El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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martes, 1 de noviembre de 2016

Urracas

El rincón del optimista
Juan


Me había propuesto este primero de noviembre no hablar de la muerte para quitarle hierro al día, pero confieso que resulta difícil evitar el tema, pues la muerte está tan presente en la vida que no se concibe la una sin la otra. Hablaré pues de la muerte, pero esta vez de forma indirecta.
Cuando circulo con mi coche por autovías y autopistas, cosa que por desgracia tengo que hacer prácticamente a diario, me llama la atención las maniobras de las aves carroñeras que se alimentan de esos otros animalillos que son atropellados por los vehículos que pasan casi sin cesar por el asfalto. Cornejas, milanos, cuervos, urracas… se reparten los tramos de carretera para no entrar en conflicto de competencia. Todos son aves oportunistas, todos se juegan la vida cada día, cada minuto diría yo, para alimentarse soportando unos riesgos que otros ejemplares de su misma especie no sufren cuando cazan o buscan su comida a campo abierto. Si las avecillas han nacido en una de esas sebes que pueblan las medianas, casi seguro que aprendan a comer de esta forma sólo siguiendo el patrón de sus progenitores, en vez de elegir los campos más libres de peligros que suponen los depredadores naturales. De vez en cuando también veo que alguna de estas aves deja su esqueleto en el frío asfalto por no haberse retirado a tiempo del ‘plato’ o por cruzar de una orilla a otra cuando no tocaba. Pero curiosamente suelen ser cornejas (grajos) o milanos los que veo que suelen ‘caer’ en acto de servicio, no así urracas (también conocidas como pegas o picaza) que las considero inteligentes en grado sumo. Estos pájaros blancos y negros son auténticos supervivientes entre el mayor de los peligros que les puede acechar. De hecho, las urracas prefieren la proximidad de parajes alterados por el hombre como las ciudades, los basureros o carreteras, del mismo modo que les agrada la cercanía de poblaciones humanas. Un día te hablaré de Pepa, una pega que conocí en Llamas de la Ribera y que entrevisté hace años, sí, sí, entrevisté digo, pues había aprendido a pronunciar varias palabras y breves frases cortas y sencillas de su dueño y adiestrador Manolo.
Ahora toca reflexionar para no dártelo todo hecho. ¿Tú corres pocos o muchos riesgos en la vida? ¿Te la juegas cada día o eres un conservador cien por cien? ¿Te consideras un oportunista o simplemente aprovechas las oportunidades que te pone la vida por delante? ¿Te consideras más urraca o milano? ¿Te sientes más cerca del inocente urogallo o del astuto?
Si te sirve de pista, yo amo la vida, deseo que mi corazón siga latiendo por mucho tiempo, pero también añado que quien no arriesga no gana, quien no juega a la lotería no tiene posibilidad de que le toque el premio, y que si no le pones un poco de emoción a la vida corres el riesgo de morir… pero de aburrimiento. Definitivamente creo que yo soy un poco urraca, pero sólo a ratos.
Asín sea.

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gustan los milanos. Tienen iba cualidad admirable, no se cansan de observar

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  2. No se si estoy leyendo al optimista o a Félix Rodríguez de la Fuente

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  3. Arriesgo poco, he aprendido que a veces no hace falta arriesgar, se trata de esperar, pero depende mucho de las situaciones
    OXO

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