El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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jueves, 18 de junio de 2015

El juego de la vida

Pax Vostrum
Beatriz
¿Jugamos al juego de la vida?  ¿Cuáles son las reglas? ¿Cómo se juega? ¿Quién me explica o me explicó como se juega? ¿Me lo explicaron bien?  ¿Y dónde se juega? ¿Con quién quiero jugar?  ¿Cuándo me toca participar? ¿Y quienes son mis contrincantes? ¿Juego en equipo? ¿Solo?  ¿Respeto las reglas? ¿O me gusta hacer “trampas”?   ¿Disfruto del juego? ¿Participo pensando en la meta? ¿Soy ganador? ¿Soy perdedor? ¿Me conformo con participar?   ¿Qué hay de mi juego?
Nos pasamos la vida “jugando” a algún juego o a varios sin darnos cuenta de ello. Pensamos que todas las reglas nos vienen dadas y que no podemos escogerlas ni cambiarlas. E igual pasa con los participantes de ese “juego”. 
Pero no “jugamos”, no nos lo tomamos como tal. Le damos una importancia y una seriedad a la vida “tremendas”.  
Hay una frase al respecto que me gusta, que tengo presente y que comparto aquí contigo: ¡No te tomes la vida tan en serio, al fin y al cabo, no vas a salir vivo de ella!
Relativicemos todo y juguemos… solo juguemos.  Hagamos todo desde el disfrute personal.
Así que dan igual los porqués, los para qués, el buscar tres pies al gato...   Pregúntate: ¿Estoy gozando, estoy disfrutando con lo que hago, con dónde estoy, con las personas que tengo a mi alrededor?  ¿Me gusta “mi juego”? 
Si respondes que sí, vas por buen camino. Si es que no, revisa tú juego, revisa las reglas de tu partida, revisa con discernimiento lo que sí se puede cambiar, aquello en lo que sí puedes actuar para que tu “juego” mejore.  Tú y solo tú puedes hacerlo.
Puede haber participantes que te ayuden, te acompañen,  te enseñen a jugar al juego al que has decidido jugar, otras veces, puede ser tú mismo el que enseñes a jugar a otros. Pero la responsabilidad es siempre tuya.
Hay veces en las que determinadas reglas nos viene dadas y que no queda otra que aceptarlas, la vida nos pone en ese “juego”, es lo que toca. Seamos prácticos, y digamos amén.  Aceptemos que ese es el “juego” ahora. No perdamos ni un solo minuto en resistirnos a aquello que no podemos cambiar, sólo enfoquémonos en hacerlo lo mejor posible y jugar bien la partida que nos ha tocado.
Algunas veces, nos vienen unas cartas maravillosas, otras, no tanto, pero no importa. Se dice que el buen jugador no es el que tiene buenas cartas, sino el que sabe jugar con las que le llegan, aunque no sean las mejores.
Y tú ¿cómo lo haces? ¿A qué juegas? ¿Disfrutas de tu juego? 

Tenemos 7 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Si aceptamos las cartas con las que vamos a jugar, pisamos tierra y seremos sensatos. Si vivimos añorando otras cartas, erramos, porque las cartas ya están repartidas, y TODOS TENEMOS MAGNIFICAS CARTAS. Jairo

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  2. "Hay veces en las que determinadas reglas nos viene dadas y que no queda otra que aceptarlas, la vida nos pone en ese “juego”, es lo que toca. Seamos prácticos, y digamos amén. Aceptemos que ese es el “juego” ahora. No perdamos ni un solo minuto en resistirnos a aquello que no podemos cambiar, sólo enfoquémonos en hacerlo lo mejor posible y jugar bien la partida que nos ha tocado".
    aSÍ SEA.

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  3. A Pepi le parece fabulosa esta frase; de mucha enseñanza y contenido."El buen jugador no es el que tiene buenas cartas, sino el que sabe jugar con las que le llegan, aunque no sean las mejores"

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