El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
martes, 1 de octubre de 2013

EL RINCÓN DEL OPTIMISTA

las grandes barreras, los barrotes de verdad, son los que crecen en nuestra mente


Acción-reacción-repercusión

Cómo decidirse a hacer algo. Yo tengo una frase que sigo desde hace algunos años que es ‘acción-reacción’, es decir, cuando andas dándole vueltas entre si hago una cosa o no la hago, me repito este mandato: reacciono y lo hago. Sería aquello de: ‘no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy’. Ponerse manos a la obra, espabilarse y no permitir que el miedo a equivocarte te bloquee. Claro que te puedes equivocar, esa es precisamente la salsa de la vida. Quien tiene boca se equivoca. Estoy más que acostumbrado a escuchar eso de: “No sé qué hacer, si hacer esto o lo otro, si hacerlo o no hacerlo… Siempre respondo: “Hazlo, ¿qué tienes que perder, equivocarte?”. No digo yo que haya que hacer las cosas sin pensar, no; pensar los pros y los contras, reflexionar mínimamente, pero acto seguido obrar en consecuencia, porque el problema real que nos encontramos es que le damos vueltas a las cosas hasta tal punto de que lo convertimos en pelota rodante y acabamos por no hacer nada, no reaccionar. Eso no es práctico, ni positivo. Yo me considero una persona practica y aunque me gusta teorizar, filosofear, me gusta comprobar lo que digo en el campo de batalla. Si alguien me pregunta que qué quiero que me regalen, siempre les digo cualquier cosa con que sea práctica, que sirva para algo, no para adornar.
Cuando ya practicaba lo de acción-reacción apareció Manu Chao y le escuché cómo añadía en una canción lo de ‘repercusión’ que vino a poner el punto sobre la i, porque tenemos que prevenir que toda acción nuestra va a traer consecuencias, buenas o malas, pero consecuencias, lo que aún así no nos debe frenar para hacer las cosas, sino que quiere decir que debemos tener en cuenta que lo que hagamos repercutirá sobre otras personas, sin duda, pero que siempre será mejor que exista esa repercusión a que no haya acción (inacción-dormidera). Esta teoría funciona, lo tengo experimentado. Un ejemplo: Me encuentro casualmente con un amigo que hace mucho que no veo. Tras repasar nuestras vidas nos despedimos y él me suelta algo así como: “Tenemos que quedar para vernos”. Mi modo para saber si lo dice en serio o es sólo una frase sin contenido es decirle: “El viernes para cenar”. Si me dice que ese día no le viene bien y no me da una fecha alternativa ya sé que no ha sido sincero y que no tiene realmente interés en que volvamos a vernos. Está bien, cada uno a lo suyo. Si acepta la invitación, si ‘reacciona’ es que es un amigo de verdad, que le interesa mi vida, ha decidido pasar a la acción a favor de no perder nuestro contacto. Tengo ejemplos a patadas, todos los días, casi de cada decisión que me toca tomar. Porque cada vez que planificamos tendemos a relegar esas decisiones para seguir dándole vueltas a la cabeza y, claro, la cabeza acaba mal de la cabeza. Otra gran ventaja de la ‘acción-reacción-repercusión’ es que si tras tomar partido por algo ves que has errado, que la cosa no va bien, siempre tienes tiempo de rectificar, de reconocer que te has equivocado sin más. Pero el tema de las equivocaciones y los perdones daría perfectamente para un tratado de 500 páginas.
Asín sea.
Juan


Tenemos 9 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me apunto a la acción. Huyo de aquellos que le dan mil vueltas a las cosas y no acaban por decidirse: no se si por perfeccionismo o por miedo, ambas situaciones acaban en la inacción y el abatimiento, en la pérdida de autoestima y en definitiva son situaciones que no ayudan a ser felices. Norecic

    ResponderEliminar
  2. Acción-Reacción-Repercusión (Macaco)

    http://www.youtube.com/watch?v=MRDlyt9EdTg

    ResponderEliminar
  3. Acción-Reacción-Repercusión (Macaco)

    http://www.youtube.com/watch?v=MRDlyt9EdTg

    ResponderEliminar
  4. Apunta y dispara.
    Piensa y actúa.
    Dar vueltas y vueltas a la noria produce más mareo y más confusión, ¿a que sí?

    ResponderEliminar
  5. Uff... por favor! Qué estrés. Prefiero tomarme mi tiempo y con calma las decisiones. Soy lenta.

    ResponderEliminar
  6. Las situaciones de cualquier tipo trato de resolverlas lo antes posible. Es cierto que a veces Pepi tenía que ser más reflexiva.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo haces muy bien, compañera. Ojalá otrAS aprendieran a resolver y atender a la gente con la disponibilidad, el respeto y la consideración con la que tú lo haces.
      Y como de deseos está el mundo lleno, voy a frotar la lámpara de Aladino, antes de irme a la cama, a ver si el genio quiere salir y otorgarme algún deseo que en este caso no es para mí, sino para que "cambie", como reza el teléfono, algún corazón endurecido y falto de escucha o mejor de PIEDAD.

      Eliminar
  7. Gracias por las valoraciones. También reconozco mis fallos ,y me produce satisfacción porque significa que me voy conociendo. Pepi

    ResponderEliminar
  8. Gracias por las valoraciones. También reconozco mis fallos ,y me produce satisfacción porque significa que me voy conociendo. Pepi

    ResponderEliminar