En el interior,mi fuerza

Conversaciones con mi mente

M.ª José Calvo Brasa

Todos tenemos una fuerza inaudita en nuestro interior. Todos podemos levantarnos cada día y encarar cuanto viene con determinación. Pero a menudo olvidamos y enterramos todo cuanto somos y, lo que es peor aún, lo que sabemos. Entonces nos creemos débiles e indefensos, como si el mundo se nos cayera encima aplastándonos como motas de polvo.

Si admiramos la fuerza interior de otros, no hay duda, eso es algo que tenemos, pues el otro sólo se limita a ser nuestro espejo; la imagen de lo que realmente somos y tenemos. Creerlo es la clave, creer en lo que somos nos transformará día a día para devolvernos a la esencia que tenemos y que somos.

Mi fuerza aún yace sepultada y sólo asoma cuando la veo en otros. Me admiran y me entusiasman, pero pocas veces se mirar el reflejo que de mi interior suponen. Es mayor la inercia de pensar “que suertudos” o el limitante “pobre de mi que no soy así”, por más que en el fondo se que ellos solo reflejan lo que yo misma soy, pues aquello que veo es lo que se reconocer. Nadie ve lo que no entiende o tiene; sólo lo que nos es afín.

Consciencia de lo que somos cuando lo vemos fuera, esa es la clave. Siempre que admiramos una cualidad, sabemos que es nuestra y que de alguna manera podemos volver a sentirla, volver a vivir con ella. Puede ser cuestión de tiempo y paciencia, pero la consciencia nos llevará, tarde o temprano a esa cualidad dormida. Negarla, decir que somos pobrecitos y que sólo la poseen los demás, nos aparta de ella mientras nos revolcamos en nuestra incapacidad.

Hay una fuerza inmensa en nuestro interior, hecha para usarla, para disfrutarla, para compartirla y para hacer de este mundo un lugar más habitable. Y como todo lo que nos ofrece la vida, solo necesitamos tomarla y usarla.