6º.- LA SABIDURÍA TOLTECA: SÉ ESCÉPTICO, PERO APRENDE A ESCUCHAR.
Los toltecas eran conocidos en todo el sur de México como “hombres y mujeres de conocimiento”. Los antropólogos los han definido como una nación o una raza, pero de hecho eran científicos y artistas con un profundo conocimiento espiritual. La conquista europea, junto con errores propios, hizo que los toltecas – naguales – escondieran su sabiduría y la ocultaran a los demás.
Nos proponemos a dar a conocer esta sabiduría a través del Doctor Miguel Ruiz y de sus libros “Los Cuatro acuerdos”, la “Maestría del amor” y “El quinto acuerdo”.
LOS CINCO ACUERDOS para ser feliz:
1º. Sé impecable con tus palabras.
2º.-No te tomes nada personalmente.
3º.- No hagas suposiciones.
4º.- Haz siempre lo máximo que puedas.
5º.- Sé escéptico, pero aprende a escuchar
Vamos a explicar hoy el quinto acuerdo: SÉ ESCÉPTICO, PERO APRENDE A ESCUCHAR.
Utiliza el poder de la duda para poner en tela de juicio todo cuanto oyes: ¿Es realmente la verdad?
Es común aceptar las cosas con mucha facilidad, sobre todo cuando las dicen personas que gozan de nuestra simpatía o admiración.
"No me creas, no te creas a ti mismo y no creas a nadie más", recomienda el autor.
La verdad no necesita que tú creas en ella; la verdad sencillamente es y sobrevive tanto si crees en ella como si no. Las mentiras necesitan que creas en ellas. Si no te crees las mentiras, no sobreviven a tu escepticismo y simplemente desaparecen. Si comprendes el quinto acuerdo, verás la razón por la que no necesitas creer lo que puedes ver, lo que ya sabes sin palabras. La verdad no viene con las palabras. La verdad es silenciosa. Es algo que simplemente sabes; es algo que puedes sentir sin palabras y esto se llama conocimiento silencioso.
Cuando aprendes a escuchar, eres respetuoso con los demás, sabes exactamente lo que quieren los demás. Que otras personas quieren algo no significa que tú tengas que darles lo que quieren.
Si no aprendes a escuchar, nunca comprenderás lo que estoy compartiendo contigo ahora mismo. Sacarás precipitadamente una conclusión y reaccionarás como si se tratara de tu sueño cuando no lo es. Por consiguiente, quizá lo que yo digo es la verdad o no lo es, pero tal vez lo que tú crees no es la verdad.
Yo sólo soy la mitad del mensaje; tú eres la otra mitad. Soy responsable de lo que digo, pero no soy responsable de lo que tú entiendas. Tú eres responsable de lo que tú entiendes; tú eres responsable de cualquier cosa que hagas con lo que oigas en tu cabeza, porque tú eres quien da significado a cada palabra que oyes.
Sé escéptico, pero aprende a escuchar y entonces elige. Sé responsable de todas las elecciones que hagas en tu vida. Ésta es tu vida; no es la vida de nadie más y descubrirás que lo que tú haces con tu vida no es asunto de nadie más. Somos víctimas de todos los símbolos que creamos, somos víctimas de todas las voces en nuestra cabeza, somos víctimas de todas las supersticiones.
Aprende a escuchar y elige tu verdadera e íntima misión en la vida.
( Miguel Ruiz)
Amigo internauta, déjanos tus aportaciones en “comentarios”.
Enseñanzas y conclusiones que saca Pepi de esta Quinta Sabiduria:
ResponderEliminar- Cada uno de nosotros somos responsables de nuestras vidas.
- Aprender a escuchar y saber sacar el contenido de lo que nos quieren transmitir.
- Cuanto mejor sepamos escuchar más respetuosos seremos hacía los demás.
- No nos debemos considerar en posesión de la verdad, la vida nos lo indicará.
Por lecciones que estoy recibiendo del Teléfono no será, ahora a ver hasta donde llego.
Yo creo que es miuy importante saber escuchar y que la verdad de una persona para la otra es otra verdad, hay que aplicar el no juzgar, a veces solo es necesario escuchar con mucho amor.
ResponderEliminarDicen los toltecas:"Si no aprendes a escuchar (...) sacarás precipitadamente una conclusión y reaccionarás como si se tratara de tu sueño cuando no lo es", parece que frena un poco a hacer una reflexión ¿no?, pero también dicen:
ResponderEliminar"Utiliza el poder de la duda" y eso me anima a reflexionar unas frases que me llaman la atención.
-"La verdad sobrevive", es muy alentador.
-"La verdad no viene con las palabras", pero sí hay que manifestarla, darla a conocer. Sólo uno ha podido decir:"Yo soy la Verdad...", “YO soy", YO EXISTO. La verdad HABLA, no es silenciosa, DA LA CARA, SE EXPONE,... SE MOJA, Y yo creo en la verdad, aunque "La verdad no necesite que yo crea en ella", porque su poder es infinitamente mayor.
-Otra cosa es cuando dicen: "Si no crees en las mentiras SIMPLEMENTE desaparecen". A mí esto no me parece tan fácil, tan simple, porque la mentira tiene un gran poder y aunque no vivamos de mentiras convivimos con ella, sobre todo cuando silenciamos la verdad. Si la señora Verdad se calla, la señora Mentira crece y crece, parlotea a su antojo y a veces me confunde, porque me puede hacer creer que esa sea la verdad.¡Qué astuta es la mentira!¡qué dañina! La verdad será traicionada (el beso de Judas), será despojada de todo (como cordero llevada al matadero), será crucificada y se asegurarán de que muere (con una lanza en el costado), pero SOBREVIVIRÁ.
-Otro punto que merece mi reflexión es cuando dice. "Soy responsable de lo que digo, pero no soy responsable de lo que tú entiendas". Esto me suena a un lavarse las manos muy grande. Puede que yo acepte tener un registro diferente al tuyo en algún contexto por diferencias regionales o familiares, pero serán excepciones muy salvables. El lenguaje tiene un código convencional, es decir, aceptado por la mayoría y eso te convierte en responsable directo de lo que dices y por supuesto de lo que yo pueda entender.
-Y finalmente decir que yo tengo una “misión” en la vida me suena un poco agonías. Las palabras no pueden encasillar tanto una realidad que es inabarcable, y las misiones parecen tener un fin más inmediato.
Hipálage