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pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 9 de julio de 2012

LAS VACACIONES, ¿PARA QUÈ?



Puerto de cruceros. Bari. Italia


Las vacaciones anuales (contempladas desde hace un siglo como un logro social) no son más que la figura en negativo de la alienante cultura del trabajo. Estas no serían necesarias si, a ejemplo de las culturas agrícolas, fuéramos capaces de dosificar la actividad de una manera diaria. Desgraciadamente ante la pantalla de un ordenador o en una cadena de producción nunca aparecerán los signos naturales (luz o tinieblas, frío o calor, etc.), que nos indiquen la necesidad del descanso. Por esto, el tiempo de vacaciones es un tiempo prefijado y enlatado. Y además, en el colmo de lo paradójico, como todos queremos descansar cuando el vecino (en el mes de agosto) nos sale más caro.

Este tipo de vacaciones - atracón de descanso - está en relación con el atracón de trabajo. Parecería que al trabajar más se descansará mejor y se disfrutará mejor, pero la experiencia nos dice que eso no es así: si diariamente no nos podemos desenganchar del trabajo, el parón semanal o anual producirá angustia no paz. Es lo que algún autor ha llamado "la neurosis dominguera”: el estado de malestar producido los fines de semana por no saber cómo ocupar el tiempo libre. Se cristaliza en angustia, irritabilidad y para neutralizarlo se llega incluso a "inventarse" alguna actividad los sábados y domingos: cazerías, deportes violentos, "juego de la guerra", etc.

Pero caminamos hacia una cultura del ocio (deducción de la jornada laboral) presionada por la necesidad de crear nuevos puestos de trabajo y de rebote se conseguirá que el descanso estival desaparezcan por falta de objetivos: se trabajarán tres o cuatro días a la semana y las vacaciones serán más cortas pero también más frecuentes. Nos aproximaremos así al ciclo natural del descanso y trabajo que la naturaleza ha marcado desde los inicios del universo. Al no haber largas jornadas de trabajo, tampoco se precisarán largos períodos de descanso. Es más sano y más reconfortante pequeñas dosis de descanso, tanto para el cuerpo como para nuestra mente.

Mientras llega esa situación laboral debemos aprender a descansar en nuestro marco laboral de referencia. Para ello es necesario reconocer a las vacaciones un valor intrínseco. Son necesarias por si mismas. No es un premio a un duro año sino una necesidad para la propia existencia humana. Dime cómo trabajas y te diré qué significan tus días de vacaciones.

El trabajo se puede vivir de muy diversa maneras: como un deber, como algo penoso o como una forma de autorrealización. Esta última modalidad, en palabras de Eric Fromm, es el "trabajo productivo": aquel que el ser humano utiliza para expresar su poder sobre la materia y de esta forma favorecer su propio desarrollo personal. Por esto el trabajo más adecuado es el creativo (por ejemplo, el artesano) y el trabajo más alienante es la actividad rutinaria y estereotipada, donde nada o casi nada aporta el propio trabajador.

Cuando "el trabajo es sano" las vacaciones no se viven ni como un premio (“las merecidas vacaciones”....), ni como una obligación para descansar y cargar pilas, sino como una experiencia necesaria para seguir viviendo. Es como la otra orilla de la misma realidad: la persona. Los dos márgenes de la vida (trabajo y descanso) son imprescindibles, pero el incremento de uno no permite la prolongación del otro.

Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Viene a decir ROCAMORA que trabajo y descanso son necesios para vivir. Estoy de acuerdo. De igual forma que tenemso que desconectar e cualquier trabajo, aunque solo sea para descansar, igualemnte, vemos necesarias, en este momento del desarrolo humano,las vacaciones. Es verdad que, en ocasiones, hemos convertido ese periodo vacacional en una actividad tan loca y estresante y tan cara que ya se viene habalndo del estrés posvacaional. Estamos locos. ¿A dónde vamos? Tomémonoslas cosas con calma, sosiego, tranquilidad y huyamos, al menos en vaccaines, de aquellas activiades agotadoras: viajes, lugares, situaciones etc. ¿Por qué no intentamos que las vacaiones ean el tiempo de la meditación? Es más, dicho de otra manera, ¿podrán ser el tiempo de ser y estar sin prisas? ¡¡vaya por Dios!! todo parece complicado. ¿Qué es el ser humano? ERASMO

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  2. Para mi las vacaciones es romper con la rutina. Creo que cuando estamos trabajando también debemos pensar en el beneficio que nos reporta, no sólo el económico, si no el aprendizaje que nos puede traer consigo. Y al terminar la jornada siempre tener un rato de ocio en algo que nos haga romper con la rutina del día y ser capaces de llegar un día a ver el trabajo no como una obliagción si no como una actividad más en nuestra vida y lo afortunados que somos por tener trabajo.
    Pepi se considera una afortunada en este terreno.

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