El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
lunes, 30 de septiembre de 2013

PRONTO VAMOS A RENACER


"Siento que esta vida que ahora vivimos está terminando, esta forma en la que ahora habitamos está llegando a su fin.
Lo que hasta ahora daba fundamento a este mundo, va a dejar de existir.
El futuro no va a ser continuación del pasado. Todo lo que vemos va a ser reemplazado por algo diferente. Mi corazón lo sabe.
Ese algo diferente será una escala de mayor vibración, un conocimiento muy profundo de lo divino y una exultante alegría.
A pesar de los sufrimientos que aún tenemos, a pesar del dolor que padecemos, a pesar de estos estertores finales, hay una atronadora alegría que se puede sentir en toda la tierra. Está por todas partes. A veces se oye, se escucha. Ya falta poco. Pronto vamos a nacer de nuevo. Ya estamos naciendo"

Raúl Rodríguez, en su libro Másdeciencaballossueltos



¿Qué te sugieren, amigo internauta estas palabras?
domingo, 29 de septiembre de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO


-      Como siempre –

Siguiendo en la línea de los reencuentros otoñales, es curioso encontrarse con tantos “como siempre”. No sé si respondemos de esta manera consciente o inconscientemente, pero llama la atención que usemos tan reiteradamente esta coletilla cuando nunca estamos igual que ayer.

Me he fijado en algunos “como siempre”. Es verdad, siguen hablando de los mismos temas (la crisis, los sueldos, el Gobierno, la corrupción…) sin  aportar nada, sin modificar sus puntos de vista, incapaces de ver que la vida continúa a pesar de eso y aún con eso.

Pero se engañan. No están como siempre. Están peor. Más amargados, con menos ilusión, sin perspectivas de cambio, más cínicos, más agrios y más ácidos. No deberían contestar “como siempre” sino “peor que antes”.

Los hay también -¡menos mal!- que, contestando así, se mantienen ilusionados, luchadores, alegres, creativos, empáticos y entusiasmados. Y tampoco deberían contestar “como siempre” sino “mejor que antes”.

Y es que yo creo que nuestras palabras nos llevan a una actitud.

Si buscamos lo negativo y nos regodeamos hablando de desgracias, penurias y fatalismos, acabaremos viendo sólo eso y engordando el mal en sentido amplio. Si hacemos un esfuerzo por buscar y encontrar la belleza en lo cotidiano, la alegría en la sencillez y la verdad en lo simple, acabaremos formando parte de eso mismo.

Allá donde pongamos nuestro corazón y nuestra mirada se nos irá la vida.

                                                        M.E.Valbuena


                                                               
sábado, 28 de septiembre de 2013

VAYA POR UN MUNDO SOLIDARIO

No esperes a otros,
lo tuyo comienzalo tu,
no mires tanto lo que otros no hacen o hacen mal,
¡y a ti qué!
¿acaso lo tuyo se hace si no lo haces tú?

Hermosa canción.


viernes, 27 de septiembre de 2013

LO FÁCIL Y LO DIFÍCIL. ¿QUÉ ELIGES TÚ?



Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.
Difícil es ocupar el corazón de alguien...
Fácil es juzgar los errores de otros.
Difícil es reconocer nuestros propios errores...
Fácil es herir a quien nos ama.
Difícil es curar esa herida...
Fácil es perdonar a otros.
Difícil es pedir perdón...


Fácil es soñar todas las noches.
Difícil es luchar por un sueño...
Fácil es exhibir la victoria.
Difícil es asumir la derrota con dignidad...
Fácil es tropezar en una piedra.
Difícil es levantarte...
Fácil es orar todas las noches.
Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas...



Fácil es criticar a los demás.
Difícil es mejorar uno mismo...
Fácil es decir que amamos.
Difícil es demostrarlo todos los días...
Fácil es pensar en mejorar.
Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo...
Fácil es llorar por un amor perdido.
Difícil es cuidarlo para no perderlo...
Fácil es recibir.
Difícil es dar...
jueves, 26 de septiembre de 2013

NO HAY AÑOS MALOS



"Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos. Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.

Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso. Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices.
En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:
-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos,....... 

-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.

-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de los micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día. Querernos. Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.

Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual. Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.
Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.

Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.

Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro".
 
