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pero el que recibe nunca debe olvidar
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viernes, 9 de diciembre de 2011

REGAR Y PODAR



DESDE SORIA NOS ESCRIBE UNA CARTA EL SICOTERAPEUTA EDUARDO LALLAMA:




REGAR Y PODAR.

“Los árboles necesitan agua para nutrirse por sus raíces. Necesitan también poda para evitar el crecimiento desordenado. Regar sin podar es ceguera. Podar sin regar es vaciedad”. Así habla Juan Masiá, profesor de Ética y Antropología de la Universidad de Sofía, Japón.

La imagen nos sirve para aplicarla a la educación. Es preciso regar las pequeñas plantas que son los hijos y alumnos, ya desde el seno materno y a medida que van creciendo. Cuidados, cariño, alimentación, protección, seguridad. Sin este riego constante, gota a gota, día a día, el crecimiento de la planta está expuesto a muchas carencias que repercutirán durante toda la vida. Contemplar ahora tantos niños huérfanos en Haití, carentes de estos cuidados nos estremece y conmueve. Muchos de los llamados “niños de la calle” en las grandes ciudades del Tercer Mundo carecen de este riego amoroso y son caldo de cultivo de bandas violentas, victimas de la droga o prostitución en su etapa adolescente y juvenil. Les faltó el agua imprescindible para un crecimiento y una educación sana.

Aquí el problema puede ser el contrario: el exceso de agua, de cariño, protección, cuidados…Tampoco es bueno. Tienen el peligro de no conocer la carencia, de tenerlo todo, de ser los reyes de la familia. Basta que expresen cualquier deseo para que padres, tíos, abuelos se vuelquen para satisfacerlos. Al tenerlo todo tan fácil, no lo valoran. Ejemplo: los reyes pasados. El exceso de cariño puede ser perjudicial. Se pueden volver niños tiranos, exigentes, que no conocen y luego no toleran la frustración.

Por ello es necesaria la segunda actitud educativa: podar, como a los árboles. El bebe en sus primeros meses es todo deseo. Deseo ilimitado. Ya en esos meses tiene que ir conociendo el “no”, tiene que aceptar que la mama no esta siempre y en todo momento cuando él la necesita, que a veces tiene que esperar, que no se le puede dar satisfacción a todos sus deseos. La poda en los árboles tiene el efecto de conducir el crecimiento. Se potencia el tronco, determinadas ramas, y para ello es necesario cortar otras más débiles, cuya energía ira a las seleccionadas como directrices. Si todas se dejan, ninguna será fuerte, y habrá “un crecimiento desordenado”. En la educación es necesaria la poda de actitudes, egoísmos, celos, envidias, vagancias, manipulaciones, etc.etc…a lo largo del proceso de crecimiento. Quizá los padres de hoy no saben podar. Creen que se le crea “frustraciones o traumas” a su niño. Y se encuentran en la adolescencia con hijos problemáticos, indisciplinados, exigentes, vagos, que saben poco de esfuerzo, sacrificio, estudio, superación. Es el peligro de una generación “light”. Intentan corregir el mal ya causado llevándole al psicólogo, para que haga lo que ellos no han hecho. A veces demasiado tarde.

Siguiendo con el símil del cuidado de las plantas, yo añadiría otra tarea a realizar tanto el la jardinería como el la educación. La de remover la tierra de vez en cuando. Nuestros campesinos labran la tierra antes de sembrar. Sino la tierra se endurece, no se renueva con oxigeno y ello dificulta el crecimiento. Las familias, instituciones, iglesias necesitan remover “el humus”, la tierra, las ideas, las actitudes en las que se enraízan los hijos. Padres, educadores o instituciones cerrados, exigentes, duros, -algunos fanáticos- que no renuevan sus ideas, que no se renuevan con los nuevos tiempos, tienen el riesgo de dificultar el crecimiento armónicos de sus vástagos. Renovarse o morir.

Regar, podar, remover la tierra: tres tareas fundamentales para la educación. Ninguna puede faltar. Y las tres con equilibrio, sin excesos. Feliz crecimiento.

Eduardo Lallana
 


Tenemos 1 comentario , introduce el tuyo:

  1. Totalmente de acuerdo con el artículo.
    Juan Masiá Clavel,sj, desde su experiencia occidental(es de Murcia)y Oriental(casi 30 años en Japón)estudioso de la Bioética y el ser humano,tiene grandes aportaciones a mi juicio sobre el tema.
    Quiero traer su reflexión sobre la diferencia entre "evolución" y "cambio" porque siento que tiene que ver con eso de la educación y la forma de vivir.
    Evolución es algo más de lo que más o menos, todos entendemos cuando hablamos del cambio.Es producción de novedad por mutación.El resultado no es previsible.
    Nuestro cuerpo,nuestra cara cambia con el paso del tiempo, las celulas no son las mismas,cambian, mueren.Sin embargo ahí seguimos con nuestro aire y nuestra cara ¿qué parte cambió?
    En nuestra visión estática de la realidad, una parte cambia, y otra no; y ambas se distinguen claramente.Para la visión dinámica,todo cambia a la vez que permanece.Esta visión dinámica de la realidad, implica revisar las formas de pensar que vamos teniendo con el paso del tiempo.Es proceso y camino.No tengamos miedo al cambio y a la evolución aún con los "terremotos", estos mueven la tierra...
    Para los creyentes, lo único que no cambia en la fe y en la Iglesia es el Espítitu del Señor Jesús que nos hace cambiar continuamente.Un abrazo.

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