El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 15 de mayo de 2017

Y ya para rematar…

El rincón del optimista
Juan


Por esas cosas que no sabes muy bien porqué ocurren, resulta que pasas la noche despertándote cada poco, pensando en ideas irracionales o eso al menos te parece. Y te levantas de la cama y compruebas que está el cielo nublado y que hace un frío del carajo… Bueno, ya saldrá el sol, te dices intentando darte ánimos. Despiertas a tus hijos, les adviertes que ya es tarde, que se den prisa y uno de ellos te suelta que eres un “angustias” y piensas si realmente te mereces ese calificativo injusto que suena a insulto mañanero. Y acudes a trabajar, pero como tu concentración anda ‘a uvas’ por esa noche toledana que pasaste, tu jefe te echa una buena bronca, justificada pero con muy poco tacto, porque has realizado una tarea errónea. Y ya ves que el día no se va a enderechar por mucho que te lo propongas. Entonces un buen amigo te pide ayuda por enésima vez y por whatsapp, pero lo hace casi con el mismo tacto que tu jefe te echa la bronca, es decir, cero patatero. Encima, por la tarde, haces una visita a tu padre, juegas con él a las cartas y le pillas haciendo trampas para poder cantar las 40. Y ya, para rematar, te llaman por teléfono para informarte que la fuerte helada tardía de primavera ha convertido en ceniza los brotes tiernos de los frutales y de las viñas que con tanta ilusión has podado y trabajado. Y recuerdas que toda situación jodida es susceptible de empeorar. Tragas saliva.
Es entonces cuando te planteas dos caminos a seguir: uno, el de la desesperación, el de darle más vueltas al coco sobre las desgracias encadenadas que te atenazan y que te ponen la vida cuesta arriba, un camino que ya sabes por experiencia que te llevará irremediablemente a la tristeza profunda y a la depresión; y la otra senda, la que tiene que pisar el optimista, la que te lleva a respirar con de forma consciente, a meditar en silencio, a decirte que a pesar de los infortunios puntuales sigues siendo una persona útil e importante para muchas personas, la que te hace pensar que tu padre es muy mayor y que una trampa al tute no pasa de ser una inocente chiquillada, la que piensa en que las plantas habrán de rebrotar, la que te hace asumir que el carácter y la forma de ser de otras personas no los puedes modificar tú; la que te demuestra que la vida es bella a pesar de todo, que vivimos con salud en una latitud del mundo privilegiada y que el sol volverá a salir como cada día, aunque tú no lo veas o no quieras verlo.
Asín sea… y feliz día de San Isidro, patrón de las gentes del campo. ¡Viva lo rural!

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Aún así, como dice el optimista "que la vida es bella a pesar de todo"

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  2. Trato cada día que los contratiempos que se me presentan no se me haga "una madeja". Pepi

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  3. "Que bonita la vida, que da todo de golpe y luego te lo quita" ya lo dice Dani Martín en su canción "Qué bonita la vida"
    OXO

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