El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
lunes, 16 de septiembre de 2013

EL RINCÓN DEL OPTIMISTA

Torres más altas han caído


Llámame Quijote

“Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que estén”.Esto lo escribía el sabio Miguel de Cervantes con un solo brazo y en una cárcel, en su obra cumbre Don Quijote de la Mancha hace algo más de 400 años… y vaya actualidad que tiene el texto.
Si eres un quijote es que estás algo loco, que eres un aventurero que no teme el riesgo, que estás más en un mundo ideal, aquel que pregonaban los libros de caballería donde los caballeros luchaban para salvar su honor y el de su dama por el que sentían un amor inmenso. Pues yo quiero que me llamen ‘Quijote’ porque estoy dispuesto a luchar contra gigantes si considero que la causa lo merece. ¿Miedo? Solamente el natural a morir, pero lo llevo con dignidad, no me frena, no bloquea. “Dispuesto a hacer el bien y combatir la injusticia”. Vaya declaración de intenciones la de nuestro amigo Alonso Quijano, el Bueno. Puede que alguien piense de nuevo que todo esto es teoría, que la filosofía es eso, filosofía… pero que la realidad es bien distinta. Negativo. No. Me opongo. La realidad sólo se puede cambiar si te pones manos a la obra y sales de tu cascarón a buscar la aventura a lomos de tu Rocinante o de tu Rucio, porque para hacer el bien no importa si vas a caballo o en burro, en un lujoso Mercedes, en bicicleta, andando o sentado, porque también se pueden realizar viajes desde la mente. Esos viajes, que son gratuitos, te preparan para luchar contra los gigantes de verdad, unos gigantes que cada vez son más fuertes, pero que siempre tienen puntos vulnerables que hay que encontrar. La lucha habrá de ser pacífica, pero no dejará de ser lucha.
Que el espíritu de Don Quijote te acompañe.
Asín sea.
 Juan



Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Las personas mas fuertes, equilibradas, sin miedos, ni ataduras, viven realmente libres; y es la que se enfrenta, y se ocupa de resolver los problemas que se le presentan cada día, por muy duros que sean.
    Pepi os desea una buena semana.

    ResponderEliminar
  2. Hoy mismo he salido con mi rocinante a pasear y me he encontrado con molinos de viento gigantes. He empuñado mis armas y al galope me he topado con las sombras gigantes de mi alma. He regresado a casa sabiendo que no hay molinos más grandes que las fauces fieras de mi alma. Le he pedido a mi amigo Sancho que me ayude en tan grande empeño.
    Gracias Juan

    ResponderEliminar
  3. Muy bonita reflexión, Juan. Creo que una de las enseñanzas del Quijote es que además de constatar que el mal existe en nuestro interior, que es una verdad cierta, también existe un mal exterior, objetivo, un mal que hay que combatir. Es nuestra responsabilidad denunciar todas las injusticias, porque como bien dices la realidad solamente se puede transformar si nos podemos manos a la obra.

    Un fuerte abrazo.
    Raúl.

    ResponderEliminar
  4. Me apunto ese hacer el bien y denunciar las injusticias. Norecic

    ResponderEliminar
  5. Qué fuerza tiene este rincón del optimista. Gracias.
    Elena

    ResponderEliminar