MAMERTO MENAPACE monje benedictino.
miércoles, 25 de septiembre de 2013

QUE NADA NI NADIE NOS ROBE LA MUSICA



Para todos los internautas va el relato del arpista Figueredo, historia que Eduardo Galeano contó en Cartagena de Indias y que está tomada de la obra “Educando en Valores” del insigne docente Antonio Pérez Esclarín.

“Ignacio “indio” Figueredo fue uno de los primeros arpistas del llano adentro, convertido en leyenda, digno ejemplo, maestro de maestros entre músicos y cantadores. Este famoso arpista, a la edad de los 11 años, comenzó a marcar las primeras notas en un arpa colombiana.

No había fiesta en el llano ni baile de joropo sin el arpa mágica del maestro Figueredo. Sus dedos acariciaban las cuerdas y se prendía la alegría y brotaba incontenido el ancho río de su música prodigiosa. Se la pasaba de pueblo en pueblo, anunciando y posibilitando la fiesta. Él, sus mulas y su arpa, por los infinitos caminos del llano. Una noche tenía que cruzar un morichal espeso y allí lo esperaron los bandidos. Lo asaltaron, lo golpearon salvajemente hasta dejarlo por muerto y se llevaron las mulas y el arpa. A la mañana siguiente, pasaron por allí unos arrieros y encontraron al maestro Figueredo cubierto de moratones y de sangre. Estaba vivo, pero en muy mal estado. Casi no podía hablar. Hizo un increíble esfuerzo y llegó a balbucear con unos labios entumecidos e hinchados: “Me robaron las mulas”. Volvió a hundirse en un silencio que dolía y, tras una larga pausa, logró empujar hacia sus labios destrozados una nueva queja: “Me robaron el arpa”. Al rato y cuando parecía que ya no iba a decir nada más, empezó a reír. Era risa profunda y fresca que, inexplicablemente, salía de ese rostro desollado. Y en medio de la risa, el maestro Figueredo logró decir: “¡Pero no me robaron la música!”

Que nada ni nadie nos robe la música.

                                            
                                   Pedro Tomás Navajas


martes, 24 de septiembre de 2013

CONVIVIENDO



En estos tiempos de cambios, cuando el verano dicen que se nos está acabando, cuando el otoño está llamando a la puerta.

En estos tiempos de ir por la vida corriendo, buscando quizás, lo que no encuentras, porque lo tienes tu dentro.

En estos tiempos de  espera, a que la crisis pase, a que los sueldos no bajen, a que las pensiones se mantengan.

En estos tiempos, bellos tiempos, que están aquí para quien quiera verlos, abrir los ojos y mirarlos, contemplarlos y admirarlos.

En estos tiempos…quienes quisieron, el sábado pasado, 21 de septiembre, en el parque de San Isidro, al norte de la ciudad de León, insisto quienes quisieron, o quizás pudieron, se reunieron a charlar, a escuchar, a comer y a mirar.

El día, espléndido.

La compañía, hay la compañía, la mejor merienda.

Las viandas, al uso de gentes sencillas, humildes y agradecidas.

Las conversaciones, esas variadas y algunas en silencio.

Porque, sí, hubo también silencio, para entregar energía a Diana que, en lo lejos, la esperaba,
 encauzada a través del pensamiento de quienes aquí nos agarramos.

Y casi sin quererlo, la tarde se fue metiendo, los quehaceres se hicieron presentes y con despedidas y besos acabamos este encuentro,

de hermosa convivencia,  

de gentes del Teléfono.  
    


H y MN

lunes, 23 de septiembre de 2013

CAMINANDO HASTA SANTIAGO DE COMPOSTELA





PRIMERA ETAPA: Astorga - Foncebadón

El Teléfono de la esperanza de León organiza este curso una serie de etapas hasta Santiago de Compostela. Desde la perspectiva aconfesional del T.E. Santiago es más que un lugar físico o geográfico, representa el corazón de cada persona y un lugar de encuentro para todos los que apostamos por una sociedad más justa y hermanada.
Hemos decidido animaros a haceros peregrinos de vosotros mismos y del misterio hermoso que se esconde detrás de cada persona y de cada ser vivo.
Las etapas se llevarán a cabo en los meses de octubre, noviembre de 2013 y marzo, abril y mayo de 2014, a razón de una etapa por día.
            La primera etapa la haremos el día 19 de octubre de 2013, desde Astorga hasta el mítico lugar de Foncebadón, donde depositaremos todos nuestros deseos y anhelos.

