El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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martes, 13 de agosto de 2013

CONVERSACIONES CON MI MENTE


MODELOS PARA UNA CRISIS
I
                        ¡Amigos, esto se hunde! Por si alguien aún no se ha enterado, habemus crisis, y de las gordas. La economía se nos ha averiado, la gente es mala; va a lo suyo; los políticos se dedican al pillaje y al corso, (lo que en estos tiempos de finura dialéctica se viene a llamar “corrupción”)… Y en medio de este fregao, algunos estamos en plena crisis de los cuarenta, cuarenta y uno o cuarenta y dos… Angustiada me hallo pues no sé cómo saldremos de esta…
                        Bromas aparte, lo anterior bien podía ser un resumen de las noticias que soportamos en la actualidad. Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con una suerte de modernos jinetes del Apocalipsis: pesimismo, depresión, egoísmo y decepción, todos ellos capitaneados por una señora con muy mala leche a la que llaman “Crisis” y que aparece ya hasta en los anuncios. O bien nuestros periodistas se han apuntado al club de los cenizos, o existe una inexplicable mala idea de amargarnos a todos la vida.
                        Prefiero por prudencia no responder a esta pregunta, ya que por fortuna en medio de este caos, existen otras voces más sensatas y optimistas, como es la del Teléfono de la Esperanza, que hablan de posibilidades, de esfuerzo, de voluntad y de esperanza. Sinceramente creo que es mejor  escuchar estas voces y no prestar demasiada atención a esos agoreros empeñados en verlo todo negro. Es bueno recordar siempre que hay diversas tonalidades de color y, sobre todo, que hay posibilidades.
                        Recientemente asistí en Madrid a un acto organizado por un grupo de mujeres empresarias que también han decidido mirar la realidad con otros ojos. Y, a través del testimonio de varias personas que han logrado crear una empresa de la nada o que ocupan cargos muy elevados, quieren demostrar que hay luz al final del túnel . Tengo que reconocer que la mayoría de testimonios hablaban de una infancia feliz, motivadora, motivadora y llena de confianza en las propias posibilidades. Pero también hubo quien encontró en su vida todo tipo de trabas y al final, insistiendo y confiando, contra todo pronóstico, alcanzó su meta.
                        Fue una mañana muy interesante y rica en reflexiones, pero las organizadoras nos reservaron el plato fuerte para la tarde. En el programa simplemente aparecía “entrevista con deportista de élite”, título poco atractivo, por lo que a punto estuve de no ir. Pero, gracias a Dios, la curiosidad pudo más y fui.
                        De nuevo en el escenario apareció María Escario, la excelente presentadora del evento. Nos habló de una deportista, la mejor de este país y la que más medallas ha logrado. Cuando dijo su nombre me quedé en blanco. Como no soy seguidora de los eventos deportivos, me pareció lógico, aunque una vez que salió al escenario y nos contó su historia, ya no me lo pareció tanto. Lo que nos contó y cómo lo contó me impactó de tal manera que me gustaría ahora hacer un inciso para lanzar una pregunta al aire: ¿conocéis a Teresa Perales? Sin buscar en la red de redes ¿sabe alguien quién es esta deportista? ¿los medios pesimistas que tenemos nos han hablado de ella y de su historia?

                        Me gustaría saber si soy la única que desconocía ese nombre o si el desconocimiento es general, así que, tras este inciso de reflexión, seguiré con la historia de la deportista de élite y estrella de la vida Teresa Perales.
Mª. José


Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Gracias MªJosé. Sin duda, es un testimonio que merece ser conocido.A mi también me impactó cuando ví una entrevista suya en TV.
    No creo que la mayoría la conozcan pues importan mucho más las olimpiadas y la gente "normal", sin desmerecer su esfuerzo por estar en la élite que no es fácil seguramente.
    Cuanto más en su caso...

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  2. Yo me quedo con las enseñanzas que recibo cada día del Teléfono de la Esperanza.
    Desde aquí felicito a Teresa Perales por su capacidad de lucha, valentía, coraje etc.etc.etc. que a sus 19 años tuvo que empezar aprender a vivir con una gran limitación.
    Pepi no conocía a Teresa Perales, pero entró en Google para informarse.

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  3. Yo tampoco la conocía.

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