El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 12 de agosto de 2013

¿CÓMO SOY?



¿Soy controlador, razonador, entretenedor o ayudador?


Mi profesora de filosofía era rubia y nada tonta. Decía cosas muy sensatas. A ella la escuché por vez primera el oráculo del templo de Delfos: “Conócete a ti mismo”.

            Merece la pena saber de qué argamasa está hecho nuestro propio edificio.

Los que han ahondado en esto del conocimiento humano nos han ofrecido a lo largo de los siglos muchas claves para desentrañar nuestros propios secretos, para escudriñar los propios y extraños misterios. De todas las estrategias de conocimiento la más completa, amplia y profunda tal vez sea la que aporta el eneagrama.

Una clasificación sencilla, a modo de pinceladas, habla de cuatro tipos diferenciados:

1º.- Los controladores. Son personas de control. Les gusta ejercer el mando, tener el poder, dar órdenes, poner disciplina y exigencia. Son responsables y cumplidores. El tiempo es muy importante para ellos y quieren que sea para los demás. Les encanta dirigir las organizaciones y los grupos. Se mueven entre dos variables: el control y la competencia.
2º.- Los razonadores.  Para estas personas lo más importante es la razón, es el pensar, es el analizar, examinar, discriminar, discernir, enjuiciar. Son personas juiciosas, investigadoras, científicas. Les gusta hablar con propiedad y con una enciclopedia al lado. Sus posiciones son asentadas y contrastadas. Se mueven entre dos variables: el control y la cooperación.
3º.- Los entretenedores. Son las personas de la expresión, de la comunicación, del salir hacia fuera. Exteriormente son vitales, alegres, comunicativos. Les gusta hablar y actuar en público. Son los que alegran las veladas o dan vida a los encuentros. Son ocurrentes, creativos, intuitivos. Tienden a la superficialidad. Su mundo es la creación, la farándula, el escenario, la movida. Se mueven entre dos variables: la expresión y la competencia.
4º.- Los ayudadores. Son personas afables, atentas, comunicativas. Están muy pendientes de los demás y sus necesidades. Les encanta encontrar gente necesitada a quien echar una mano. Según ellos la vida o es servicio o no es nada. Se entregan y se vacían en los otros. Les cuesta vivir su propia soledad o afrontar sus propias historias. Se mueven entre dos variables:  la cooperación y la expresión.

 Este redactor  escuchó al profesor Carbonell esta clasificación. No sé él de quién es deudor.

Vamos a dejar un par de preguntas para nuestros amigos/as internautas: ¿Qué tipo de personalidad se ajusta más a tu propia percha?. ¿Con qué tipo encuentras más rechazo y te cuesta más el encuentro?

Tenemos 1 comentario , introduce el tuyo:

  1. A Pepi la faltan muchos conocimientos por adquirir, para dar respuesta a las dos preguntas que nos indican los redactores del blog.

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