
pero el que recibe nunca debe olvidar
martes, 30 de abril de 2019
Curso Conocerse para crecer

lunes, 29 de abril de 2019
Curso Conocerse para crecer

domingo, 28 de abril de 2019
Día de elecciones
sábado, 27 de abril de 2019
viernes, 26 de abril de 2019
Sentirse vivo
Me he negado a vivir
encerrada en una casa ordenada de
las razones y evidencias.
El mundo en el que vivo y en el que creo
es más amplio que eso. Y, de todos modos,
¿qué tiene de malo el quizás?
No creerías lo que he visto
Una a dos veces. Voy a
Decirte algo:
Sólo si hay ángeles en tu cabeza podrás
algún día, posiblemente ver alguno.
jueves, 25 de abril de 2019
La modificación de las medidas de separación, divorcio o paterno filiales

Se interesaba uno de nuestros lectores por si cabe la posibilidad de “revisar” las medidas acordadas en una separación o divorcio respecto de los hijos. Pues bien, lo cierto es que no solo las referentes a los hijos menores o incapacitados, sino cualquiera de las medidas adoptadas en un procedimiento de separación, divorcio, o medidas paterno filiales -tanto de mutuo acuerdo, mediante convenio regulador, como en sentencia dictada por el Juez- es susceptible de ser modificada posteriormente.
miércoles, 24 de abril de 2019
Las raíces del miedo

El miedo es una vivencia innata a los animales y a los hombres. Tenemos miedo porque no somos omnipotentes, no lo podemos todo. Los dioses no tienen miedo: son autosuficientes. El hombre en tanto en cuanto ser limitado tiene que sentir miedo para no realizar acciones que no puede hacer (volar, atravesar el fuego, correr a 300km/h. por una autovía, etc.). Pero esto no implica que sea un cobarde, sino que es consciente de sus limitaciones como ser humano. El miedo se convierte en patológico cuando desciende a situaciones concretas y cotidianas o incapacita al sujeto para realizar su vida ordinaria. El miedo nos recuerda, pues, una cosa: que somos humanos.
El miedo siempre se produce por la conjugación de dos hechos: supervaloración de la situación concreta, o bien, porque nos infravaloramos y nos consideramos mas frágiles de lo que somos y mas vulnerables. La esencia del miedo procede de nuestra inseguridad y de la hipertrofia del otro (situación, objeto o fantasía). También es cierto que estas experiencias se refuerzan cada vez que se producen y que tienen su punto de arranque en vivencias infantiles de desamparo o de abandono afectivo, produciendo personalidades débiles muy influenciables por el entorno, que siempre vivirán como hostil
Pero existe un miedo ancestral: el temor a desaparecer. Precisamente por esto, en el hombre podemos describir un tipo de miedo, que es como el soporte de todas las posteriores vivencias: el miedo a la muerte y el miedo a la locura. En ambos lo que está en juego es la autodestrucción. La muerte es un viaje sin retorno y la locura un laberinto donde difícilmente podemos encontrar una buena salida. Ambas situaciones son deteriorantes e invalidantes. Ambas situaciones conllevan el peligro de la aniquilación (de la vida o de la razón). El resto de los miedos (a la enfermedad, a la soledad, a la libertad, a la vinculación, etc.) son como un remedo de ese miedo ancestral. Por esto una vivencia de miedo es mas o menos grave en tanto en cuanto nos acerca al principio de nuestra aniquilación como persona o como ser con autonomía y libertad de pensar. En el fondo, con los miedos, siempre estamos en el filo de la navaja del ser o no ser.
Claves para manejar el miedo
"El miedo- ha escrito Antonio Gala - se asemeja a un pozo (que cuanto mas tierra se saca de él mas crece) y a la oscuridad (que cuanto mas grande menos se ve)". Es decir, el miedo se incrementa con el miedo. Señalaremos algunas señales para que ese "pozo" y esa "oscuridad" disminuyan, sobre todo en los mas pequeños:
* principio básico: el miedo es consustancial al ser humano. Tenemos miedo porque somos limitados. No podemos pues desterrar totalmente el miedo de nuestra existencia. Incluso podemos afirmar que un "cuanto" de miedo es necesario para poder vivir. Un miedo patológico nos paraliza, pero la ausencia total de esta vivencia nos llevaría a la insensatez y al riesgo permanente.
* clima de confianza: el miedo no se vence con valor sino con una educación centrada en la confianza y la seguridad que proporciona el sentirse querido y amado por lo que uno es, no por lo que hace. Aquí el contagio es muy fuerte: una familia miedosa engendrará hijos miedosos. Incluso deberíamos manifestar miedo cuando la situación así lo requiera. ¡Es bueno que el niño perciba que los mayores también tienen miedo!
* enseñar con el ejemplo: una buena receta consiste en explicar las situaciones misteriosas: el significado de las tormentas, un apagón de luz, la muerte de un ser querido, etc. Incluso habría que facilitar que el niño participara en las situaciones que teme: ir al cuarto con la luz apagada, salir a la calle, etc. Y sobre todo nunca ridiculizar o despreciar aquellas situaciones que al niño agobian.
* no amenazar: es un error intentar conseguir que el niño se porte bien o estudie más, pues de lo contrario vendrá una bruja mala o “el hombre del saco”. Nunca el miedo será un buen acicate para portarse bien.
* la ayuda psicológica: en los miedos irracionales e invalidantes es necesario la intervención de un profesional (psicólogo, psiquiatra) para poder superarlos. Aquí la sola buena voluntad no basta, sino que hay que remover las raíces mas profundas de esa vivencia.
martes, 23 de abril de 2019
Curso "Conocerse para crecer"
lunes, 22 de abril de 2019
Encuentro con los mayores




