El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
viernes, 18 de mayo de 2018

Ya lo haré

Pax Vostrum
Beatriz


CONFIANZA..., confianza es la palabra en la que tengo el foco estos días y te cuento porqué…
Hace unos días recibí una de esas noticias a las que llamamos "malas noticias"…, de las peores, de las que más trabajo nos cuesta aceptar a los seres humanos.  Esa noticia fue el fallecimiento de un ex-compi de trabajo y buen amigo mío, con 53 años. 
Un amigo que tuvo un accidente que le dejó postrado en una cama de hospital y con pocas posibilidades. Ha estado luchando, avanzando, aguantando, más de un año y medio...  aún con las decenas de secuelas que le quedaron, pérdida de visión, pérdida de las dos piernas, quemaduras interiores y exteriores, pérdida de casi todo el peso corporal..., y muchas otras cosas... Ha sido operado e intervenido en numerosas ocasiones desde el día D.  Y aun así, él ahí, resistiendo, aguantando: "Ahí tirando, no me rindo" -  decía. (Era del mismo Bilbao). 
No solamente tuvo que enfrentarse a esta situación, sino que también un año y pico antes, su mujer había muerto trágicamente en otro accidente delante de sus narices.  Tres hijos jóvenes tenían. 
Era una GRAN persona, y no es lo típico que se dice de alguien por decir cuando fallece. No, era una de esas personas buenas, con un corazón que no le cabía en el pecho. Una de esas personas que hacen la vida mejor a los otros, luchador, soñador, implicado y muy comprometido con la vida y los demás.
Descansa en paz, amigo, ya eres libre, puedes volar. 
Te decía que hoy pongo el foco en la confianza. CONFÍO en que allá donde estés, tengas PAZ. CONFÍO en que, aunque mi mente no entienda toda esta situación que has vivido en estos últimos años, tenga algún sentido. CONFÍO en la vida..., aunque me duela mucho y mi mente limitada no pueda concebir explicación o justicia...
Puede parecer que el título de este post no tiene que ver con lo que te estoy contando, pero sí, tiene que mucho que ver.  Desde que sucedió el accidente, he querido acercarme por el hospital donde estaba ingresado para verlo.  Quizá no hubiera podido, o él no hubiera querido, pero al menos, haberlo intentado. No reside en mi ciudad, hay 300 kms de distancia.  Un día, incluso le compré un detalle en un mercado de algo que le definía y que le iba a hacer ilusión y dar fuerzas. Prefería dárselo en persona, aunque también podía haber intentado hacérselo llegar por otros medios. 
Pero ahora, ya es tarde, ya no puedo decir ya lo haré..., (que es el título de este post). 
He tenido una toma de conciencia importante y por eso quiero compartirte, que, a veces, no tenemos la oportunidad de hacer eso de lo que decimos: "Ya lo haré"...   No. A veces, ya no se puede hacer. Y hay muchos tipos de "ya lo haré".  Para mí, unos más importantes que otros. A partir de ahora, los "ya lo haré" que vayan sobre personas a las que quiero dejan de existir: decir a alguien "te quiero", hacer esa llamada que tienes pendiente, comprar ese detalle a quien quieres demostrarle tu amor, estar con aquel que está enfermo y de quién te quieres despedir en condiciones, ver o visitar a quien estimas...
A veces, tenemos tantos "ya lo haré"...
Haz todo eso que piensas y quieres hacer, porque muchas veces, ya no hay tiempo para el "ya lo haré"...
Un abrazo fuerte mi querido amigo
DEP

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Uff Beatriz me has encogido el corazón. Después de leer toda la exposición sobre lo que ha pasado tú amigo, he tenido que parar y hacer unas respiraciones profundas; comento esto porque a mi no me da miedo la muerte, pero sí al sufrimiento.

    El posponer nos puede traer malas consecuencias. Hay que saber lo que es prioritario en nuestra vida, para no hacernos daño. Pepi

    ResponderEliminar
  2. Hoy voy a hacer lo que está en mi mano

    ResponderEliminar