Itinerario: Astorga – Murias de Rechivaldo- Santa Catalina de Somoza- El Ganso- Rabanal del Camino y Foncebadón

Kilómetros: 25,900.

Coste: Cada persona al apuntarse abonará la cantidad de 12 euros para su billete de ida y vuelta en autocar. Este dinero no se devolverá en caso de no asistencia. El coste definitivo vendrá determinado por el número de participantes.

Material necesario: Mochila, calzado apropiado y de repuesto (con calcetines de algodón dos pares), chubasquero y ropa de recambio. Un cuaderno de bolsillo y un lapicero pequeño.

Comida: Para la comida y tentempié que cada uno quiera llevar y cargar, así como la bebida.

Transporte: En autocar. Salida desde el aparcamiento de la Junta de Castilla y León

Concentración: En el aparcamiento de la Junta de Castilla y León a las 9 de la mañana. El regreso será sobre las 7 de la tarde.

Apuntarse: Hasta el día 9 de octubre en la sede del Teléfono de la Esperanza.

Para llevar a cabo la actividad será imprescindible que se apunten un mínimo de 25 personas. Nos gustaría para esta actividad que se creara un grupo estable para poder programar mejor y con antelación. En etapas posteriores tendrán siempre prioridad los que hayan ido a la anterior.



En algunos momentos del camino realizaremos alguna/as dinámicas, que concluirán con la entrega de DESEOS en el alto de Foncebadón.

Responsabilidad de la actividad: Cada participante asume su propia responsabilidad en la marcha hasta Santiago. El T.E. no se hace cargo de posibles daños o accidentes.

Animamos a todos los orientadores/as, amigos/as, conocidos/as, participantes de los distintos grupos de desarrollo personal y demás familia, a que se unan a esta actividad lúdica. Tendremos tiempo para charlar, callar, disfrutar, reírnos, cansarnos, descansar, escuchar y escucharnos.
            
            “Bajo el silencio del camino descubrí que hay como una magia escondida detrás de cada pisada, de cada arbusto y cada recodo. Logré sentirme una con la naturaleza y, lo que es más importante, una partecita necesaria de un mundo maravilloso que inexorablemente se está abriendo paso. Desde mi no fe he comprendido cientos de cosas y miles de creencias” (Testimonio de una caminante desde Francia hasta Santiago)




domingo, 22 de septiembre de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO



-      Reencuentros –

Septiembre siempre ha sido para mí un mes de reencuentros. Acaba el verano y con él las vacaciones. Reiniciamos nuestras tareas ordinarias. Volvemos al trabajo, al cole, a los cursos de formación, a las múltiples actividades que normalmente nos traemos entre manos… Nos reencontramos con nuestro pasado después del paréntesis del descanso.

Y puede que nos cueste, que no nos guste mucho. O puede que sí.

Volver a encontrarnos con los compañeros de trabajo o con asuntos dejados pendientes puede ser una bendición o un infierno, una alegría o una sobrecarga. En cualquier caso, inevitable.

Si los reencuentros son satisfactorios (de esos que deseamos y nos llenan de alegría) agradezcámoslos y sintámonos felices por ellos. Si son de los otros (de los que nos crean ansiedad) agradezcámoslos también. Posiblemente la vida nos está mostrando aquello que en cada momento necesitamos para crecer, aprender y avanzar.

Como soy de los que creen que nada es por casualidad, entiendo que cada encuentro y reencuentro es significativo. Y si no son satisfactorios, algo nos querrán decir.

Detrás de cada reencuentro no deseado ni buscado hay una oportunidad de conocimiento y de exploración emocional, hay un aprendizaje pendiente, hay un desafío. Por ello, aunque cueste admitirlo, hay que agradecer que estos sucedan.

Estemos abiertos a la vida y a los detalles que ésta nos va mostrando. Seamos receptivos a sus enseñanzas. Dejémonos fluir. No se me ocurre otra manera mejor de encarar el futuro.

                                                                      M.E.Valbuena
sábado, 21 de septiembre de 2013

¿QUÉ QUIERO?