El 5 de abril tuvimos la primera reunión del año con las personas que pertenecen al "Proyecto de Mayores". El recibimiento fue como siempre entrañable, y para ellos lleno de sorpresa ya que se desarrollaba en la nueva sede. Les percibí más contento.. Se les hizo más participes en dicha convivencia, y esto ha tenido unos resultados muy positivos.
En breves pinceladas transmito el desarrollo de la misma:
- Uno de nuestros Mayores es médico, y estuvo dando una información bastante completa; sobre la angina de pecho, infarto de miocardio y como se debe llevar una vida saludable, para evitarse en la medida de lo posible.
- Otro recitó unas poesías, y después, con una de las personas que realiza la escucha a los Mayores hicieron una declaración de amor que fué el hazme reír de los asistentes.
Se culmino con efusivos aplausos a todas las personas que pusieron su grano de arena para que la tarde se desarrollara con aprendizaje y diversión.
- La terminación de los encuentros siempre son con una rica, rica meriendica,
- Y ya para finalizar la coordinadora del Proyecto de Mayores, les animó a que expresaran sus sentimientos de como se habían encontrado a lo largo de la sesión, y ahora en el momento de la despedida. Y verbalizaron::
- "gratitud".
- "bienestar".
- "confianza".
- "El decir: no estoy sola, esto vale mucho".
- "Continúen por favor con las llamadas que hacen".
- "Llegué tarde, pero estoy muy contenta".
- "Llegué tarde, pero me ha compensado".
- "Vaya piso más bonito".
- "Cuanto bien nos hacen"......
Y ya en la despedida, se les fue enseñando la nueva sede del Teléfono de la Esperanza´, y los comentarios fueron unánimes: muy espacioso, muy bien acondicionado, y con mucha luz.
Emocionalmente me vino muy bien todo lo vivido esta tarde en la sede del Teléfono de la Esperanza con las personas que pertenecemos al "Proyecto de Mayores en Soledad". Desde aquí os envío mi agradecimiento, por todo lo que aportasteis cada uno, que también redundó en beneficio mio, y acompañado de efusivos besos y abrazos.
domingo, 21 de abril de 2019
Señalización
La normativa sobre prevención de riesgos laborales establece la necesidad de señalizar aquellos riesgos que se dan en el lugar del trabajo, para advertir de los mismos, obligar a determinados usos y proteger, de esa forma, a los trabajadores.
Seguro que, a estas alturas, todos conocemos señales de prohibición, señales de obligación, señales de advertencia y señales de evacuación, y sabemos lo que significa cada una de ellas.
Yo, que curso tras curso, estoy harta de explicar el significado de la señalización a mis alumnos, siempre pienso lo mismo: ¿Por qué nadie nos enseña, en algún momento de nuestras vidas –fundamentalmente en los primeros años– a señalizar nuestras emociones y nuestros límites personales?
Sería estupendo saber usar y saber leer señales como: “advertencia, peligro de derrumbe emocional” o “prohibida la entrada a toda persona ajena a la felicidad” o “uso obligatorio de casco y guantes para soportar reparaciones del corazón” o “salida de evacuación hacia la ternura y el cariño” o “uso obligatorio de abrazos” o “prohibido hablar sin escuchar”… Y así podríamos seguir.
Pero, claro, nunca nos han enseñado semejantes señales. Nosotros solitos hemos tenido que ir descubriéndolas a costa de observar y experimentar. Y, con el tiempo, hasta nos hemos hecho expertos en el uso y lectura de las mismas.
Estaría bien que, en estos tiempos electorales, algún partido prometiera enseñar a aprender el lenguaje emocional, pero me temo que no va a ser así, por dos motivos. El primero, porque no iba a arañar ningún voto. El segundo, porque, probablemente, ni se sepa lo que es la inteligencia emocional ni se quiera saber de ella.
sábado, 20 de abril de 2019
Actitud

