Inicio nueva andadura laboral. Nuevo curso, nuevo centro, nuevos alumnos, nuevos compañeros, novedades legislativas y de organización. Mucho nuevo, como veis, y casi nada de saludos de bienvenida, apretones de mano, acogidas de algún tipo y detalles por el estilo.
En la jungla de los inicios los nuevos nos buscamos con la mirada para darnos ánimo y para prometernos que no caeremos dentro de la indiferencia general, aunque mucho me temo que no va a ser posible, porque el trabajo es el trabajo y hay que hacer programaciones, claustros, reuniones de departamento, de grupos de trabajo, ajustes de horarios...
En fin, en el mundo de la educación hay mucha prisa y poca calma, mucha organización y pocos encuentros personales, muchos papeles que rellenar y pocos ratos para compartir. Muchas normas y pocas formas.
Si los educadores nos sentimos así ¿cómo se sentirán los alumnos?
La Escribana del Reino
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