La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Fotografía de Ramón Blanco
De pequeña, influenciada por las historias que me contaba mi abuela, creía firmemente que el Cielo y el Infierno eran lugares físicos a los que nos íbamos cuando dejábamos esta vida conocida. El Cielo estaba en el cielo (obvio) y el Infierno allá abajo, en lo más profundo de la tierra, de manera que más de una vez espié las alcantarillas para ver si vislumbraba un atisbo de llama o de luz que demostrara la existencia del temido lugar. Nunca lo vi.
Han pasado los años. Ya no creo en el Cielo y el Infierno como sitios concretos, ni creo en otras muchas cosas.
Pero creo en el cielo, como un estado de felicidad, serenidad y confianza en la vida. Y creo en el infierno, como un estado de rabia, dolor, falta de aceptación, frustración y malestar.
Creo, además, que en la mayor parte de los casos, nosotros mismos elegimos –consciente o inconscientemente– cada estado. O, si no lo elegimos, nos dejamos arrastrar a ellos sin oponer mayor resistencia.
Con los años he llegado a descubrir que el cielo es nuestro estado natural; aquel al que la vida nos conduce si nos dejamos y aceptamos su devenir; si confiamos, si bailamos con ella. Y el infierno, aquel al que nos empeñamos en estar cuando nos regodeamos en nuestras zonas oscuras sin querer abrir huecos de luz y rayos de esperanza; cuando no aceptamos; cuando no vemos ni escuchamos ni experimentamos otra cosa que nuestra propia sombra.
Vivimos entre el cielo y el infierno. Y, a veces, sólo un paso separa un estado del otro.
Elegimos?
ResponderEliminarUn paso que hay que dar ! Un abrazo. BlueBoy
ResponderEliminarNosotros somos los que convertimos nuestro día a día en un lugar agradable y en el que disfrutamos con lo que hacemos; o en un verdadero suplicio, en un lugar inaguantable para nosotros y los que están a nuestro lado.
ResponderEliminarJF
Muy buena reflexión Escribana.
ResponderEliminarMª Elena según eres de observadora me hubiera gustado verte
ResponderEliminarespiando las alcantarillas ja,ja,ja........
En mi vida se me presentan situaciones; positivas y negativas; las positivas las disfruto a tope, pero las negativas cada día estoy aprendiendo "a capear el temporal"; sintiendo y encauzando las emociones negativas, para que me hagan el menos daños posible y aprendiendo de ellas.
La foto es impresionante. Me transmite fuerza, vigor, belleza, despertar a un nuevo mundo.. y según la vi la 1ª vez hasta miedo. ¡Aplausos!. Pepi
Somos los ùnicos responsables que actitud cogemos ante las situaciones.
ResponderEliminaroxo
Una foto con mucha fuerza e intensidad
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