¡Cuántas veces nos hemos levantado por el pie izquierdo!¡Cuántas veces todo los vemos negro!¡Cuántas veces renegamos del trato de otros!¡Cuántas veces...pon tu situación...Y OLVIDAMOS QUE SOMOS DUEÑOS DE NUESTRA VIDAQUE PODEMOS CAMBIAR LA ACTITUD.Ponte las pilas y una sonrisa...el camino será muy distinto.
viernes, 19 de abril de 2019
Abrazos

He dado abrazos de lunaque parecieran lejanos,pero alumbran.He dado abrazos de sol y de fuego,avivando el volcán escondido.He dado abrazos de aguaque envuelven y calman,fertilizando mi humilde huerto.Se me olvidaron los abrazos de viento,pasajeros,huidizos;nunca regresaron.He dado abrazos infinitos de tierra,de lunes a viernes,necesarios para sostenerse,y no acabar en un desguaceo en una ensoñación.He dado abrazos de niebla,de nieve y de luz,también sombríos;merecieron la pena.He dado tantos abrazosde noche como de día.¡Ay, aquellos abrazos que me dejaron en el andénviendo al tren alejarse al infinito!¡Cómo no evocarlos ahora,ahora que están tan cerca!He dado abrazos de besosy abrazos sin ellos;los dos me parecieron bellos.No recuerdo abrazos sin ganas,sin miradas ni corazón.He dado abrazos de almay abrazos de cuerpo;ahora ya no sé separarlos.Abrazos cómplices,abrazos divinos,abrazos que tardaron en soltarsey abrazos que aún siguen vivos.Estos últimos son mis preferidos.Todos mis abrazos son grandes,En ellos estás “Tú” y estoy yo.
jueves, 18 de abril de 2019
miércoles, 17 de abril de 2019
Viaje

Un día por fin supistelo que tenías que hacer, y lo empezaste,aunque a tu alrededor algunas vocesinsistían en gritarmalos consejos…Aunque toda la casase puso a temblary sentiste el viejo tirónen los tobillos.“¡Arréglame la vida!”,gritaba cada una de las voces.Pero no te detuviste.Sabías lo que tenías que hacer,aunque el viento husmearacon sus dedos rígidoshasta en los cimientos,aunque su melancolíafuese tremenda.Ya era bastante tardey era una noche espantosay la carretera estaba llenade ramas y piedras caídas.Pero poco a poco,a medida que dejabas atrás sus voces,las estrellas comenzaron a ardera través de las láminas de nubes,y se oyó una voz nuevaque lentamentereconociste como tuya,que te hacía compañíamientras a zancadaspenetrabas cada vez más en el mundo,con la decisión de hacerlo único que podías hacer…la decisión de salvarla única vida que podías salvar.
martes, 16 de abril de 2019
Primaveras
lunes, 15 de abril de 2019
Adiós, hasta pronto

domingo, 14 de abril de 2019
Cuesta escribir
sábado, 13 de abril de 2019
No tienes que ser buena...
viernes, 12 de abril de 2019
Taller de jóvenes

jueves, 11 de abril de 2019
Leemos a Rumi

A Rumi, el gran poeta y místico sufí del siglo XIII, se le atribuyen estas respuestas:
- Dejar de tratar de cambiar a los demás y concentrarnos en cambiarnos a nosotros mismos.
- Aceptar a las personas como son.
- Entender que todos están acertados según su propia perspectiva.
- Aprender a “dejar ir”.
- Ser capaz de no tener “expectativas” en una relación, y dar de nosotros mismos por el placer de dar.
- Comprender que lo que hacemos, lo hacemos para nuestra propia paz.
- Dejar de pretender demostrar al mundo lo inteligente que se es.
- Dejar de buscar la aprobación de los demás.
- Dejar de compararnos con los demás.
- Estar en paz consigo mismo.
- Ser capaces de distinguir entre “necesidad” y “querer” y somos capaces de dejar ir ese querer.
- Dejar de unir la “felicidad” a las cosas materiales.
miércoles, 10 de abril de 2019
La Piedra de Rosetta