Si vas por la vida corriendo, para y pregúntate: ¿a dónde quiero llegar?
Si vas por la vida como si no vas, pregúntate, ¿es lo que quiero?
Y, sobre todo, tómatelo con humor.
Sonríe. Es la mejor medicina.
viernes, 20 de septiembre de 2013

EL RINCON DEL PSIQUIATRA



Soledad emocional y soledad social

         Ante todo debemos decir que la soledad, en sentido estricto, no es una enfermedad, ni un cuadro psicopatológico, sino un radical humano, es decir un componente esencial de la existencia humana. En la dialéctica entre soledad y vinculación es como se va desarrollando el ser humano. Recordar con Freud la fábula del cuerpo espin: se encuentran distanciados para no pincharse pero próximos para darse calor. Esta situación “equidistante” entre los seres humanos es la que favorece el crecimiento  del “yo” y el “tu”. Debemos respetar la intimidad del otro pero no por eso debemos aislarnos.

         Por esto, podemos afirmar que el contacto con el otro es necesario no solamente para cubrir nuestras necesidades físicas y de afecto y desarrollo personal, sino para fortalecer nuestra propia existencia. El buen desarrollo psicológico es aquel que traspasa el Yo, para llegar al tu y formar un nosotros acogedor y catalizador de la felicidad  del sujeto.

         El sentimiento de soledad, por definición, es una imposibilidad de transmitir nuestras vivencias agradables o desagradables. La soledad en definitiva es un problema de comunicación: estamos solos porque no sabemos o no podemos comunicarnos. Es una carencia en el com-partir.

         Dos tipos de soledad:

a).-Soledad emocional (afectiva): ausencia de una relación intensa con otra persona que nos produzca satisfacción y seguridad. Es una soledad entendida, no solamente como ausencia de contacto físico o social, sino como algo más profundo: incapacidad para comunicarse núcleo a núcleo. Se puede dar en compañía. Esa soledad es angustiosa, precisamente, porque implica una incapacidad para dar y recibir. Sentimos a los otros que nos hablan o viven con nosotros, pero existe un abismo entre ambas partes. Se manifiesta con esa sensación de extrañeza, en nuestro propio sistema familiar, social o laboral, que a veces nos angustia. En esos  momentos los "otros" se convierten en simples "personajes", que pululan alrededor nuestro, pero sin que podamos conectar con ellos.De forma sintética podríamos definirla como “ser solos”, es decir, “sentirse solos” aunque estemos en compañía. Es una soledad permanente y muy destructiva.

b).- Soledad social: sería sinónimo de aislamiento: la no pertenencia a un grupo. En general es una soledad no deseada, que puede convertirse en angustia, aunque a veces el sujeto se acostumbra a ella. En  ocasiones se reviste de fortaleza, autosuficiencia, agresividad o timidez. Y todo para esconder la inseguridad y el miedo a que no se nos quiera o no se nos respete. Es “estar a solas”, una soledad sin compañía, que es más transitoria y por lo tanto menos radical y más circunstancial.

