El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
lunes, 30 de mayo de 2016

Ayuda a tus hijos
a crecer

Marieli


Acabamos el curso “Ayuda a tus hijos a crecer” y otra vez tengo la sensación de abandono que siento cada vez que acabo un curso o un taller del teléfono.
Llegué a él con la inquietud de que podía hacerlo mejor en esto de la educación, de que aunque ya mis hijos  dejaron la infancia, el pequeño con 13 añitos  entra de lleno en la adolescencia, podía encontrar la llave que hace que esta etapa no me dé tanto miedo.     Desde el intensivo ya quedé enganchada pues me dio las pistas de que verdaderamente lo podía hacer mejor o si no hacerlo sentirme mejor, el hecho de que me asalte la duda de si lo estaré haciendo bien, si lo habré hecho bien, el querer lo mejor para mis hijos, ese es el motor que me llevó a iniciar este curso.
Desde las primeras sesiones gracias al ambiente de complicidad entre las compañeras, la sinceridad, la diversidad de edades de hijos (algo muy enriquecedor), la forma de transmitir de Carmen, me di cuenta de que estaba en el curso donde tenía que estar, en el momento correcto y por ello siento una enorme gratitud.
Las sesiones que más me impactaron fueron la de la escucha activa, yo no lo estaba haciendo bien, tengo que reconocerlo pero me ha dado las herramientas para que a partir de ahora sí que lo haga bien y voy a poner todo mi empeño en ello ¡es tan importante! Y también como comunicarnos, éste voy a tener que hacer horas extras pues me cuesta expresar lo que siento o mejor dicho no me hago entender.
Lo más importante, lo que verdaderamente merece la pena entender es que el amor es lo que tiene que dirigir nuestra forma de educar; tener claro cuáles son los límites que no queremos que se traspasen, qué normas las que dirijan nuestro día a día y qué grado de implicación queremos tener en nuestro papel de educadores, pero sobre todo y por encima de todo, que nuestros hijos son seres únicos, que no tienen que perseguir nuestros objetivos, ni nuestras frustraciones, que son personas con sus sueños, no los nuestros, con sus emociones, no las nuestras y con toda la vida por delante para con nuestro apoyo consigan lo que todos nosotros anhelamos, la felicidad.
Cuando un niño sufre rechazo en el cole porque es tímido o porque no es como los demás, la madre le tiene que mirar no con pena sino a los ojos y decirle tú eres único, eres el ser más valioso que hay, ellos no te entienden porque eres especial y cuando esto lo digas desde tu corazón y él sienta que así lo sientes, a la vuelta de los años te dará la sorpresa de que está haciendo Bellas Artes, sacando notas buenísimas (cuando los profesores vaticinaron derrotas) y escucharás de sus labios: mamá soy la persona más feliz.
Gracias

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Gracias Marieli, siempre hay que creer en nuestros hijos.

    ResponderEliminar
  2. ¡La foto es una cucada!!!!

    ResponderEliminar
  3. Marieli, es normal nuestros miedos con nuestros hijos, pero sin pasarse.

    ResponderEliminar
  4. Me encantan las fotos. Me ha gustado tú exposición.
    Te deseo, si no te lo han dicho, que algún día tus hijos te digan: "MAMA SOY LA PERSONA MAS FELIZ". Yo no soy madre,pero pienso que es una de las cosas mas gratificantes que digan unos hijos a sus padres. Pepi

    ResponderEliminar