El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
miércoles, 18 de marzo de 2015

Más deprisa

Conversaciones con mi mente
M.ª José Calvo Brasa

Deprisa, más deprisa, que no llegamos nunca… El tiempo apremia y ya no hay tiempo, tiene que ser ya. Quiero todo ahora y lo quiero todo ya. No hay paciencia no hay calma; las cosas son de hoy para ayer.
Así quizá circula este mundo loco… así quizá nos movemos por él, sin tiempo para saborear la vida, sin tiempo para pensar, sin tiempo para conocer. Hoy parece que todo es instantáneo: los tiempos, la vida, los amores… De insatisfacción en insatisfacción caminamos sin pensar en que, quizá no ralentizamos el ritmo para estar, para sentir, para conocer, para hablar…

Cualquier viaje que se emprende comienza con un paso, pero en nuestro mundo “instantáneo”, al parecer, planear viajar a París supone estar ya en París… ¡Y se podrían disfrutar de tantas cosas en ese viaje!.
Hagamos un hueco de nuevo para hablar. Un hueco de grandes proporciones, en el que pueda entrar la atención y el interés por la otra persona; el placer por “escuchar” sus profundos anhelos, sus más ocultos miedos, hermanándonos de nuevo en una comprensión profunda y sincera. ¡Ay tantas quejas sobre los “otros”!, ¡tanto anhelo de ser escuchados y entendidos!... Y hay tan poca gente dispuesta a escuchar y a entender…
Vamos deprisa, muy deprisa y vienen deprisa, muy deprisa. El encontronazo es evidente e inminente; el enfado contundente. Sin tiempo para sonreír nos perdemos la vida, la alegría de otra mirada, y al final pasamos por la vida como el huracán: agitado, rápido y destructivo.

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Qué cierto todo lo que dices , cuàntas cosas nos perdemos al caminar tan d prisa, cuántos paisajes, momentos y sobre todo, cuàntas personas que no nos paramos a conocer con la profundidad que requieren y que incluso descartamos d nuestra vida por la prisa, sin permitirnos llegar a descubrir el maravilloso ser que todos llevamos dentro.
    Me gustaría ser capaz d parar , cada día , cada hora, cada momento.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Importante enseñanza del T. de la E. Que viva el presente el aquí y ahora, de esta forma ya voy dejando de ir deprisa, deprisa, deprisa.... por la vida, y siendo consciente de lo que vivo en cada momento, y así valoro y voy sacando más jugo a la vida. Perpi.

    ResponderEliminar