Alejandro RocamoraBonilla
Psiquiatra


jueves, 19 de septiembre de 2013

CONVERSACIONES CON MI MENTE

POBREZA
                         El mejor momento que una persona puede dedicarse a si misma es el de la meditación. Es tú momento, aquel en el que te dejas llevar a lo más profundo del ser o en el que simplemente “preguntas” por todo aquello que te preocupa. Yo suelo hacerme preguntas sobre mí y sobre mi vida, sabiendo que no necesariamente obtendré una respuesta inmediata, pues con frecuencia, llegará a lo largo del día o incluso de la semana. Esto supone permanecer muy atenta en la vida cotidiana, para permitir que los momentos de inspiración, las respuestas, surjan en cualquier momento mientras “escucho” la vida.
                        Una de las respuestas más impactantes que he recibido, llegó mientras veía una interesante serie británica. Dos personajes hablaban de la pobreza. La mujer describía la pobreza física, la que todos podemos ver: escasez, suciedad, marginación, tristeza… Pero el hombre mencionó otro tipo de pobreza, mucho más peligrosa porque no se ve en el mundo exterior, pero desde el interior puede paralizar toda una vida. Sus palabras, más o menos, fueron: “pobreza es no haber recibido nunca amor o respeto; pobreza es no saber distinguir la diferencia entre un beso y una bofetada”.
                        Y al oírle, yo me sentí sumamente pobre… Y con estas frases mi mente me trajo otras similares, tan duras como las anteriores, que repito en primer lugar:
                        -Pobreza es no haber recibido nunca amor o respeto. Si en la infancia no se nos amó ni se nos valoró por lo que somos, llegamos a la edad adulta como seres desterrados y ansiosos en busca de una tierra propia que parece no llegar ni estar en ninguna parte. Podemos convertirnos en unos pozos vacíos que por mucha agua que reciban jamás se llenan. 
                        -Pobreza es no poder distinguir entre un beso, una palabra amable y una bofetada o un insulto o un desplante. Sin duda, esta fuente de miseria procede de la anterior, llevando a los “pobres” a mendigar palabras amables o besos. Si lo que recibimos a cambio es desprecio o bofetadas, no sabemos o no podemos discernir la diferencia, pues ambas cosas vienen de esas “maravillosas personas” que de vez en cuando nos sonríen y que, ¡como no! valen más que nosotros, saben más y, además “se dignan” a dedicarnos una migaja de su tiempo. ¡Cuánta bondad por su parte!
                        -Pobreza es estar convencidos que valemos lo que tenemos o lo que damos, no lo que somos. Y en lugar de conocernos y valorarnos, vamos por el mundo ejerciendo de sirvientes o esclavos solícitos, entregando todo nuestro esfuerzo y todo nuestro tiempo en guerras que ni son nuestras ni nos incumben, pero que importan a esas “maravillosas” personas que tanto nos sonríen de vez en cuando (cuando la “labor” del “esclavo” es competente, claro) pero que les importa un bledo si tienes un traspiés, si te encuentras enferma o si hoy celebras un día especial.
                        -Pobreza es negarte, olvidar tus deseos y necesidades para poner por delante los ajenos.
                        Todos podríamos engordar esta lista, sin duda, pero creo que lo más importante es darse cuenta de lo que sucede, de la miseria en la que estamos instalados. La conciencia duele, pero es el primer paso para buscar el camino de la riqueza.  Dejemos pues que la conciencia actúe, que nos diga con crudeza el estado en el que nos encontramos. Aceptemos que somos pobres y con la aceptación iniciaremos el camino hacia la riqueza, hacia el amor y el respeto por nosotros mismos.

                        Con la conciencia activa, ser pobre es solo un estado pasajero.
Mª. José
miércoles, 18 de septiembre de 2013

COMIENZA POR LO PEQUEÑO


Jesús Aguado ha encontrado esta pintada en las calles de León.

Desconocemos su autor, pero nos invita a lo pequeño.
Comienza así: poco a poco.
Fíjate pequeños retos.
Empieza por cambiar tu.
Desde ahí los cambios se irán produciendo.
O no. Porque no dependen de ti.
Pero, comienza así: en lo sencillo.
Quizás puedas llegar al barrio.
Y si cambia éste, ya está cambiando el mundo.
Todo para ser feliz.

Amigo internauta, ¿quieres decirnos algo? Compartir anima a todos.  
lunes, 16 de septiembre de 2013

EL RINCÓN DEL OPTIMISTA

Torres más altas han caído


Llámame Quijote

“Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que estén”.Esto lo escribía el sabio Miguel de Cervantes con un solo brazo y en una cárcel, en su obra cumbre Don Quijote de la Mancha hace algo más de 400 años… y vaya actualidad que tiene el texto.
Si eres un quijote es que estás algo loco, que eres un aventurero que no teme el riesgo, que estás más en un mundo ideal, aquel que pregonaban los libros de caballería donde los caballeros luchaban para salvar su honor y el de su dama por el que sentían un amor inmenso. Pues yo quiero que me llamen ‘Quijote’ porque estoy dispuesto a luchar contra gigantes si considero que la causa lo merece. ¿Miedo? Solamente el natural a morir, pero lo llevo con dignidad, no me frena, no bloquea. “Dispuesto a hacer el bien y combatir la injusticia”. Vaya declaración de intenciones la de nuestro amigo Alonso Quijano, el Bueno. Puede que alguien piense de nuevo que todo esto es teoría, que la filosofía es eso, filosofía… pero que la realidad es bien distinta. Negativo. No. Me opongo. La realidad sólo se puede cambiar si te pones manos a la obra y sales de tu cascarón a buscar la aventura a lomos de tu Rocinante o de tu Rucio, porque para hacer el bien no importa si vas a caballo o en burro, en un lujoso Mercedes, en bicicleta, andando o sentado, porque también se pueden realizar viajes desde la mente. Esos viajes, que son gratuitos, te preparan para luchar contra los gigantes de verdad, unos gigantes que cada vez son más fuertes, pero que siempre tienen puntos vulnerables que hay que encontrar. La lucha habrá de ser pacífica, pero no dejará de ser lucha.
Que el espíritu de Don Quijote te acompañe.
Asín sea.
 Juan



domingo, 15 de septiembre de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO


palomas en secano

-      Verano de contrastes -

     Los contrastes que he vivido este verano me han hecho constatar de nuevo algo importante: da lo mismo el sitio donde una esté, lo determinante –al menos para mí- es con quienes compartir lo vivido.

