El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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miércoles, 21 de marzo de 2018

Grupo de resolución de conflictos




CONFLICTOS
Las tardes de los martes son un gran invento en la agenda de mis actividades cotidianas. Me reúno con seres inimaginables, mis amigos, en un ambiente cálido e íntimo, y nos contamos historias de proximidad y fantasía, como en aquellas viejas “hilas” de mi anhelada montaña. El último encuentro ha dejado una huella indeleble en mi memoria. El palpitar de su recuerdo conmueve, a día de hoy, mi habitual sereno porte, haciendo brotar un rictus de jubilosa añoranza.
Hablamos del conflicto. ¡Oh, sí, palabra maldita! Conflicto en las relaciones humanas: de las disputas que surgen en el seno de las familias y trabajos. Conflictos todos ellos reflejo de aquella batalla que cada uno de nosotros libra en su interior.
Una conclusión ya anticipo: si el conflicto es un hecho natural, realidad ineludible en el trato con el otro (cada uno de nosotros viaja equipado de un mapa distinto para descubrir el mundo); y si el madurar como ser humano conlleva hacerme dueño de mi propia vida, por qué no abrazar el conflicto como una oportunidad de conocimiento interior. Así, si asumo el reto, no me he de alterar cuando arribe a mi vida, sino hacer un instante de silencio, darme cuenta de su presencia y aprovecharla. Su venida será mi crecer si estoy equipado para afrontarlo, y creará con ello ocasión de abrirme a otro modo de pensar y obrar.
Aquella tarde los relatos se sucedían… como el de la resignada hija, hoy mujer adulta y la irritación que sentía cada vez que visitaba a su madre; los cuidados y el trato que la dispensaba la hacían regresar a su niñez… o el de aquel compañero de fatigas que trataba de imponer su punto de vista en los debates como modo de reafirmar su personalidad.
Una vez alguien dijo que toda persona tiene un Poder: la habilidad de dirigir su propia existencia, cambiar su pensar y actuar para que las cosas fluyan a su favor. ¡Ejerzámoslo!
· Hallando momentos y espacios que nos permitan mirar nuestro dialogo interno, detectar errores y modificar patrones;
· Atendiendo la necesidad propia y ajena que satisfaga nuestras carencias, escuchando para ser escuchado, respetando individualidades y abrazando diferencias;
· Mimando el modo positivo y amable  de nuestras comunicaciones, a fin de entablar relaciones asertivas y de igualdad.
Otras muchas historias se contaron aquella tarde…
Qué hermoso es vivir y recordar; conocer y conocerse. Pues ¡conozcámonos! Conozcamos al otro y conozcámonos en el otro. Abrámonos de par en par a las relaciones. Y cuando en mi interior surja la señal que presiente el conflicto, esbocemos una leve sonrisa dándole la bienvenida, pues ahora sabemos que viene aquel maestro interior que hará emerger en nosotros todo el potencial de nuestro Ser.
Gerardo



VIVAN LOS CONFLICTOS
El curso de Resolución de Conflictos ha terminado y para mí ha sido como una oleada de aire fresco. A mi juicio el maestro de ceremonias ha actuado como un “crack” en el arte del encuentro y solo puedo agradecerle tanto a él como a mis compañeros la sensación de bienestar que me han proporcionado. Ahora toca... trabajar y llevar lo aprendido a la consciencia del día a día. Gracias a todos.
Yolanda



LA BENDICIÓN DE LOS CONFLICTOS
¡Cómo va a ser así! Todos rehuimos el conflicto. Nos distorsionan. Nos alteran. ¡Es verdad! Pero, también es verdad que cuando somos conscientes de que el conflicto es una alerta en la vida, que nos hace salir de nuestra zona de confort y nos empuja a danos cuenta de que algo tenemos que corregir, entonces, el conflicto, deja de ser un estorbo para convertirse en una alarma que nos despierta. Durante ocho sesiones hemos tenido la oportunidad de descubrir la parte positiva del conflicto. Hasta el punto de que durante bastantes sesiones pudimos palpar que lo importante es cómo afrontamos el conflicto. Cuando hayamos descubierto esto seremos capaces de decir: ¡bienvenido conflicto! ¡Has aparecido en mi vida para aprender de ti! Si llegamos a entender esto podremos llegar a decir ¡bendito conflicto! Por eso estas fotografías con las manos en alto son en acción de agradecimiento por lo descubierto.
Coordinador

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Es un gran aprendizaje sacar lo positivo de los conflictos que se presentan en nuestra vida, pero personalmente lo consigo cuando: las aguas vuelven a su cauce.
    Me han encantado las fotos. Según las vÍ, mi interior me dijo: Agradecimiento, luz, unión, esperanza..Pepi

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  2. Me encantan las fotos y los comentarios.
    Me siento agradecida a la vida y a TE que me permite crecer aportando mi granito de arena para contribuir al crecimiento de otros.
    Suscribo que conocerse y respetarse es la base para respetar, aceptar y amar al otro. Empezar por reconocer y gestionar el propio conflicto interior evita o alivia muchos conflictos interpersonales.
    Un gusto compartir con personas tan conscientes.
    Asun

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