LOS QUE AMAN
A
los que aman no hay tarea que les cueste, ni destino que no alcancen.
Se
levantan cada mañana, con el rostro amado en el alma, sonriendo al nuevo sol y
agradeciéndole a Dios la posibilidad de amar y de contemplar el objeto de su
amor. Si este está cerca, lo disfrutarán doblemente y si está lejos,
simplemente lanzarán sus suspiros al aire para que se transformen en besos
apasionados de silencio.
A
los que aman, “distancia”, “tiempo” y “espacio”, son palabras vacías, sin
sentido, ya que en su enamorado diccionario solo cuentan con los términos
“cercanía”, “amor” y “ternura”.
Si
hay que esperar, esperan. Si hay que ponerse a caminar, caminan, y si en algún
momento del proceso deben llorar, lloran sin vergüenza ni medida. Nada les
apura ni nada les asusta, pues en su corazón palpita, llena de vida, la imagen
de quien aman. Y con este poder en el pecho convierten su alegría en llanto y
su llanto en alegría.
Son
los que aman los que saben de sueños y esperanzas, pues cada minuto de su día
lo viven en un rostro, una mirada y una sonrisa, que por muy lejanas que se
encuentren, siempre las sentirán como en casa. Porque los que de verdad aman
entienden la grandeza de un rostro. No es una cara de tantas; es la faz de la
persona amada. Los que de verdad aman no miran unos ojos: contemplan los
diamantes más perfectos creados sobre la tierra. Los que de verdad aman al
mirar esa sonrisa entienden lo que es la magia.
Porque
los que aman ven la obra de Dios manifestada; la belleza íntegra de la persona
amada, foco de ternura, centro de cariño, templo de respeto donde orar en
silencio por su bienestar y su alegría.
Y
porque sólo aman los que se aman, de lo más profundo de su corazón entregan sin
límites y sin miedo toda la inagotable fuerza de su espíritu para convertir a
quien aman en un manantial ternura compartida.
Mª José Calvo Brasa
Grande reflexión: "porque sólo aman los que se aman". Con esto basta, basta
ResponderEliminarMe ha encantado. Ya está todo dicho. Norecic
ResponderEliminarExtraordinaria exposición sobre el amor
ResponderEliminarLo más importante para Pepi para poder amar es amarse primero así mismo.
Muy emocionante fue para ella el día que su interior le demostró que realmente se amaba cada vez más.