     Por ejemplo, en el plazo de una semana pasé de estar entre las comodidades de un hotel a comer en platos de plástico sentada en enclenques bancos de madera; pasé de dormir entre sábanas suaves de algodón al saco de montaña sobre un delgadísimo colchón de espuma; pasé de probar platos típicos y apetitosos al potaje seco y especiado propio de un campamento militar… y así podríamos seguir.

     Sin embargo, no fui menos feliz por ello. Al contrario.

     En ambos lugares me levantaba muy temprano con la ilusión de un nuevo día por delante para descubrir cosas y vivir experiencias. En ambos encontré gente estupenda con la que conectar a niveles profundos. En ambos reí con ganas y lloré de emoción. Y en ambos hablé y escuché hablar de esperanza.

     No sabría decir cuál de los dos sitios fue mejor. Si uno me llevó hacia el exterior y me mostró exóticos paisajes y deslumbrantes obras de arte, el otro me condujo hacia el interior, hacia la recóndita cueva de silencio y alegría que todos llevamos dentro y que tan pocas veces visitamos. Si uno me enseñó belleza externa, el otro me mostró la interna (que también existe).

     Lo que hoy tengo claro es que en esos lugares fui feliz, porque estaba donde quería estar, viviendo lo que ellos me ofrecían, con la gente que me acompañaba.

                                                                  
M.E.Valbuena
sábado, 14 de septiembre de 2013

¡QUÉ FELIZ SOY!




¡Qué feliz soy cuando solo soy!
¡Qué feliz soy solo siendo!

Estando sencillamente aquí,
notando la vida en mi cuerpo.

Sintiendo que vivo y respiro,
que siento.
Que puedo pensar.
Que no pienso.

Comprobando que veo,
aunque miro y no quiero ver
nada especial ni concreto.
Porque todo está bien.
Todo está bien, todo es bueno.

Sintiendo mi cuerpo
y el espacio que ocupa.
Y que puedo moverme,
aunque me esté muy, que muy quieto

Y escuchando el bullir de las cosas:
sus trajines, suspiros y roces,
sus silencios y estrépitos,
sus señales de vida, su estruendo.

Y yo sigo aquí.
Encantado, contento.

Sin afán, sin empeño.
Sin rencor, sin lamento.
Sin espera ni anhelo,
ni angustia, ni tedio.

Sigo aquí.
Siendo, siendo.
¡Qué feliz, solo siendo!



Vicente Simón
viernes, 13 de septiembre de 2013

ESTAMOS CON Y POR LA PAZ

muerte en Siria

Los medios de comunicación están informando de la situación de SIRIA. Parece que las grandes potencias quieren intervenir militarmente en este país porque la acción terroristas de gasear (armas químicas) a la población -dicen- no quieren quede impune. El pueblo llano sufre la locura de quienes quieren mantenerse en el poder y la locura de quienes quieren arrebatarlo y ocuparlo sea como fuere. Ese mismo pueblo que sufre desconcertado ve indefenso cómo el propio país y la comunidad internacional son incapaces de arreglar la situación. Parece que la guerra se está pensando como un modo de salir del atolladero.  A este hay que añadir que millones de sirios se han ido de su país y están sin lugar, sin patria, sin amigos, sin familia. ¡¡Esto no puede continuar!! 

Son muchas las personas y las instituciones que abocan por la paz como la salida única viable. Son también muchas las ONG que se han unido a esas ganas de paz. Este blog se une a quienes piensan que la salida a la situación solo puede partir desde la paz. Y desde la justicia. Así lo dejamos escrito para que todos aquellos que quieran apoyarlo se unan, cada uno desde su posición personal, a esas aspiraciones de paz.  

No somos partidarios de añadir más guerras ni más odios a una situación inhumana. La persona está dotada de suficientes capacidades para saber salir de las situaciones más difíciles. La ONU tiene un papel importante para convencer a todas las partes del camino de la paz.   

