La Escribana del Reino
M. E. Valbuena

Desde hace ya unos años se ha puesto de moda en nuestra cultura el contar –desde el 1 de diciembre– los días que restan hasta Navidad. Cada día se celebra con el descubrimiento de un pequeño regalo: una flor, una chocolatina, un juguetito, etc. Así, hemos convertido el mes de diciembre en un mes de juegos y diversión. Cada día un regalito, el sorteo de lotería de Navidad, el Papá Noel de la Nochebuena, el regalo de fin de año y el del amigo invisible, para que no falta nada.
No hay que ser muy listos para darnos cuenta de que detrás de tanta dádiva está la mano no invisible de la invitación al consumo.