La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Érase una vez un hombre sirio que se dedicaba a ser guía turístico en su país. Y era muy bueno. Los turistas estaban encantados con él, con su cultura, su simpatía y su buen hacer.
Por cuestiones fáciles de entender dejó su profesión y se convirtió en intérprete de reporteros de guerra. Los periodistas también estaban encantados con él, con su profesionalidad y su discreción.
Finalmente tuvo que abandonar su país y se estableció en Noruega, montando un pequeño negocio –una frutería– para poder vivir, en un país y una cultura muy diferente a la suya. Con los años, su pequeña tienda ha pasado de ser desapercibida a convertirse en un lugar de charla y reunión. Los noruegos –cuenta él– compraban fruta sin hablar y sin mirarse. Ahora, en su tienda, hablan, se comunican y pasan un rato agradable.
Esta historia –real– la escuché en la radio hace unos días. ¿Por qué la cuento ahora?
Porque es un caso evidente de que no importa dónde vivas o a qué te dediques. Lo que realmente importa es cómo eres y que das. Nuestro hombre sirio era bueno en Siria y ahora en Noruega. Era bueno trabajando de guía, luego de intérprete y ahora de frutero. Probablemente, de que pasen los años, los noruegos también estarán encantados con el frutero de su barrio.
El hombre sirio es él, vaya donde vaya y trabaje en lo que trabaje. No reniega de su pasado ni se queja de su presente. Vive la vida como la vida viene, adaptándose a las circunstancias de la mejor manera que sabe.
Toda una lección de humildad y honestidad.
Me gusta este hombre sirio
ResponderEliminarHay personas que hagan lo que hagan triunfan, porque creen en ellos mismos.
ResponderEliminarOXO.
Pues sí, hay que acoger humildemente lo que venga y adaptarnos de la mejor forma.
ResponderEliminarBonita reflexión....todo se gana a través de nuestras palabras y acompañadas de nuestras acciones. No hay nada más valioso en la vida que el respeto y la humildad.
ResponderEliminarXD
..."Lo que realmente importa es cómo eres y que das". ¡Que gran verdad!.
ResponderEliminarAplausos para el hombre Sirio y Mº Elena.
Es admirable ver a personas como ésta capaces de aceptar lo que viene y cómo viene, de aprender, de empezar de nuevo, de reinventarse, de ver una nueva oportunidad. Son personas valientes, decididas.
ResponderEliminarJF
Muy bonita reflexión.
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