El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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sábado, 21 de abril de 2012

ANTONIO COLINAS: LA VISITA DEL MAL




LA VISITA DEL MAL

Hoy hemos recibido la visita del mal,

pero hemos decidido acogerlo

como a huésped fecundo.

Llegó el mal de repente, como cepo o veneno,

y le hemos abierto

de par en par la puerta de la casa.


Como siempre, el mal

viene ciego, desnudo, sin razón,

y aunque perros y gatos han salido huyendo,

conservamos la calma plenamente

y lo hemos conducido hasta el jardín.

Allí, el dulce día, el sol tan fuerte,

abrasaban las llagas y pesares,

resecaban la sangre en las heridas,

borraban el espeso hedor del aire.


Nos ha llegado el mal como un cuchillo airado

en sótanos de sombra,

mas casa y corazón están abiertos.

Una vez más tuvimos que poner

amor donde el amor no se encontraba.

Y no hay mordaza, dardo, aguja, hiel

que no pueda fundir la hoguera musical

que, de monte a monte, hoy propaga el otoño.


He entrado unos momentos en la casa

para sacarle el pan y la bebida

al huésped iracundo.

Quise alegrarle el corazón, poner

un poco de calor en su cara de hielo.

Con sosegada paz volví al jardín

para abrazar el mal, pero no pude,

pues lo encontré caído y moribundo

de luz y de silencio entre la hierba.


Hoy hemos recibido la visita del mal,

mas pronto hemos tenido que enterrarlo

debajo del naranjo y de su aroma,

donde zumban las abejas.

A solas nos tuvimos que beber

el vino que sacamos para el huésped,

el dulce vino del más hondo olvido.



(Antonio COLINAS, Libro de la mansedumbre)

Tenemos 1 comentario , introduce el tuyo:

  1. Según iba leyendo el poema, el interior de Pepi le decia. Que también hay que aceptar y estar preparados para enfrentarnos a las situaciones negativas de la vida, no solo para disfrutar de todo lo bueno que la vida nos da, sino que también tenemos problemas, pero no solo de los que podemos darles una solución, sino también de aquelos que no queremos nunca que vengan por el cambio que nos va hacer experimentar en nuuestras vidas: como una enfermedad grave, la muerte de un ser querido, etc.etc. situaciones muy fuertes, en las que ahí es donde más vamos a ver que clase de personas somos y el equilibrio que tenemos por la forma de enfrentarnos a ellas, de ahí también la importancia de aceptarnos, conocernos, querernos ......cada vez más, debiendo ser conscientes que aquí estamos de paso y que esas situaciones habrá que integrarlas también con la mayor serenidad posible, con valentia y que realmente no somos dueños de nuestras vidas, pero si somos dueños de como enfrentarnos y desarrollar nuestras vidas.

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