Fotografía de Jesús Aguado
Admiramos a pintores, escultores, arquitectos, poetas, creadores… y todo tipo de artistas, entendiendo por tales aquellos que muestran su talento y realizan, a través de él, obras de arte.
Existe otro arte –muy antiguo pero poco practicado– que es el arte de escuchar.
A través de él conseguimos sacar a la luz maravillas escondidas tras el manto de la vergüenza o de la timidez, tras el tabique del “no sé”, tras la pereza del inmovilismo crónico.
El arte de escuchar consiste en acoger, entender, explorar y reflejar aquello que el escuchado es y dice saber. Es abrir todos los sentidos a la escucha, prestar atención a los detalles mínimos, mirar más allá de lo aparente, enhebrar interioridades y guiar a veces, no siempre, a zonas de más luz.
Para practicar este arte son necesarios tiempo –del que todos andamos escasos- ganas –que tampoco abundan- disponibilidad –cada vez más reducida- silencio –tantas veces evitado- y una cierta preparación para no caer en el puro voluntarismo. Instrumentos, todos ellos, sin los cuales no obtendremos ninguna obra artística. Y, por supuesto, también conlleva un coste de desgaste personal, como la práctica de cualquier otra actividad.
Sin embargo, el resultado del ejercicio del arte de escuchar es tan valioso, tan hermoso, tan fantástico, que merece la pena todo coste y todo esfuerzo. Las obras son únicas e irrepetibles, sin posibilidad de plagio. Parten de una materia prima de buenísima calidad y son cinceladas adecuadamente por el artista de la escucha. Por ello, de este trabajo, sólo pueden brotar fuerza y luz en proporciones similares y a grandes dimensiones.
Gracias por vuestra escucha en el Teléfono de la Esperanza.
ResponderEliminarOtra sencillez que nos brinda la vida y vamos dejando que se escape. Un abrazo . BlueBoy
ResponderEliminarQué se escapa? O quién?
EliminarLo que tiene que escaparse y nosotros nos resistimos a que así sea y eso nos provoca dolor¿ONOESCRIBANA?
EliminarQuién es capaz de escuchar más allá del pabellón auditivo, ya está dando un beneficio al que habla, es cómo un abrazo.
ResponderEliminarOXO
Es verdad, escuchar es un arte. Gracias por ponerlo en valor
ResponderEliminarUna entrada muy bonita y clarificadora
ResponderEliminarGracias sobretodo a el teléfono de la esperanza, es quien a cada momento práctica este arte.
ResponderEliminarAnónimo dijo...
ResponderEliminarEn este día a día en el que vivimos tan acelerados, todas son prisas, no hay tiempo para nada, todo lo hacemos a través del móvil,de los whatsapp, hablamos y hablamos y qué poco escuchamos de verdad. Cada vez más personas se sienten solas y no tienen a nadie que les escuche y preste un poquito de atención.
JF
Una de las grandes enseñanzas que me ha dado el Teléfono de la Esperanza, y sigo practicando para seguir avanzando en la escucha. Que me parece saber escuchar de un gran valor. Pepi
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