Desde este blog del TE de la Esperanza de Castilla y León invitamos a cada visitante a que se pare un momento, piense en esta salvajada que está viviendo el pueblo Sirio e invoque a su Dios, si es creyente, para que abra los ojos e ilumine a los responsables para acabar con tanta sin razón. Y si no es creyente simplemente que abrace su cuerpo en solidaridad con tanta víctima que sufre el odio humano y mira a ver qué puede hacer. Porque esta situación no nos puede ser indiferente.

Los administradores del blog 
jueves, 12 de septiembre de 2013

CONVERSACIONES CON MI MENTE

CARTA DE ADIOS Y RECONCILIACIÓN
Querida amiga:
                        Un hombre muy sabio me dijo una vez que nuestra vida es similar a un viaje en tren: un día apareces en uno de los vagones y ahí da comienzo tu viaje, compartiendo viaje con todas las personas que pasan por él. Algunas se quedan varias, incluso muchas estaciones y otras se bajan enseguida, bien porque tu compañía no es de su agrado o la suya a ti no te convence.
                        Tú fuiste una de esas personas que ocupó durante varias estaciones mi compartimento y una gran parte del viaje compartido fue grato e importante para mi: muchas conversaciones, muchas risas, gran camaradería y una incipiente y buena amistad… O al menos eso fue lo que yo pensé. Sea como sea, agradezco tu paso por mi vagón y tu tiempo. Pero más que a ti, estoy agradecida a la vida por traerme una maestra tan buena como tú, capaz de mostrarme la miseria que arrastraba en mi vida.
                        Amiga, por supuesto que tú no trajiste esa miseria, ya la llevaba conmigo. Pero gracias a ti pude verla con toda su crudeza y pude comprender que ni me quería ni me respetaba a mi misma. Por eso, a lo largo de mi vida he permitido que entraran en mi vagón personas como tú, incapaces de valorarme y siempre dispuestas a utilizarme en su provecho.
                        También agradezco que fueras mi espejo, para ver en tus fallos mis propios fallos, pues contigo entendí que todo aquello que me molestaba en ti, lo llevaba conmigo. Es cierto, que te acusé de todo cuando me heriste, e incluso entré de lleno en la batalla que, animada por terceras personas, comenzamos. Pero una vez acabó la guerra, aprendí y comprendí que ambas tuvimos la culpa y que ambas perdimos muchísimo: yo mi tiempo y tú a mi.
                        Ahora ya puedo ver mi responsabilidad en toda esta historia: yo permití tu desprecio; yo permití que me utilizaras en tu propio beneficio y yo permití que me vendieras al mejor postor cuando dejé de ser útil. Y todo por desconocer esa sombra mía que “generosamente” me mostraste. ¡Gracias amiga! Ahora ya puedo aclarar esa sombra para convertirme en la mejor versión de mí misma, pues lo que más deseo en este momento es que a través de mí mis fallos no causen nunca el dolor que tú me causaste.
                        ¡Me has enseñado tanto amiga! Yo era pobre porque mi interior era un campo yermo de amor propio. Yo no sabía cómo regar y cuidar ese jardín interior y por eso tantas personas, no solo tú querida amiga, aprovecharon para sembrar en él sus malas hierbas de desprecio y abuso. Pero gracias a ti aprendí a regarlo y a sembrar las mejores y más bellas flores. Y gracias a ti aprendí a cerrar la puerta a la gente como tú.
                        ¡Ay amiga querida!: me cuentan que aún intentas hacerme daño y no sabes cuánto lo lamento. ¡Qué triste tiene que ser tu vida para necesitar llenarla de algo tan mezquino!... Lo siento amiga… Lo siento muchísimo porque aunque me duela que alguien a quien aprecié tanto desee herirme, lo cierto es que ya no puedes lacerar mi alma. Te he echado de mi vagón y, junto con quienes consideran a las personas útiles de trabajo, no puedes entrar. Me he reconciliado, no contigo, sino conmigo; con lo que realmente soy; con todo lo bueno que hay en mí para seguir cultivándolo y engrandeciéndolo. Y eso me hace fuerte.
                        En fin, querida amiga, ya me despido con esta sencilla y antigua bendición irlandesa, que espero algún día pueda servirte de ayuda:
“Que el camino venga a tu encuentro, que el viento sople siempre a tu espalda, que el sol te caliente la cara, que la lluvia caiga con suavidad sobre tus campos y, hasta que volvamos a vernos, que Dios te sostenga en la palma de su mano”
Adiós sin rencor amiga.


Mª. José