El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 11 de octubre de 2015

Desencanto

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
A la intemperie. Foto Jesús Aguado
Probablemente todos, alguna vez, habremos apostado por algo con todas nuestras fuerzas. Y probablemente todos también hayamos encontrado, en ocasiones, que nuestro empeño, ilusión, energía, dedicación y trabajo no han dado el resultado esperado. O han dado, incluso, el contrario al esperado.
Imagino que, en esos casos, los sentimientos que nos embargan son similares: sensación de haber perdido el tiempo, rabia por no alcanzar el objetivo buscado, tristeza por la ilusión perdida en el intento, decepción, amargura… En definitiva, desencanto.
Pero el desencanto no puede ser el final de nada.
El desencanto, si de algo sirve, es de plataforma de despegue hacia una postura nueva, hacia un actuar de otra forma, hacia un inventario de fuerzas y una recolocación de las misma, hacia un caminar aprovechando y aprendiendo de los fallos del pasado.
Utilicemos el desencanto como esa llamada de atención que nos empuja a fijar límites, a dosificar fuerzas, a no poner la ilusión en vanas esperanzas, a aprender de nuestros errores (y digo nuestros, no de los errores del otro) a saber que no podemos –ni debemos- controlar todo. Utilicémoslo como una autoevaluación.
Toda la ilusión, energía y trabajo que dedicamos a lo que no conseguimos no habrá sido un esfuerzo inútil, porque en ello pusimos nuestra vida y nuestra pasión, pero sí ha podido ser desencaminado o desequilibrado. El desencanto sólo hace de pantalla de las deficiencias. No nos deja sentados y arrinconados en una esquina sino que nos enseña a caminar de otra forma, con los pasos más lentos, seguro, pero más meditados.

Tenemos 7 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gusta esto: caminar a paso lento y meditado. Y que el desencanto no puede ser el final.

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  2. Nada es para nada. El esfuerzo invertido reventará por otro lado.
    O no?

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  3. Este escrito ya me resulta mas esperanzador.

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  4. Muy acertado el escrito de hoy. Me ha gustado mucho. Un beso

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  5. El desencanto como oportunidad para crecer. En esto estoy también, pero hay que pasarlo, entrar en ello para mirarlo de cara y que no te merme.
    Un abrazo para encantarse de nuevo, jaja!

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  6. Gracias M. Elena x hacernos ver que de todo lo negativo se tiene que sacar lo positivo , y el cambio que podemos experimentar en nuestra vida puede ser "un volver a nacer"
    Pero la crisis así todo, hay que; aceptarla, sentirla, sufrirla....Pepi

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  7. Gracias M. Elena x hacernos ver que de todo lo negativo se tiene que sacar lo positivo , y el cambio que podemos experimentar en nuestra vida puede ser "un volver a nacer"
    Pero la crisis así todo, hay que; aceptarla, sentirla, sufrirla....Pepi

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