Es posible
aprender de lo que está quebrado, de lo que se ha roto y ya no se puede juntar,
de lo que nos dio la espalda y nos cerró las puertas, de los tropiezos y las
medias rotas.
Es posible
aprender de las cuentas que no nos cuadran y de los aplausos que no recibimos,
de los besos que queriendo dar no dimos y de los abrazos que dimos sin
quererlos dar.
Es posible
aprender de los votos que no tuvimos, de las listas que nos cerraron, de las
veces que nos engañaron, de los reproches inmerecidos.
Es posible
aprender de los que tienen otros credos o visten otros colores o sueñan con
otros dioses o cantan otras canciones.
Es posible
ser en un momento todo y en un instante nada, ¡como si el todo y la nada fueran
plazas distintas!. El círculo es redondo y todos los puntos acaban
convergiendo.
Es posible
aprender de los propios errores, bajarse del caballo que nos lleva al abismo,
pararse, sentarse, descalzarse y arrojar lejos las piedras almacenadas durante
años en nuestros propios zapatos. Que mejor se viaja sin ellas.
Es posible
dejar de ser perfecto y emborronar con tinta de colores la propia vida, pisar
charcas como los niños libres, que a uno le llamen loco sin estarlo y
aventurarse a hacer locuras.
Son posibles
tantas cosas, tantas, que merece la pena no dejar de ser humano.
Valentín
Turrado
Muy bien tu exposición Valentín; pero hay también personas como Pepi, que han tenido que desaprender todo lo aprendido; la mochila estaba llena de piedras, los zapatos no podía ni calzarlos, el corazón se la salía de ansiedad, angustia, soledad, es decir toda su salud emocional estaba quebrada. Así que felicita a los que en su vida no han vivido este triste y doloroso camino.
ResponderEliminarMe apunto a este mensaje: aprender de todo. No tomar nada personalmente. Aceptar los rotas, las cosas que salen distinto a como proyectaba. De todo sacar la sabiduría que en ello hay. Norecic
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarAprender es una forma de estar en la vida, a mí me encanta aprender y... ¿de qué se puede aprender? De todo, ab so lu ta men te DE TODO. Aprender depende de uno/a; el otro/a puede enseñar, pero soy yo quien elijo si quiero aprender o no y ahí está mi libre albedrío, que claro que existe, porque la voluntad es mía.
ResponderEliminarLa persona que aprende es una persona en constante búsqueda, que gusta de conocer, de descubrir, de encontrar algo nuevo, desconocido. Aprender cuesta y es la cuesta de enero, de febrero, de marzo... es un proceso en cuesta y que no termina nunca de hacerse,, no hay un final, nunca llegamos a descubrirlo todo y eso es muy motivador para quien mira al monte, al río, a la puesta de sol... ¿Ves esos montes? pues detrás de ellos hay otros y luego otros más y eso es lo que hace el descubrimiento fascinante y es que siempre hay algo que descubrir, es un proceso con ti nu o.
Merece la pena ser un poco loco, un poco idiota, un poco intrépido, un poco niño, un poco de ... todo, acercarse a todo y a todos/as, merece la pena, cómo no, ser Humano, quebrados, rotos, pero con la vista levantada, con el paso firme y decidido, apostando siempre por la vida, con todos los pesares, con todas las calamidades, pero con la mirada puesta siempre en el horizonte, esperando, desesperando, ir descalzos y sin credos, aceptando colores, abriéndose a todo y manteniendo el círculo donde todo converge y se aúna.
Gracias por este escrito tan motivador, Valentín, por compartirlo y por la dedicatoria para los que nos gusta ser estudiantes y aprendices de todo y es que ... sabemos tan poco de lo poco, ¿quién decía aquello de "Solo sé que no sé nada"? Era un profesor o un estudiante? ¿un sabio o un tonto? Pido a Dios que deje unos pocos tontos/as, hay muchos lissstos/as. ¿Vamos de listos/as o de tontos/as? ¿De qué vamos? Creo que seguiré aprendiendo ¿y tú?
Errare humanum est. Hasta desaprendiendo aprendemos. Aprender es la forma de sentirse humano, finito y grandioso a la vez. Pero no debemos aprender psra atesorar... sino para compartir. Buena reflexión, Valentín.
ResponderEliminarPaco