Los
príncipes, las princesas
de los
cuentos de pequeñas,
la magia de
las historias
que nos narran
los poetas,
que
enaltecen al amor
y lo adornan
de belleza,
abriendo a
la fantasía
los sueños y
las quimeras.
Y llega la
realidad
y no
queremos creerla,
un hombre de
carne y hueso
con su
bondad, sus miserias,
Una mujer de
hueso y carne
Con aciertos
y torpezas.
Y se
distorsiona el cuento
Poniéndonos
a la espera
De que tan
solo sea un sueño
Y en
príncipe se convierta
Para recrear
la historia
Que
escuchamos de pequeñas
Sin darnos
cuenta que no,
tampoco
somos princesas.
María
Guerrero, psicoterapeuta
A veces de ilusiones también es necesario vivir, pero reconociendo eso: "que es una ilusión" y que debe durar poco tiempo, para no hacernos daño.
ResponderEliminarMaría, deseo que la evolución de tu enfermedad esté en el final de una experiencia nueva en tu vida, y estés muy bien. Te envía un abrazo con inmenso cariño Mª Ángeles (de León)