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viernes, 16 de diciembre de 2016

Comprar por comprar Una forma de esclavitud del siglo XXI

El rincón del psiquiatra
Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra


En nuestro mundo occidental hace muchos años que se abolió la esclavitud: No obstante, hoy día algunas personas se encuentran presas de su tendencia a jugar (los ludópatas), a comer (los bulímicos), a trabajar (los workaholics), al gimnasio (vigorexia), a los chats de Internet, los móviles, los videojuegos, las compras...Son los adictos sin drogas.
Comprar por comprar
Comprar de forma descontrolada ha recibido diferentes nombres: “shopping disorder”, “dessing disorder”. “trastornos de adquisición anormal” o “compra compulsiva”. Es evidente que es difícil situar el límite de lo normal y anormal en este terreno. La compra anormal se caracteriza por la necesidad inevitable de comprar, que se acompaña de una disminución de tensión, y que puede llegar a provocar importantes problemas familiares, interpersonales e incluso económicos.
Tal es el caso de Marta. Mujer de 50 años de edad, que refiere una necesidad imperiosa de comprar, sobre todo, música: discos, cd, etc. Es tal la cantidad de música que compra que no tiene tiempo material para escucharla, pero si acude a una sección de música, no puede salir sin comprar algo; también Antonio tiene un problema parecido aunque éste el objeto de sus compras son los zapatos. La explicación para él es muy sencilla, como me dijo en una ocasión: “hoy me he comprado tres pares de zapatos pues estaban muy rebajados”. Pero la realidad era que tenía más de veinte pares de zapatos, y además, como le dijo su hijo pequeño, muchos de ellos los tenía “repe”.
Las motivaciones de este tipo de conductas son muy diversas; en el caso de Marta siempre está relacionado con un disgusto con el marido o una bronca con los hijos, lo que provoca la pataleta de irse a los grandes almacenes y “jugar” a ser Onassis; en el caso de Antonio es el aburrimiento el que le lleva a llenarse de cosas (zapatos), que nunca sacian completamente.
Las nuevas posibilidades tecnológicas (tarjetas de crédito, compra on-line, etc.) han facilitado más estas acciones, pues sin dinero en el bolsillo e incluso sin moverse de casa, se puede satisfacer ese impulso.
La compra compulsiva (incrementada en las épocas de rebaja o en las grandes ofertas de dos por uno) pretende neutralizar, en muchas ocasiones, el vacío de una vida poco satisfactoria o mitigar una ansiedad producida por el trabajo, los hijos o la misma situación precaria económica.
Prevención
Una de las preguntas que subyacen en relación con este problema es: ¿por qué la sociedad actual favorece las dependencias? José A. Marina da una respuesta: “uno de los elementos del sistema de creencias del adicto es la exaltación de lo fácil. Nuestra sociedad de consumo nos hace pensar siempre en lo que es más barato y produce más felicidad. El dos por uno, tan sugestivos en los anuncios de las superficies (dos corbatas por una, llévese dos kilos de peras y pague uno, etc.) está presente en muchas de nuestras acciones: conseguir la felicidad con el mínimo esfuerzo. Es como si el joven fuera aprendiendo que lo fácil es sinónimo de bienestar.
Por este motivo, crear un clima de confianza y fortalecer la autoestima será  un buen caldo de cultivo para no déjese arrastrar por la tendencia a buscar satisfacciones inmediatas y a evitar los sacrificios. Así neutralizaremos la “nueva esclavitud”: las adiciones sin drogas.
En cuanto a las compras compulsivas he aquí algunas medidas para no caer en ellas:
  • Sería conveniente elaborar un presupuesto mensual y controlar de forma diaria los gastos.
  • Eliminar la práctica de comprar con tarjeta de crédito. Comprar con dinero en metálico nos hace ser más conscientes de los gastos reales que hemos hecho.
  • Evitar las compras de última hora.
  • En caso de acudir a las rebajas procurar ir con una lista de necesidades y no salirse de ella.
  • Una forma indirecta, pero muy eficaz, es favorecer las actividades recreativas al aire libre y las acciones que fortalezcan la autoestima.

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Muy apropiada esta reflexión en estos momentos. Comparto la reflexión del psiquiatra, detrás hay vacío existencial que hay que llenar con golosinas que a su vez nos van a provocar mayor vacío y más chuches... Así no, así no..

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  2. Me gusta la foto de este texto. La gente feliz no es adicta a lo que escribe este profesional

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  3. Gracias por tus exposiciones tan clarificadoras (incluidas las fotografías) y con tan buenas enseñanzas.
    Las personas que tengan este problema, estaría muy bien que alguien les ayudara a darse cuenta; que su problema está en el interior y no en el exterior.
    Asistir a los G.D.P., Talleres y Cursos del T. de la E. les seria de una gran utilidad.Pepi

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