo misma. Escribí ese poema porque quería recordarme a mí misma y a cualquiera que lo leyera la importancia de perdonarnos a nosotras mismas. Algunos días tengo que recordarme que tengo que volver a quererme, tengo que recordarme que todavía no es el final. La curación es un proceso. Es un proceso en el que notas una mejoría. Es porque sé que esa mejoría se produce que voy sumando días y días a este proceso.
«Heridas llenas de amor/ convertirse en una mujer» [«Wounds filled with love./ woman becoming»] ¿Qué significa «convertirse en una mujer» para ti?
Quitarme el dolor. Desprenderme de las relaciones tóxicas. Entender que no todo el mundo va a entender quién soy. Descubrir que todos los días crearme a mí misma otra vez, construir quién quiero ser. Donde había heridas, ahora hay amor. Amor a mí misma.
Escribes que «“bella” es “una manera vaga y mezquina de describir” a una mujer» [«“beautiful” is “a lazy and lousy way to describe” a woman»] ¿Por qué?
Creé ese personaje en mi cabeza. Imagino a una mujer valiente que lo ha pasado muy mal, alguien que ha tenido que reconstruir su vida desde cero. Imagino a una chica que tuvo que soportar el trauma, que tuvo que encontrar caminos para superarlo. Imaginé una chica que se descubrió a sí misma y que es ingeniosa, atrevida y sin remordimientos. A esta chica se la llama bella y ella dice, «no, mírame. Mírame, esa palabra es mezquina, vaga». Aunque es un poema muy corto, esta es la chica que yo imaginé para que respondiera a esa pregunta.
Hay algunas palabras en tus poemas (creemos) que en Igbo como Nne, Nneka o Ginikachukwu. ¿Qué significan estas palabras? ¿Por qué decidiste no traducirlas?
Es importante que si los estadounidenses pueden escribir sobre capuchinos sin describirlos, yo pueda usar ciertas palabras sin explicarlas. El no traducirlas fue algo intencionado. De todos modos, Ginikachuwu es el nombre de mi querida prima y Nneka es un nombre Igbo.
Algunos escritores como Ngugi Wa Thiong’o decidieron escribir en su lengua materna y no en inglés. Aunque tú escribes en inglés, la colonización del lenguaje también se puede encontrar en tus poemas: «Kwame dejó/ de hablar en voz alta/ cuando las criaturas se rieron/ del modo en que pronunciaba “agua”». «Kwame/ cambió su nombre por el de “Steve”/ en la escuela/ y aún así no podía encanjar allí» «[Kwame stopped/ speaking out loud/when the little kids laughed/at the way he pronounced “water”.»] [«Kwame/changed his name to “Steve”/in school/but still he couldn’t fit in.»]
Aunque crecí en Nigeria, a mí me ha ocurrido lo contrario. El inglés ha sido mi lengua materna porque Nigeria fue desgraciadamente colonizada por los británicos. Ahora estoy intentando que mi Igbo sea más fluido. Esto también es consecuencia de la colonización ¿no?
¿Nos puedes nombrar alguna escritora o poeta que admires?
Acabo de terminar Ruby de Cinthia Bond. Es un trabajo muy potente.
THANK YOU! Dalụ!
Gracias!
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