El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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sábado, 21 de enero de 2012

DECIDI HUIR.




A la noche tomé la decisión. Cogería el primer barco y pondría tierra por medio a mis problemas.

En la soledad del camarote me asaltaron mis viejos fantasmas y no conseguí dormir.

Arribé a una tierra extraña, desconocida y sus calles solitarias me hablaban de ti, de tu rechazo y de tu traición.

Tardé años en darme cuenta que mis miserias y mis frustraciones me acompañarían a todos los rincones de la tierra donde pretendiera esconderme.

Decidí volver a casa. A mi casa. A mi vieja ciudad y empezar una a una a encarar mis torpezas y mis heridas.

Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Huir no es la solución. Afrontar las situaciones es de valientes. Aunque cueste. Así es vivir en plenitud.

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  2. Hay personas que no ven sus problemas y por tanto no pueden enfrentarse a ellos; pero las hay que si se dan cuenta y tal es el miedo, inseguridad etc. que les produce, que utilizan mecanismos de defensa, y hasta indican a los demás el problema que tendrian que resolver ellos.

    Para mí el enfrentarte a los problemas está unido a la fuerza de voluntad, a no posponer, reconocer sus fallos etc. y en esto Pepi saca "matrícula de honor".

    Os dais cuenta como me voy conociendo y queriendo je,je,je.............

    ¡Feliz fin de semana!

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  3. Allí donde uno vaya va a llevar todas las alforjas internas. Va a ser mejor viajar - vivir- LIGERO DE EQUIPAJE, como decía Machado

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  4. Leo estas palabras y tan sólo puedo pensar que al menos, antes de partir siempre podré decir que ya comencé a enfrentar mis heridas, mis desajustes, mis imperfecciones, mis autoengaños, mis falsas creencias...
    Bella reflexión a la que me acojo. Ojalá que cuando suene la bocina del barco mi tierra haya quedado bien labrada.
    Un abrazo,
    Ana

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