La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Cuesta escribir cuando las tareas cotidianas se multiplican y se dividen los frentes a dónde acudir, agotándonos, mientras las horas del día permanecen invariables (ni se estiran ni se doblan, muy a pesar nuestro).
Cuesta escribir cuando la mente está entretenida en mil planes, en infinidad de ideas a desarrollar, en trampas que atrapan la energía y las ganas y que nos alejan del presente para perdernos en vericuetos del pasado o del futuro, que no aportan nada a nuestro presente.
Cuesta escribir cuando las emociones están embarulladas y caminan a sus anchas en terreno vulnerable, cuando se confunden sentimientos sin que logremos llamarlos por su nombre, cuando el discernimiento cuelga el cartel de cerrado por vacaciones.
Cuesta escribir cuando faltan la serenidad y la templanza necesarias para analizar los acontecimientos. Cuando éstos se suceden tan rápido que no hay casi tiempo para procesarlos e integrarlos en eso que llamamos normalidad. Cuando las decisiones nos vienen dadas.
Cuesta escribir cuando la inspiración está cansada o dormida o castigada. Cuando cree que no es útil más que para pasar el rato. Cuando está convencida de no conducir a ningún buen puerto.
Cuesta escribir cuando la realidad, de tan plana y fea como es, espanta y debilita la ilusión de ver un poco más allá, de apreciar la luz en medio de la niebla, de distinguir color entre tanto tono gris. Cuando la tristeza inunda la mirada y el corazón late a ritmo de adagio.
Sin embargo… escribo.
Hoy a mí también me cuesta escribir sabiendo..
ResponderEliminarQuerida Escribana, deseo que seas valiente una vez más para sentir y comprender tu tristeza, sin dejar en el camino de ser auténtica.
ResponderEliminarXD
Gracias por seguir escribiendo y darle palabras a estos momentos tan complicados de entender...mil gracias
ResponderEliminar"En la vida hace más el que quiere que el que puede".
ResponderEliminarTú tesón y tú valía te dejan seguir siendo consecuente con lo que en un día iniciaste con tanta ilusión, y para mí es todo agradecimiento, por los regalos que cada domingo; me has dado y me sigues dando a pesar de los pesares.
Una vez más y con todo mi cariño desde mi corazón. Gracias. Muchas gracias, e infinitas gracias. Pepi
La última frase es la que te define querida Escribana. Desde que te conozco siempre has sido consecuente con lo que piensas. Muchas gracias.
ResponderEliminarGracias por seguir compartiendo con nosotros todos los domingos, tus emociones, sentimientos e ideas. Nos alegramos contigo y nos entristecemos también contigo. Por eso hoy, te quiero decir ¡ÁNIMO,
ResponderEliminarvive el ahora!, que el tiempo lo cura todo.
Gracias por compartir con nosotros cada semana tus emociones, sentimientos e ideas.
ResponderEliminarNos alegramos contigo y nos entristecemos también contigo.
Hoy sólo se me ocurre decirte: ¡ANIMO, vive el ahora! Afortunadamente, el tiempo todo lo cura y lo olvida.Besines
" sin embargo....escribo". Al igual que la Vida...vive, el Amor...ama, la Luz ilumina. Escribes Vida, Amor, Luz. GRACIAS Escribana.
ResponderEliminarEs evidente que la inspiración sigue ahí, y en todo su esplendor. Qué bien has descrito, aunque te cueste escribirlo, el momento que ahora toca vivir, duro, como tantos..., pero tú ya sabes querida Escribana, todo es perfecto. Todo mi Amor.
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