El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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miércoles, 30 de noviembre de 2011

SENTIMIENTOS



Carta al blog en primera persona de una participante en los grupos de ayuda de León.-


Apreciado amigo:

Además de las cosas que te he contado…, quiero felicitar al Teléfono de la Esperanza de León por el entusiasmo, el amor, la gran ayuda que brindáis y el trabajo bien hecho que realizáis en todos los proyectos que emprendéis.

¡Que buenas frases me habéis regalado!: "Hay que ocuparse, no preocuparse". "Saber escuchar es simplemente escuchar, no resolver".Cuantas veces en mi vida he deseado, en alguna ocasión, que sólo me escucharan.

No sé si en un futuro seguiré a vuestro lado pero de momento me implico apasionadamente en vuestros talleres, los cuales son una gran escuela para aprender a escuchar y para compartir otras magníficas cosas: Miradas, silencios, gestos de complicidad o de discrepancia, suspiros que cortan la respiración o que liberan tensiones, calor humano de acogimiento, cariño, comprensión y respeto...

En algunos momentos duros de mi vida sólo pude contar con mis propias palabras de consuelo. Más de una vez en voz alta me dije a mi misma:¡Vamos Yolanda, que tu puedes con esto y con mucho más!. Las palabras de cariño que me faltaban de algunas personas yo en voz alta me las repetía en ciertas ocasiones a mi misma:¡Venga preciosa que te espera un nuevo día!, y la ducha de agua caliente suavizaba mis músculos doloridos y el vapor del agua serenaba mi mente y mi alma.

Lo que si te puedo asegurar es que la vida nunca me ha podido quitar la alegría y el buen humor que creo que tengo. Hace algunos años acepté que la vida te pone en el camino a todo tipo de personas para que aprendas de ellas muchas cosas. Unas veces te enseñan el lado bueno y agradable y otras la parte más fea. Toda moneda tiene dos caras y para que tenga valor hay que aceptarla completa. Esa creo yo que es la gran riqueza y enseñanza de la vida.

El rencor, la rabia, la ira, la incomprensión, me hicieron perder mucho tiempo y energía, pero asumo que todo lleva un ritmo de aprendizaje.

Imagino mi corazón como una gran tarta a la cual aún le queda varias porciones para repartir, pero también deseo que la vida no sea demasiado glotona y se coma hasta la guinda.

Muchas gracias y no os canséis de seguir haciendo el bien”.

Una simple aprendiz de la vida: Yolanda.

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me ha gustado mucho esta carta de Yolanda, su sinceridad y valentía

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  2. Pepi desde aquí te manda muchos besos y abrazos y que la vida te siga dando todo lo bueno que te mereces, ante todos por dos cosas: por tu fuerza de voluntad, y porque "ya sabes donde te manca el zapato".

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  3. Muy bonita esta carta testiminio, y que bueno que puedas mantener la alegria incluso en las dificultades que vas encontrando en la vida. Seguro que en tu vida te esperan cosas muy buenas.

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