martes, 9 de abril de 2019
Entrevista
a Ana María Oliva

lunes, 8 de abril de 2019
Angustia, miedo
y pánico

Era un día soleado. Nieto y abuelo se encontraban en el zoo frente a la jaula de los leones. Los animales rugían. Ante la mirada atónita de los presentes, el niño dice al abuelo: "vámonos, pues parece que tienes miedo". Es una forma defensiva ante el temor: no reconocerlo o atribuírselo a los otros. En este caso al abuelo. No tengamos miedo y... hablemos del miedo.
Angustia, miedo y pánico
En el lenguaje coloquial utilizamos indistintamente uno de esos vocablos. Así hablamos de "miedo al mundo" o de "la angustia a los sitios cerrados". Pero el miedo siempre se refiere a algo determinado y concreto; es algo objetivo y delimitado. Mientras que la angustia es un sentimiento difuso, sin concretar, sin motivo real donde apoyarse.
Antonio llega a la consulta con la cara desencajada. Entre titubeos nos dice: "Me siento raro y extraño. Es una vivencia que no puedo definir. De pronto, siento un malestar generalizado que me revuelve el vientre, me sube a la garganta y tengo la sensación de que voy a morir". Esto es la angustia. Un sentimiento global e insólito que uno no sabe explicar, solamente padecer. Es mas cuando se quiere poner palabras a esta sensación, se escapa, como el agua en una cesta. Antonio insiste: "creo que nadie me comprende. Solamente lo puede entender el que lo haya pasado". Esto es la angustia.
Por el contrario, el miedo se expresa de forma diferente: malestar a la oscuridad, a los ascensores, a los ratones o a las alturas. Todo tiene un denominador común: el objeto del miedo es algo (o alguien) real o fantaseado, pero concreto y determinado. Se puede describir y a veces tocar.
En la vida cotidiana nos encontramos con situaciones, objetos o animales que nos producen un sentido de malestar, con taquicardia incluida, hipersudoraciòn o sequedad de boca, etc. Esto es el miedo. Miedo a la oscuridad, a los perros, a ser enterrados vivos, a las cucarachas, etc. Es un sentimiento que a veces se confunde con el asco y que produce alejamiento de esas situaciones o al menos se intenta.
El pánico es un miedo "al por mayor". Se podría decir que es una ración doble o triple de miedo. Se produce como respuesta a una situación o hecho, que aparece de forma inesperada y que sobrepasa todas las expectativas del individuo: ejemplos: ante un terremoto, un incendio, el desbordamiento de un río o sentirse perdido en una tormenta de nieve. Esto es el pánico. Por la forma de presentación (repentina) y su intensidad (masiva) invade a toda la persona y a veces la paraliza o genera una reacción desproporcionada (tirarse por la ventana de un sexto piso por el pánico de quedar atrapado por las llamas).
domingo, 7 de abril de 2019
Lo que se avecina
A veces me entretengo escuchando predicciones de futuro cuanto menos curiosas. Por ejemplo, que tras este seco invierno nos espera un verano de infierno; o que si no llueve pronto, los alérgicos lo vamos a pasar fatal; o que, tal como van las cosas en general, cada vez estaremos peor.
No sé qué base científica tienen tales predicciones. Imagino que unas están más fundamentadas que otras, pero, en cualquier caso, predicciones son.
Mientras tanto, yo observo que los árboles han brotado anunciando vida, que los pájaros cantan con fuerza, que la luz se va imponiendo a la oscuridad, que los días se alargan, que los amaneceres y los atardeceres son para extasiarse.
Observo también que muchos jóvenes buscan su sitio en un marco de ayuda mutua, moviéndose por intereses no sólo económicos o utilitaristas; que muchos padres se ocupan de sus hijos para que éstos crezcan más felices, no con más cosas sino con más cariño; que muchas personas intentan vivir de forma auténtica y sincera, a pesar de parecer nadar contra corriente; que la solidaridad aún es un valor.
Y, sí, ya sé que está la otra parte (que, por otro lado, es la que más se ve). La parte de la oscuridad, del egoísmo estructurado, de la manipulación, del dolor incomprensible, de la soledad, del pasotismo ante la injusticia, del ombliguismo aplastante… Lo sé.
Pero prefiero seguir mirando lo que me da vida y me genera energía, lo que me nutre la mirada y me hidrata el alma. Del mismo modo que las flores anuncian los frutos, independientemente de si éstos llegan o no a ser.
sábado, 6 de abril de 2019
viernes, 5 de abril de 2019
El clan del oso cavernario

jueves, 4 de abril de 2019
Comienza el día con una sonrisa
miércoles, 3 de abril de 2019
Identifican el origen común de la maldad humana

martes, 2 de abril de 2019
Cómo voy al bosque
lunes, 1 de abril de 2019
Tierra
