Javi Fidalgo
Aprendiendo a decir SI.
Aprendiendo a decir NO.
Iniciamos una nueva aventura en este Camino de Santiago y digo nueva porque una vez que hemos recorrido el trayecto desde Roncesvalles hasta León, no nos íbamos a quedar aquí y decidimos continuar hacia Oviedo por el camino que llaman de San Salvador. Ya habréis oído el dicho de que "el peregrino que va a Santiago y no pasa por San Salvador, sirve al criado y olvida al señor".
Además nos han contado que en este viaje podemos ser peregrinos privilegiados al poder contemplar las "innumerables" reliquias guardadas y custodiadas en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.
Así iniciamos este maravilloso día alrededor de San Marcos, con ilusión, con ganas, con la alegría de reencontrarnos y poder compartir esta nueva etapa.
La mañana estaba "fresquita" porque la helada de la noche había sido considerable, pero al final de Carbajal aprovechamos a tomar un café calentito y a bailar alguna de nuestras danzas.
Todo el camino va serpenteando entre encinas y robles a orillas del río Bernesga, rodeado de chopos ya casi sin hojas, de las chimeneas de los pueblos ahumando y en un día claro, sin nubes, con unas vistas espectaculares de los pueblos al fondo y los valles... es una bonita estampa del mes de noviembre.
Nos encontramos con restos de algún pueblo que ya no existe, Villalbura, del que solo queda en pie poco más que un edificio y es curioso el "armario botiquín" que nos encontramos allí y que alberga material sanitario, planos y un libro de firmas.
Hemos podido caminar juntos, danzar unidos, hablar, escuchar y escucharnos, reír, observar y fijarnos en pequeños detalles del camino, hasta escribir en el suelo lo que este día nos iba diciendo: "ARMONÍA".
Ha habido un tramo con continuas subidas, que nos ha costado un poco más... es como el camino de la vida, donde hay momentos que se pone muy cuesta arriba, que parece que no puedes más y es necesario parar, tomar aire para poder continuar porque esto no es una competición y qué importante es en estos momentos sentir la presencia de esa mano amiga, de ese compañero de camino en quien apoyarte.
A lo largo de este día, reflexionamos y hablamos también sobre el "SI" y el "NO". A qué o a quién decimos o nos gustaría decir SI y a quién o a qué no somos capaces de decir NO.
Así hemos llegado al final de la etapa, Cascantes. Un bonito pueblo muy cuidado, con una fuente que tenía un agua buenísima y en su plaza decidimos comer nuestros bocadillos para reponer fuerzas. Todavía quedan unas horas de sol y decidimos continuar hasta La Robla, que son unos cinco kilómetros más.
Acabamos este bonito día cansados pero cargados de energía y dando gracias por todo lo que hemos compartido y disfrutado juntos. La vida se compone de estos pequeños detalles, a veces una sonrisa, un abrazo, un beso, una palabra, una mirada o un simple escuchar... un pequeño gesto es mucho más importante que cualquier regalo porque lo haces con sinceridad y desde el corazón.
Y desde el corazón nos has resumido el día tan formidable que pasamos el sábado. Un abrazo Javi
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