El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 6 de abril de 2015

Caminando

Marieli


Enero, estoy expectante, comienzo el grupo de Inteligencia Emocional, con las ganas que tenía yo de pillarle, tanto había oído de esto; tengo curiosidad, es el segundo que hago ¿me llenará tanto como el primero? No, no creo. ¿Me podrá sorprender? Lo dudo ¿Cogeré tanto cariño a los compañeros? Imposible.
Ahí estamos, al principio un poco tímidos, pero pasando las sesiones nos vamos abriendo, ya nos vamos conociendo, surge esa tela invisible que va creando lazos de afecto.
Y me dice una amiga y ¿qué hacéis? Pues como en las pelis americanas, nos ponemos en círculo, alrededor de los profes o ¿son “coach”? no sé… son buena gente, altruistas, voluntarios, que nos dedican su tiempo, su paciencia porque a veces… fíjate que hasta incluso hemos bailado ¡ya ves, todo en la vida tiene que ver! y también nos cuentan fábulas porque así se llega con más facilidad a las emociones, ésas que lo revuelven todo. Ellos sí que tienen inteligencia emocional, no sé si lo aprendieron en un curso, creo que se lo ha ido enseñando la vida, porque desde luego yo que no lo he acabado todavía no he llegado a su sabiduría.
Ha sido muy enriquecedora la experiencia, yo que creía que tenía mucha empatía y resulta que lo que tengo es simpatía, es fácil ponerse en la piel de la víctima pero muy difícil en la del verdugo, difícil ponerse el traje de aquel que viste otro credo muy distinto al tuyo. Desde luego, el mundo tiene que cambiar para mejor, cuando somos tantos los que nos empeñamos en intentar mejorar, en ser mejores personas, en buscar el sentido de la vida, en sentir y no pensar tanto; en escuchar lo que nuestras emociones quieren decirnos y nuestro cuerpo físico expresarnos y escucharnos desde el corazón, pero para eso hay que parar, echar el freno, pensar, pero sobre todo, sentir. Con cada grupo o taller siento que doy un paso adelante, que voy encontrándome, que me voy conociendo mejor, aunque queda mucho para crecer, eso me da esperanza, ilusión…

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Ahí esta lo importante: "SENTIR", "ESCUCHAR NUESTRAS TRIPAS".....porque según pensemos, así sentimos y actuaremos. Pepi.

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  2. Conocerse bien a uno mismo es el primer paso para lograr ser artífice de la propia vida. Mejoraremos procurando conocernos. Mejoraremos escuchando la crítica constructiva que nos vayan haciendo en cualquier ocasión. Pero a eso se aprende sólo cuando uno es capaz de cantarle las verdades a uno mismo.

    Jm

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