El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 8 de septiembre de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO

amanecer en gris

-      El cielo que no es azul-

Los que vivimos en tierras leonesas estamos acostumbrados a ver y admirar un cielo azul, normalmente de un azul intenso, a pesar del frío y la heladas que se suceden por aquí. Ese luminoso cielo azul, en el largo invierno, compensa la capa de abrigo que nos vemos obligados a llevar.

Cuando viajo veo muchos lugares en donde el cielo es gris, blanquecino, sin color y sin luz, aunque el clima sea templado y menos duro. Y lo primero que me sale es pensar que no podría vivir en un lugar sin el cielo azul (Lo mismo dicen quienes echan de menos el mar de su infancia).

Pero se puede. Claro que se puede. El cielo azul es una circunstancia y la vida consiste en adaptarnos a las circunstancias.

Verdad es que, en mi caso, el azul del cielo me recarga de energía. Me basta observarlo para sentirme más vital, más optimista. Pero también existen otras fuentes de energía. Sólo hay que buscar. Si no pudiera mirar hacia arriba, miraría hacia abajo o de frente o a los lados.

Allí donde el cielo es gris existe, tal vez, exuberante vegetación o un cálido invierno, o una atmósfera limpia por el agua de las lluvias o una tierra de color especial, o agradables gentes, o… ¡tantas cosas!

Es muy conocida la frase de Ortega y Gasset “el hombre es él y sus circunstancias”. Pero igualmente conocida es la que otros muchos compartimos por ser más certera: El hombre es él, sus circunstancias y la forma en que se adapta a las mismas.

                                                                     
M.E.Valbuena

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Tiene razón la escribana, lo importante no son las circunstancias, sino como nos adaptamos a ellas o las hacemos asumibles.

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  2. El que nos adaptemos a las circunstancias, no significa que no tengamos nuestras preferencias.Pepi

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  3. En circunstancias iguales, las personas nos adaptamos muy diferentes unas de las otras, por ejemplo a la hora de afrontar una enfermedad; unas se hunden en depresión y no encuentran salida, otras se resignan y la soportan como castigo, otras en cambio les enseña y aprenden de ella. Agradezco la luz y el cielo azul que me da fuerza y energía para soportar los días oscuros y tristes.
    Elena.

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  4. Cuando el cielo no es azul uno está más apagado, más triste...

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