El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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miércoles, 1 de marzo de 2017

Ángel

El rincón del optimista
Juan


Me quedó grabada la fecha del calendario desde muy niño. El 1 de marzo se celebra la festividad del Ángel de la guarda y era fiesta en el pueblo vecino, Vallecillo. Hoy es uno de marzo. Felicidades a los Ángel y Ángeles que esto lean. Me consta que al menos uno lee a diario este blog como medicina beneficiosa en pequeñas dosis. Felicidades Ángel.
Y como una cosa lleva a la otra, me gustaría aprovechar que el Bernesga pasa por León para decir que el nombre que nos pusieron en la pila bautismal, los que estamos bautizados, o en el registro civil quienes no lo estén, condiciona a la persona. Es verdad que no nos consultaron a la hora de ponernos nombre, por eso unos estamos más a gusto que otros con el que nos han endosado. Hay quien llega a cambiárselo por no identificarse con el que le ‘tocó’ en gracia o desgracia. No digo yo que sea una losa que nos pese, más bien es la otra cara, la del DNI, con la que nos toca convivir a diario. Cuando hablé de los abuelos en su día, ya desvelé que llevo el nombre del materno y que siendo como era el abuelo Juan una persona justa y solidaria, le deshonraría si fuese yo un ‘bala perdida’. Creo que no soy una mala persona, pero tampoco me corresponde a mí decirlo, porque si no alguien podría decir aquella frase de: “este parece que no tuvo abuela” y sí que tuve, y dos, y a ambas conocí.
Cuando pensé en el 1 de marzo, en el Día del Ángel, hice un repaso mental (también en los contactos del teléfono) para ver a qué personas conozco con este nombre y me salió pronto  una cosa de ojo: todos son buena gente e incluso algunos excepcionalmente muy buena gente. Confieso que yo no tengo vocación ni de apóstol ni de evangelista, pero todos los Ángel y Ángeles que conozco tienen vocación de servicio de atención a los demás, de hacer favores, de ser solidarios y, en definitiva, de hacer honor a su nombre. Cuando piensas en tu ángel de la guarda te viene a la mente la figura de es ángel celestial con alas que se supone que te cuida, que te tutela. Yo tengo varios ángeles en mi vida, los que respiran y pisan la tierra firme cerca de mí y los ángeles del cielo, que ya van engrosando la lista. Decía mi abuelo Juan antes de morir: “Si es que ya tengo más allá que aquí”. En unos y en otros, en los vivos y en los muertos, confío, a ellos me entrego.
La imagen que acompaña este texto incluye la oración que mi madre me enseñó de pequeñito y que de vez en cuando repito mentalmente (rezo) para asegurarme tener una ‘dulce compañía’.
Asín sea.

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Es curioso, no me había fijado, todas las personas que conozco que se llaman Ángel o Ángeles son unas estupendas personas por lo que aprovecho este medio para felicitar a Ángel y a Angeles.
    OXO

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  2. A mi también me han quedado muy gravadas las vivencias de pequeños; tanto las recibidas por nuestros padres como abuelos.
    Muchas gracias Juan; aunque mi santo es el 2 de agosto, me doy por felicitada. Pepi

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  3. Ay, quién pudiera ser un ángel..

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