El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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viernes, 27 de enero de 2017

Sobre el perdón

Javi Fidalgo


Durante estas semanas hemos recorrido una apasionante aventura "tras los pasos de el perdón".
No ha sido sencillo recordar, profundizar y ver qué es lo que dentro de nosotros nos ha producido o nos está produciendo dolor, daño o amargura.
Puede ser como esa herida que nos hemos hecho y que a veces no hacemos caso, está ahí, que duele, que supura, que escuece o que incluso de vez en cuando se vuelve a abrir y sangra más. Hasta que nos damos cuenta de que eso no puede seguir así y decidimos limpiarla y curarla para que no se infecte más y para que vaya cicatrizando adecuadamente, y así poco a poco el dolor va desapareciendo.
Voy a hacer un breve resumen de este taller:
Hemos analizado el por qué estamos resentidos, heridos, doloridos, enfadados contra alguien en concreto o contra algo que nos han hecho y que consideramos una ofensa contra nosotros.
Nos han podido herir, pero esa herida no puede envenenar todo nuestro interior porque nos está produciendo tristeza y amargura. No podemos recrearnos en nuestro dolor, vivir y revivir esa situación.
Es importante que cuando sintamos una ofensa, la analicemos, la razonemos, seamos realistas y nos reconciliemos con la persona que la ha cometido. 
Por tanto, necesitamos perdonar y perdonarnos. Que no quiere decir justificar comportamientos negativos o que se apruebe o defienda la conducta que nos ha causado sufrimiento. Puede ser que no olvidemos, pero si se llega a perdonar la ofensa, su recuerdo ya no nos ocasionará sufrimiento.
Cuando perdono me libero de una pesada carga que llevo conmigo, que me está robando energía o tranquilidad y que me impide ser feliz, recupero mi paz interior, tengo la sensación de dicha, de alivio porque el perdón es amor. " El perdón es como la fragancia que la violeta desprende cuando se levanta el zapato que la aplastó".
Perdonar es amar, es tener la convicción de que detrás de todo mal hay un ser humano capaz de cambiar. Todos necesitamos el perdón para deshacer los nudos y ovillos del pasado y comenzar de nuevo porque todos en algún momento podemos hacer daño a los demás y no hemos de dudar en pedir perdón al otro.
"Cuando alguien nos lastima, debemos escribirlo en la arena, donde los vientos del perdón pueden borrarlo, pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros debemos grabarlo en piedra donde ningún viento puede borrarlo. Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar en piedra tus aventuras".(Leyenda árabe)
Finalizamos dando gracias al Teléfono de la Esperanza que nos ha brindado esta oportunidad para seguir mejorando como personas.
Damos gracias a Mercedes, nuestra guía en esta aventura, que nos ha ayudado a descubrir qué es lo que realmente nos estaba produciendo dolor en nuestro interior. Nos ha acompañado y enseñado el camino. Ahora nos toca a nosotros ir gestionando esas situaciones dolorosas, de resentimiento, esos obstáculos que nos impiden disfrutar de la vida.
Y quiero daros las gracias  a todos vosotros, mis compañeros en esta aventura: Carmen, Amparo, Raquel, Paqui, Loli, Fernando, Josefina y Ana, que hemos compartido muchos momentos de alegría, emoción, amistad, sinceridad, cariño, respeto, libertad..... todos hemos aprendido de todos, hemos sido unos para otros profesores y alumnos.
Queremos liberar nuestro interior de tantas cosas inútiles que nos producen daño y que no nos dejan recibir y disfrutar lo mejor que nos ofrece la vida y queremos atrevernos con el reto de perdonar  y perdonarnos  siempre. 
Tú, ¿también te atreves?

Tenemos 1 comentario , introduce el tuyo:

  1. Te felicito por tú exposición Javi. Para fue muy sanador cuando tuve la enseñanza del Perdón;y sigo atreviéndome y quiero seguir siempre atreviéndome, a perdonarme para poder perdonar. Pepi

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