El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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viernes, 23 de agosto de 2013

CONVERSACIONES CON MI MENTE



MODELOS PARA UNA CRISIS
II
                       
 Entró precedida por una larguísima ovación, moviéndose con gran ligereza sobre su silla de ruedas. Una de las primeras frases que nos dijo fue: “puede que penséis que estar en una silla de ruedas es una faena… Y lo es, pero esto no me va a detener”
                        Para quien aún no conozca a Teresa Perales se trata de la mejor deportista de este país, la que más medallas ha logrado en cuatro juegos olímpicos y en varios mundiales de natación. A los diecinueve años a causa de una neuropatía perdió la movilidad de sus dos piernas. ¿Alguien se imagina lo que puede ser eso? ¿La cantidad de sueños y proyectos que pueden hundirse? Pues ella supo enfrentarse a ello: aprendió a nadar y comenzó a competir. Todo un ejemplo de superación humana.
                        En todo el tiempo que duró su intervención no hubo una sola frase de autocompasión o de tristeza. Sí habló de sus momentos duros, pero en lugar de regodearse en ellos, se centró tan solo en contar cómo logró superarlos confiando en sí misma, en su valía como persona y en su gran capacidad.
                        No borró la sonrisa de su rostro: una sonrisa de plenitud que lo decía todo, pues era la sonrisa de aquellas personas que logran sus objetivos y que son dueñas de sus vidas.
                        Nos contó muchas cosas de sí misma, pero su mensaje final fue que todo es posible; que si creemos en nosotros mismos abriremos las puertas de nuestros sueños. Aseguró que esto lo tuvo claro desde que su entrenador le dijera que ella era un diamante en bruto que había que pulir. Se esforzó, consiguió pulirlo y engrandecerlo hasta hacer de su vida una obra de arte. Y esto es lo que insistió en recordarnos, para que todos los que la escuchábamos lográramos ver esa cualidad en nuestro interior y así hacer de nuestras vidas otra obra de arte.
                        Teresa Perales dedica su vida a su familia (se casó, como orgullosamente nos dijo, de pié, con sus piernas enfundadas en unos dolorosos armazones de hierro que la hicieron sufrir durante todo el día, pero que le permitieron aguantar la ceremonia en pié), a entrenar durante horas para la próxima olimpiada y a enseñar a las  personas a superarse y a alcanzar todos sus objetivos.
                        Pero de ella poco nos hablan los medios de comunicación, pues parece que importa más hablar de desesperación y de tristeza que de estas personas que contra todo pronóstico alcanzan sus objetivos a través del esfuerzo y la confianza en sí mismas y en la vida… Sin dudarlo, de los dos modelos para una crisis, yo me quedo con este último y con una de las frases que nos regaló aquel día: “hay que ser valiente y conquistar nuestros sueños”

 Mª. José

Tenemos 1 comentario , introduce el tuyo:

  1. ¡Vaya ayuda psicológica que le dio el entrenador!:
    "ERES UN DIAMANTE EN BRUTO QUE HAY QUE PULIR".
    Pepi se queda con esta frase de gran contenido.

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